Cómo espesar una salsa sin maicena (alternativas naturales y efectivas)

Cómo espesar una salsa

Solomillo en salsa
Solomillo en salsa | Cocinatis

¿Alguna vez has preparado una salsa, pero te ha quedado demasiado líquida? ¡No te preocupes! Existen varias formas de espesarla y la gran mayoría de ellas sin necesidad de recurrir a la maicena.

Desde ingredientes comunes que seguro tienes ya en casa, hasta técnicas culinarias sencillas in necesidad de agregar más ingredientes a la receta, aquí te dejamos toda una variedad de ingredientes y técnicas para lograr dar cuerpo y conseguir siempre la textura perfecta en tus salsas.

Hacer las salsas caseras son una de las mejores maneras de disfrutar de nuestros platos. Mas naturales y sin conservantes, nos permiten tanto controlar todos sus componentes, así como adaptarlas a nuestro gusto haciéndolas sin gluten, veganas u otros.

Para cualquiera de los casos, contamos con alternativas naturales que aportan sabor y consistencia en mayor o menor medida, al gusto de cada una. Descubre cómo espesar una salsa sin maicena y ¡consigue siempre el mejor resultado!

Opciones naturales para espesar salsas sin maicena

Nuestra alternativa favorita siempre es optar por utilizar ingredientes naturales que normalmente ya tenemos en casa. En caso de no querer utilizar maicena en específico, son varias y diversas las opciones con las que todavía contamos.

Las que te traemos a continuación, no solo aportan espesor, sino que también suman algo de sabor, textura y valor nutricional a tus salsas.

Triturar las verduras

Incorporar un puré de verduras es una de las formas más eficaces y sencillas de aportar espesor a una salsa. Es más, también enriquece su sabor y valor nutricional al sumar sus propiedades.

Bien puedes utilizar los mismos ingredientes que ya has utilizado como base en la salsa o agregar las verduras como extra.

Verduras como zanahorias, calabacines o calabazas son ideales para espesar salsas. Simplemente cocínalas hasta que estén tiernas, tritúralas y añádelas a ésta. Este método es especialmente útil en salsas a base de tomate o guisos.

De hecho, justamente la zanahoria y la cabaza se suele añadir la salsa de tomate para quitarle la acidez, ¿lo sabías?

Semillas de chía

Las semillas de chía resultan un estupendo espesante natural y saludable. Tienen una gran capacidad de absorber una enorme cantidad de líquido, formando al absorberlo una clase de gel que aprovechamos para espesar eficaz y fácilmente las salsas.

Puedes añadirlas enteras o molidas a la salsa, pero siempre habiéndolas dejado que reposen durante unos minutos en agua para que liberen dicho gel (¿Siempre hay que hidratar la chía?). Además de textura, también aportarán fibra y ácidos grasos omega-3 a la receta.

Textura viscosa de las semillas de chía hidratadas
Textura viscosa de las semillas de chía hidratadas

Fécula de patata

La fécula de patata es un almidón natural que espesa las salsas sin alterar su sabor. Es uno de los métodos más utilizados y no solo en el ámbito de las salsas, sino que también es de lo más útil a la hora de hacer cremas.

Para espesar una salsa con la fécula de patata, no tendremos más que disolverla en una pequeña cantidad en agua fría y añadirla a la salsa caliente mientras removemos constantemente.

Este método es especialmente interesante para salsas cremosas o gravies (una salsa típica del Reino Unido elaborada con jugos de cocción de carnes y verduras).

Mantequilla

La mantequilla no sólo aporta sabor, sino que también puede ayudarnos a espesar las salsas, aunque con un resultado más fino y delicado.

Al añadirla al final de la cocción y remover bien para que se funda, conseguimos una textura aterciopelada. Este método es común y utilizado en la cocina francesa, lo que se conoce como monter au beurre.

Ten en cuenta que el contenido de calorías y grasas será mayor al añadir este ingrediente a cualquier tipo de salsa.

Goma guar

Este ingrediente es el menos común de la lista y somos conscientes de que, tal vez, sea incluso la primera vez que escuchéis sobre él.

La goma guar es un polvo blanco, sin sabor ni aroma, que se extrae de las semillas de la planta guar. Se trata de un espesante eficaz y natural, ideal al no alterar más que la textura en la salsa, sin influir en su sabor.

Se utiliza en pequeñas cantidades ya que su efecto es fuerte. Se debe disolver en agua antes de agregarla a la salsa caliente. ¡Hazlo poco a poco! Ajustando las cantidades según veas necesario.

Técnica para espesar salsas sin maicena

Además de los ingredientes espesantes, también existen algunos métodos de cocción que pueden ayudarte a conseguir la consistencia deseada sin añadir un extra.

Esta técnica es la más sencilla y perfectas para mantener los sabores originales intactos y no alterarlos con los de los ingredientes. Así como también evitamos alterar sus texturas más allá de espesarlas, como puede ocurrir con las semillas de chía, por ejemplo.

Reducimos el tomate condimentado
Reducimos el tomate condimentado | Foto: Sonia Mas

Cocción a fuego lento para una reducción natural

Una de las formas más sencillas de espesar una salsa siempre es dejarla cocinar un poco más y hacer que reduzca a fuego lento.

De este modo, favorecemos que se evapore parte del líquido, quede más concentrada la salsa y su textura final resulte más espesa de forma natural. Los sabores también se intensifican en el proceso.

Este método es especialmente práctico a la hora de elaborar salsas a base de tomate o caldos.

Consejos para espesar salsas sin maicena

Ya sea que con ingredientes naturales o la técnica de cocción, hay ciertos consejos que bien sirven en ambos casos para obtener mejores resultados. La clave está en evitar errores comunes.

  • Evita los grumos: Es importante disolver los espesantes en polvo, como la fécula de patata o la goma guar, en un poco de agua fría antes de añadirlos a la salsa caliente para evitar los grumos.
  • Añade poco a poco: Es mejor incorporar el espesante en pequeñas cantidades, poco a poco, e ir ajustando sobre la marcha para evitar pasarnos y conseguir el resultado contrario, que quede demasiado espesa.
  • Prueba y ajusta: ¡Cada salsa es diferente! Prueba siempre la salsa después de añadir el espesante y ajusta la cantidad de este según la consistencia deseada y el tipo de salsa.
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