Fácil y original
Solomillo de cerdo a la mostaza, una receta fácil, cremosa y llena de sabor
Prepara el solomillo de cerdo siempre en su punto con esta receta paso a paso en la que, además, lo acompañamos con una salsa de mostaza cremosa, fácil y rápida.

El solomillo de cerdo a la mostaza es una de nuestras recetas básicas, que adaptamos según el día. Os enseñamos cómo lo hacemos y las diferentes posibilidades de servirlo.
La textura jugosa de la carne en combinación con la salsa cremosa de mostaza es lo convierte a este plato de solomillo en una de las mejores opciones tan versátil y práctico, como elegante para sorprender en ocasiones especiales.
Lo mejor de esta receta es que se adapta fácilmente a diferentes gustos, ya que bien podemos jugar con el tipo de mostaza, cambiar los acompañamientos o incluso darle un giro más ligero sustituyendo algunos de sus ingredientes. Pero sin duda, lo que siempre gusta y nunca falla del resultado final es el equilibrio entre la suavidad de la carne y el punto picante y ácido de la salsa.
Además, no necesitas ser un experta en cocina para prepararla. En sólo 30 minutos, tendrás un plato digno de restaurante en tu mesa, con ingredientes sencillos y una elaboración de lo más sencilla. Te explicamos cómo hacer este solomillo en salsa, ¡paso a paso!
Índice de contenidos
Ingredientes

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40 gotas de mantequilla
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400 gramos de solomillo de cerdo
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sal
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pimienta negra molida
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50 gramos de cebolla
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40 mililitros de vino blanco
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2 cucharadas de mostaza
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100 mililitros de nata para cocinar
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1 cucharada de perejil picado
Raciones
2
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
10 m
Cocinado
20 m
Tiempo total
30 m
Informacion nutricional
Valor nutricional (*por ración)
Cantidad | % | |
---|---|---|
Energía | 406,95 kcal | 20,35% |
Proteína | 40,16 g | 53,55% |
Hidratos de carbono | 4,62 g | 1,68% |
Azúcares | 3,19 g | 6,38% |
Grasa total | 49,63 g | 63,51% |
Grasa saturada | 28,2 g | 154,35% |
Grasa polisaturada | 2,68 g | 24,36% |
Grasa monosaturada | 15,78 g | 35,86% |
Colesterol | 235,5 mg | 78,5% |
Fibra | 0,45 g | 1,5% |
Sal | 2,3 g | 46% |
Sodio | 0,04 g | 0% |
Calcio | 65,24 mg | 5,44% |
Yodo | 4,8 mcg | 3,2% |
Hierro (hombres) | 3,51 mg | 35,1% |
Hierro (mujeres) | 3,51 mg | 19,5% |
Alérgenos



Paso a paso
Calentamos en una sartén 40 g de mantequilla y doramos a fuego medio-alto 400 g de solomillo de cerdo salpimentado durante 5-6 minutos, girándolo para que se haga en su totalidad. Reservamos en un plato mientras preparamos la salsa.

En la misma sartén sofreímos 50 g de cebolla picada unos 3 minutos a fuego bajo, que nos quedará tostada por la mantequilla.

Vertemos 40 ml de vino blanco y dejamos reducir a fuego alto durante 2 minutos. Añadimos 2 cucharadas de mostaza y 100 ml de nata para cocinar, removemos y cocinamos hasta que empiece a espesar, unos 2-3 minutos. Si queremos una salsa más fina, podemos triturarla, como hemos hecho nosotras.

Cortamos el solomillo reservado en medallones gruesos y los agregamos a la sartén, cocinamos el conjunto 5 minutos, hasta que la carne esté en su punto.

Servimos inmediatamente con 1 cucharada de perejil picado.

Consejos y trucos
Vamos a dorar el solomillo de cerdo con mantequilla que al tostarse nos dará unos matices de nuez muy ricos.
Para la salsa, hemos elegido una mostaza suave, tipo Dijon. No obstante, otras veces nos decantamos por mostaza a la antigua (la granulada) que tiene un sabor más pronunciado.
De hecho, se trata de una manera muy sencilla y cómoda para personalizar fácilmente la intensidad del sabor de la salsa. Sólo tendremos que utilizar diferentes variedades de mostaza según nuestro gusto.
Mientras que la mostaza Dijon aporta un sabor suave y elegante, la mostaza a la antigua añade textura y un sabor más potente. ¡Incluso puedes mezclar ambas para un resultado más original!
Si sois intolerantes a la lactosa, la salsa queda muy rica también preparada con leche de coco en lugar de nata para cocinar. Entonces elegimos aceite de oliva en sustitución de la mantequilla.
Las opciones que da esta receta es añadir unos champiñones con la cebolla o unas verduras salteadas. Nos gusta servir el solomillo de cerdo a la mostaza acompañado de arroz blanco hervido o unas patatas fritas.
Es importante sellar bien la carne antes de cocinarla junto con la salsa. Este paso no sólo sirve para darle color al solomillo, sino que también es esencial para sellar los jugos en su interior. Es decir, es imprescindible para poder disfrutar de una carne jugosa por dentro y dorada por fuera.
Si te gusta que la salsa quede más espesa y cremosa, siempre puedes añadir una cucharadita de maicena disuelta previamente en un poco de agua fría, justo después de incorporarla a la nata. Deja que hierva un minuto y ¡verás que diferencia!
Si prefieres espesar la salsa sin maicena, existen otros métodos como reducirla a fuego bajo o agregar más mantequilla una vez cocinada ya la salsa.
Si bien lo mejor es servir los platos de solomillo recién hechos, también se puedes dejar preparados con antelación y recalentar suavemente en una sartén a fuego bajo. El microondas también es una opción, aunque no la más recomendable para que la carne no pierda sus jugos y textura.
La salsa suele mantenerse muy bien, pero es importante no sobrecocinar el solomillo para que no quede seca.