Mantequilla o aceite de oliva: ¿Cuál es mejor para cocinar? ¡La OCU lo tiene claro!
Es más saludable la mantequilla o el aceite

Estamos tan acostumbradas a cocinar con aceite de oliva, que muchas veces se nos olvida que el uso de la mantequilla no es sólo típico de América, sino que gran parte de Europa también cocina con este ingrediente.
De hecho, se trata de la mayoría de los países, ya que el consumo habitual del aceite de oliva se limita a aquellos países influenciados por la dieta mediterránea: España, Italia, Portugal, Grecia y Albania.
La dieta mediterránea se reconoce como una de las más saludables por su riqueza de alimentos y calidad de éstos, no obstante, tan presente la mantequilla en otras gastronomías, que venimos a sentenciar el debate sobre cuál es mejor en la cocina.
Seguro que muchas lo tenéis claro, pero acudimos a la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en busca de la última palabra que confirme, en efecto, lo que sospechamos. ¿Es mejor el aceite o la mantequilla en la cocina?
Mantequilla para cocinar
La mantequilla es un alimento de origen lácteo rico en vitaminas A, D y E. No obstante, su alto contenido en grasas saturadas y colesterol las eclipsan por completo.
La mantequilla es un ingrediente demasiado calórico como para ser recomendado su consumo habitual. De hecho, la tradicional aporta alrededor de 750 Kcal por cada 100 gramos. Es cierto que su versión light puede llegar a reducir este número a la mitad, aun así resulta excesivo teniendo en cuenta su calidad.
Se habla también mucho de la margarina y suele ser, de hecho, un sustituto muy habitual de la mantequilla. En caso de ésta, el aporte calórico no varía en un número notable, pero si que cuenta con mucha menos grasas saturadas. Entonces, ¿es mejor la margarina? No. Su origen es vegetal y es debido a ello que se ven tan reducidas las grasas saturadas en comparación con la mantequilla, pero esto no significa que no las contenga.

Su puntuación en Nutriscore siempre ronda entre la C y la D, con pequeñas variaciones entre las distintas marcas. Pero lo más importante también es que no debemos olvidar que la margarina es un producto procesado (y mucho) y son demasiados los aditivos que contiene.
Por lo tanto, se trata de un alimento que, aun con menos grasas saturadas, las tiene, además de resultar menos natural por su proceso de elaboración, lo que lo hace menos interesante.
Más allá del debate sobre con qué cocinar en la sartén, aprovechamos a puntualizar que la mantequilla o margarina son productos de consumo no habitual. En caso de hacerlo con pan, por ejemplo, lo recomendable es siempre agregarlos en pequeñas cantidades, no más de 10 gramos. Además, lo mejor es procurar que sea el pan integral para que resulte algo más saludable dentro del contexto.
Aceite de oliva en la cocina
La OCU lo tiene claro y señala que debería priorizarse siempre el aceite de oliva virgen y virgen extra frente a cualquier otra grasa alimentaria. Sus argumentos se resumen en estos cuatro simples aspectos sobre el aceite de oliva:
- Es rico en ácidos grasos esenciales
- Ayuda a controlar el colesterol malo y a mantenerlo en un nivel adecuado
- Contiene antioxidantes
- No incluye aditivos
En resumen, el aceite de oliva resulta más natural y saludable que la mantequilla. A diferencia de las grasas saturadas de esta última, el aceite de oliva contiene grasas insaturadas, las cuales son más beneficiosas para nuestra salud.

¿Cuál es el mejor aceite para cocinar?
Elegir entre los diferentes tipos de aceite normalmente es cuestión de intensidad de sabor y precio.
El de girasol, por ejemplo, suele ser la elección más común para hacer frituras que requieren mucha grasa. Su sabor es mucho más suave que el de oliva, por lo que no será tan marcado en el resultado final del plato, así como su precio es notablemente más bajo y económico que el de oliva.
El aceite de oliva en general, aunque el aceite de oliva virgen extra, en concreto, es la mejor opción para prácticamente cocinar cualquier tipo de plato, usar como aliño o disfrutarlo en crudo en una tostada de desayuno, por ejemplo. Sus propiedades son muchas más abundantes, así como también resultan mucho más interesantes que las de las opciones refinadas.
Este tipo de aceite de mayor calidad se diferencia a primera vista por un color más oscuro y una consistencia más densa.
Si quieres probarlo aromatizado de una manera diferente, déjanos terminar recomendándote preparar tanto la salsa de ajo y perejil, perfecto para tus platos, aliños o tastadas; como el aceite picante casero, solo apto para las verdaderas amantes de este sabor. ;)