Tipos de queso: del más suave al más intenso
Guía práctica
Aprende a distinguir los quesos según su textura, sabor y maduración

El queso es uno de los alimentos más versátiles y queridos en todo el mundo. Existen miles de variedades, cada una con su propio sabor, textura, color y aroma, los cuales, a su vez, varían según el tipo de leche, el método de producción y el tiempo de curación.
Desde quesos frescos como el famoso queso de Burgos, hasta los quesos más intensos curados como el manchego o el parmesano. Conocer sus diferencias puede ayudarnos a elegir el que mejor se adapte a nuestro gusto, sacarles el máximo partido en la cocina o preparar mejores tablas de quesos.
En esta guía completa y rápida te explicamos los principales tipos de queso clasificados por su maduración, textura y origen y te damos, además, ejemplos para que los reconozcas fácilmente. ¡Vamos allá!
Tipos de queso según su maduración
Una de las formas más comunes de clasificar los quesos es por el tiempo que se dejan curar o madurar. Aquí va una clasificación rápida de menos a más curado.
Queso fresco
El queso fresco es el que no pasa por un proceso de maduración. Tiene un alto contenido de agua y una textura muy suave y hasta cremoso dependiendo del tipo, ya que los hay más firmes.
Aguanta poco tiempo, así que lo más recomendable es consumirlo a los pocos días después de su elaboración.

- Ejemplos: queso de Burgos, ricotta, mozzarella fresca, requesón…
Queso semicurado
De curación más corta que otros tipos de queso, el semicurado se cura entre 1 y 3 meses. Su sabor es más pronunciado que el del queso fresco, pero aún conserva cierta cremosidad, textura que lo distingue de los siguientes tipos.
- Ejemplos: manchego semicurado y queso ibérico semicurado.
Queso curado
Tiene un tiempo de maduración de entre 3 y 6 meses. Su textura es más firme que los anteriores y su sabor también resulta más intenso y marcado.
- Ejemplos: manchego curado, gouda curado, queso zamorano…
Queso viejo o añejo
Con el tiempo de curación más larga, se consideran quesos viejos o añejos aquellos que han madurado más de 6 meses e ¡incluso años! Estos son mucho más secos, muy firmes, potentes y, en algunos casos, ligeramente picantes.

- Ejemplos: parmesano, pecorino, grana padano….
Tipos de queso según su textura
Otra forma útil y rápida de diferenciar los quesos es por su textura. Nos basamos en el grado de humedad.
Quesos blandos
Los quesos más blandos tienen mucha humedad y se distinguen por tener una textura cremosa. Se suelen consumir jóvenes y a temperatura ambiente para disfrutar de toda su suavidad y sabor.

- Ejemplos: brie, camembert, torta del casar…
Quesos duros
Estos contienen poca agua y se diferencian por tener una textura firme o, incluso, quebradiza. Suelen rallarse o cortarse en lascas. ¡En ensaladas quedan espectacular!
- Ejemplos: parmesano, emmental, cheddar curado…
Quesos semiblandos
Los semiblandos están en un punto intermedio, ya que combinan cierta firmeza con una textura suave y elástica a la vez. Con ejemplos es más fácil saber de cuáles hablamos.

- Ejemplos: gouda joven, havarti, edam…
Tipos de queso por el tipo de leche
El tipo de leche también influye enormemente en el sabor y textura del queso.
Quesos de leche de vaca
Los quesos hechos con leche de vaca tienen un sabor más suave. Como curiosidad, este tipo de quesos son los más consumidos en todo el mundo.
- Ejemplos: emmental, gouda, camembert, cheddar…
Quesos de leche de cabra
Su sabor es más intenso y ácido. Suelen ser más fáciles de digerir.
- Ejemplos: rulo de cabra, queso majorero, garrotxa…
Quesos de leche de oveja
Más cremosos y con un toque graso y sabroso. La leche de oveja suele ser más común en quesos curados.
- Ejemplos: manchego, idiazábal, pecorino romano…
Quesos azules: una categoría especial
Estos quesos están curados con cultivos de moho (Penicillium), los cuales son los responsables de su característico color azulado y sabor fuerte.
Tienen un sabor muy potente y suelen usarse en salsas, para untar o solos.

- Ejemplos: roquefort, cabrales, gorgonzola, stilton…
Quesos especiales y con denominación de origen
Muchos quesos tradicionales están protegidos por una denominación de origen que garantiza tanto su calidad como procedencia. Entre ellos destacan:
- Queso manchego (España)
- Parmigiano Reggiano (Italia)
- Roquefort (Francia)
- Tetilla (Galicia)
- Mahón (Menorca)
Son quesos con historia, tradición y procesos artesanales ¡que los hacen únicos!
¿Cómo elegir el mejor tipo de queso?
Depende tanto del gusto, como del uso que le vayas a dar. Aquí van algunos ejemplos de quesos según cómo los quieras disfrutar. Ficha el tipo de cada uno y elige alguno parecido si te convence más. ;)

- Para untar o acompañar pan: brie, camembert o torta del casar.
- Para gratinar o fundir: emmental, mozzarella o cheddar.
- Para ensaladas o platos fríos: feta, burrata, rulo de cabra o parmesano en lascas.
- Para degustar solo: manchego, pecorino o gorgonzola.
Si preparas una tabla de quesos, mezcla varios tipos: uno fresco, uno curado, uno de leche de cabra y un queso azul para conseguir una deliciosa y equilibrada variedad de texturas y sabores.