Cómo quitar la acidez del tomate ¡sin utilizar azúcar!

Cuatro ingredientes naturales para quitar la acidez al tomate frito

Salsa de tomate casera
Salsa de tomate casera

La salsa de tomate es uno de los grandes clásicos que, ya sea con pasta, arroz, carne, pescado e, incluso, verduras, nunca falta en nuestra cocina.

Hacer el tomate frito en casa es de lo más sencillo y recomendable al controlar nosotras mismas cada uno de los ingredientes y las cantidades en los que los añadimos.

Uno de los métodos más populares para quitar la acidez al tomate y conseguir una salsa de sabor agradable es utilizar azúcar, no obstante, no es el método más saludable y, menos todavía, cuando los beneficios del tomate son tan interesantes para incluir en nuestra dieta.

Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan no superar la cantidad de 25 gramos de azúcar diarios. Asimismo, puntualizan que mucho del azúcar que ingerimos en nuestra dieta lo hacemos de manera indirecta. Es decir, en alimentos procesados que generalmente no se consideran dulces.

El tomate frito comercial es buen ejemplo de ello y así nos lo demuestran en sinazucar.org, en su artículo donde nos comparan el producto en cuestión junto con la cantidad de azúcar que contienen en terrones de azúcar junto al envase. ¡El impacto visual en comparativa es realmente interesante!

Un brick pequeño de tomate de la marca Hacendado del Mercadona de 210 ml contiene una media de 16 gramos de azúcar, lo que se recogería ¡en cuatro terrones de azúcar! Es más, esta cantidad de azúcar impacta mucho más si sabemos que es el mismo azúcar que contiene un donut.

Cómo quitar la acidez al tomate sin azúcar

Entre los ácidos orgánicos que contiene el tomate de manera natural, el ácido cítrico es el que predomina y el que da ese sabor ácido a la salsa.

Normalmente se contrarresta con azúcar, pero aquí van otras ideas más naturales y saludables para corregir este sabor. ¡Sólo hay que añadir un poco de dulce a la salsa! 

Tomate frito casero
Tomate frito casero

Sofrito de cebolla

Nos valemos de los propios azúcares naturales de la cebolla para añadir ese toque dulce del que os hablábamos al tomate y así contrarrestar su acidez.

No tendremos más que pochar la cebolla a fuego lento con un poco de aceite de oliva. Deberemos tener paciencia, eso sí, ya que es al cocinarla lentamente cuando la cebolla suelta dichos azúcares.

Para un toque más dulce, pochadla bien hasta caramelizarla y si no queréis que se note su textura en la salsa, podéis triturar la salsa una vez hecha.

Zanahoria

Con un sabor dulce por naturaleza, la zanahoria será una de las mejores y más sanas opciones para quitar la acidez al tomate frito. Y es que, además del sabor, también agregamos fibra, vitaminas y minerales muy interesantes a la receta con esta hortaliza.

Sin cocinarla, no hace falta más que picarla finamente o rallarla para incluirla a la salsa. Si queréis que su textura pase inadvertida, agregadla así al tomate y trituradla después para que quede bien suave.

No os preocupéis si al triturar el tomate con la zanahoria cambia su color a un tono más anaranjado. De hecho, más que por el ingrediente extra, esto se debe al aire que introducimos a la mezcla al batirla.

Nata ligera o leche

Productos alcalinos como la leche o la nata ligera (menor al 30% MG) resultan muy efectivos también para corregir el sabor ácido del tomate.

A diferencia de las dos opciones anteriores, éstas pueden alterar tanto el sabor como la textura del tomate frito. Para evitarlo, lo mejor es añadirlos poco a poco, comenzando por unas dos primeras cucharadas e ir integrándolo y probando hasta dar con el punto justo.

Al agregar la nata, especialmente, suele quedar una salsa más cremosa que la original. A nosotras nos encanta utilizar esta versión como salsa para pasta.

Tomates maduros

Los tomates maduros resultan menos ácidos de manera natural. Al ser el tomate una fruta, su ácido cítrico disminuye mientras que los niveles de azúcar crecen en su proceso de maduración.

Utilizarlos maduros para hacer la salsa ya garantiza que resulte menos ácida de por sí, pero podéis combinarlos igualmente con cualquiera de los tres ingredientes anteriores para asegurar que vuestra salsa quede deliciosa.

Como recomendación extra, pelar los tomates y retirarles las pepitas (pueden resultar amargas) hará que el sabor y la textura de nuestra salsa de tomate resulte más agradable todavía.

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