Beneficios del kiwi: la fruta que mejora tu salud
Alimentación y nutrición
Propiedades del kiwi, cuántos comer al día y el mejor momento para disfrutarlo

El kiwi es una de esas frutas que suelen gustar mucho por su sabor y frescura y pocas saben realmente lo que nos ofrece. Ya te adelantamos que no es casualidad que se haya vuelto tan popular y ya sea un imprescindible para muchas en desayunos, ensaladas o como tentempié entre comidas.
Con su característico color verde (o amarillo) y sus diminutas semillas negras, el kiwi es una fruta que nos aporta vitaminas, minerales y fibra en grandes cantidades. Además de que resulta ligera, con bajo aporte calórico, guarda muchas más propiedades y beneficios que merece la pena conocer. ¡Toma buena nota de los beneficios del kiwi!
Propiedades del kiwi que debes conocer
¡El kiwi es un auténtico tesoro lleno de nutrientes! Entre ellos:
- Vitamina C: Tiene más vitamina C que una naranja (85-90 mg /100 gramos). De hecho, una sola pieza de kiwi puede cubrir el 100% de la cantidad diaria recomendada (90 mg para hombres y 75 mg para mujeres).
- Fibra: Un carbohidrato vegetal esencial para mejorar nuestro tránsito intestinal y mantener el sistema digestivo en forma. ¿Nunca has escuchado lo de que el kiwi ayuda a ir al baño? ¡Es por su cantidad de fibra!
- Antioxidantes: Ayudan a combatir el envejecimiento celular y nos protegen frente a enfermedades.
- Potasio y magnesio: Minerales clave para la salud del corazón y los músculos.

Además de estas propiedades, destacar también que el kiwi es una fruta baja en calorías (unas 60 kcal por pieza), lo que la convierte en un snack perfecto para disfrutar en cualquier momento del día y calmar un poco el apetito entre horas.
Beneficios del kiwi para la salud
¿Y dichas propiedades cómo afectan a nuestra salud? ¡Estos serían los beneficios del kiwi!
Refuerza las defensas
El alto contenido de vitamina C que te mencionábamos convierte al kiwi en un gran aliado del sistema inmunitario. Comer esta fruta de forma habitual puede ayudarnos a prevenir resfriados y mejorar la respuesta de nuestro cuerpo frente a infecciones.
Procura incluirlo en tu dieta en épocas del año en la que los gripes, refriados y catarros son más habituales, como en los cambios de estación.
Mejora la digestión
Gracias a su fibra y a una enzima llamada actinidina, el kiwi favorece la digestión de proteínas. Esto lo hace especialmente interesante para comer tras comidas pesadas o disfrutar como postre ligero.
Cuida el corazón
Su aporte en potasio nos ayuda a regular la presión arterial y a reducir el riesgo de hipertensión. Así como, sus antioxidantes nos ayudan a mantener los vasos sanguíneos en buen estado.
Ayuda al descanso
Algunos estudios sugieren que el kiwi puede mejorar la calidad del sueño gracias a su contenido en antioxidantes y serotonina natural (sustancia que regula el estado de ánimo, el sueño, el apetito y la digestión), entre otras.
Dicho esto, tomarlo por la noche puede ser una buena opción para quienes sufren insomnio leve.
¿Cuántos kiwis se deben comer al día?
La cantidad recomendada varía según la persona y contexto, pero en general uno o dos kiwis al día sería lo ideal, dado que con esa porción se obtienen todos sus beneficios sin excederse en azúcares naturales.
¿Cuándo es mejor comer el kiwi, por la mañana o por la noche?
Todo depende de tus necesidades y lo que busques potenciar entre sus beneficios:
- Por la mañana el kiwi es perfecto para empezar el día con energía, cubrir la dosis de vitamina C y enriquecer el desayuno en todos los sentidos (gusto, aspecto y nutrición).
- Por la noche puede favorecer la digestión de la cena y ayudar a dormir mejor gracias a su serotonina natural.
Lo realmente importante, más allá de cuando tomarlo, es incluirlo de forma regular en la dieta, ya sea en el desayuno, la merienda o como postre. ¡Cómo mejor te encaje en tu día!

Ideas para disfrutar del kiwi
Si te cuesta comer fruta o te cansas de comerla siempre sola, aprovecha su versatilidad para hacerla parte de otras recetas. Aquí tienes algunas ideas rápidas:
- En ensaladas con frutas como fresas, piña o mango.
- Como topping en yogures o porridge de avena.
- En batidos verdes con espinaca, pepino y manzana.
- En brochetas de fruta para una merienda divertida.
- En smoothie bowls o en opciones más exóticas como el açai bowl.