Receta italiana
Salsa amatriciana
Cómo preparar la auténtica salsa amatriciana italiana con guanciale y Pecorino
La salsa amatriciana es una receta tradicional italiana de la ciudad de Amatrice. Se elabora con guanciale, tomate y queso Pecorino. ¡Te enseñamos a prepararla para que os quede riquísima!
Se trata de una de las salsas más representativas de la gastronomía italiana, aunque muchas veces quede eclipsada por otras salsas como la carbonara o la boloñesa, te aseguramos que el sabor de esta salsa es inigualable.
Te enseñamos a hacer la receta original, con los ingredientes italianos tradicionales. No obstante, bajo el paso a paso, en consejos y trucos, te dejamos con qué ingredientes comunes puedes sustituirlos para conseguir un buen resultado.
Es así que combinamos la potencia del guanciale (una panceta curada procedente de la mejilla del cerdo) con la acidez natural del tomate y el toque salado y aromático del queso Pecorino romano. El resultado es una salsa cremosa, perfecta para cualquier plato de pasta. ¡No te la pierdas! Es muy sencilla y rápida de hacer.
Índice de contenidos
Ingredientes
-
60 gramos de guanciale
-
200 gramos de tomates en conserva
-
50 gramos de queso pecorino rallado
-
sal
Raciones
2
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
10 m
Cocinado
25 m
Tiempo total
35 m
Informacion nutricional
Valor nutricional (*por ración)
| Cantidad | % | |
|---|---|---|
| Energía | 361,43 kcal | 18,07% |
| Proteína | 25,29 g | 33,72% |
| Hidratos de carbono | 13,65 g | 4,96% |
| Azúcares | 4,48 g | 8,96% |
| Grasa total | 29,2 g | 37,37% |
| Grasa saturada | 11,3 g | 61,85% |
| Grasa polisaturada | 2,05 g | 18,64% |
| Grasa monosaturada | 11,8 g | 26,82% |
| Colesterol | 43,5 mg | 14,5% |
| Fibra | 2,80 g | 9,33% |
| Sal | 2 g | 40% |
| Sodio | 0 g | 0% |
| Calcio | 326,33 mg | 27,19% |
| Yodo | 0 mcg | 0% |
| Hierro (hombres) | 2,04 mg | 20,4% |
| Hierro (mujeres) | 2,04 mg | 11,33% |
Alérgenos
Leche
Paso a paso
Cortamos 60 g de guanciale en dados pequeños o tiras finas, al gusto. En una sartén grande, colocamos el guanciale sin añadir aceite, ya que soltará su propia grasa al cocinarse. Doramos unos 4 minutos a fuego medio.
Cuando esté dorado y crujiente por fuera (debe quedas jugoso por dentro), retiramos de la sartén con una espumadera y reservamos a un plato, dejando la grasa que ha soltado en la sartén.
En la misma sartén, agregamos 200 g de tomates en conserva. Salamos al gusto, removemos y cocinamos 20 minutos a fuego bajo, removiendo de vez en cuando para que no se pegue. El tomate debe reducir hasta tener una textura espesa y brillante.
Añadimos 50 g de queso Pecorino rallado y el guanciale reservado. Mezclamos para integrar los sabores, pero evitando cocinarlo demasiado para que no se espese demasiado o quede demasiado salada.
¡Y listo! La salsa amatriciana ya estará lista para servir con pasta tipo bucatini o rigatoni, aunque también queda genial con espaguetis.
Consejos y trucos
Si no encuentras guanciale, puedes usar en su lugar panceta. La preparación cambiará un poco, ya que el guanciale tiene más grasa y se puede dorar sin nada de aceite, mientras que la panceta necesitará 1 cucharadita para que quede dorada.
Otra diferencia es que el guanciale no se puede cocinar con el tomate, ya que cuanto más se cocina, más salado se saborea, por eso lo retiramos de la sartén. Si usáis panceta, puedes cocinarla junto al tomate.
Si bien la receta original no lleva cebolla ni ajo, muchas versiones modernas los incluyen para darle un punto de sabor dulzón. Sin embargo, si lo que quieres es disfrutar de una salsa amatriciana auténtica, te recomendamos seguir los pasos tradicionales.
El Pecorino es el tipo de queso que se usa originalmente para esta receta, pero podemos sustituirlo por queso Parmesano si nos es más fácil de encontrar.
Si queréis darle un toque picante a la salsa, puedes añadir media guindilla picada junto al tomate.
La salsa amatriciana se sirve con pasta rigatonio o bucatini, aunque otros tipos de pastas también quedan geniales con esta salsa en concreto, como los espaguetis, por ejemplo.
Si la salsa te ha quedado espesa, la puedes aligerar fácilmente añadiendo un poco de agua de cocción de la pasta. Es un truco italiano muy valorado en su cocina que, junto con no lavar la pasta después de cocer, además, aportará cuerpo a la salsa y hará que se integre mejor con la pasta.
Puedes guardar la salsa amatriciana en la nevera perfectamente hasta 3 días o congela en porciones si lo prefieres. En cualquiera de los casos, sólo tendrás que calentarla a fuego suave antes de usarla y listo.