Guiso de pollo, la receta de la abuela

Hablar de un guiso de pollo es evocar lo mejor de la cocina casera, ese aroma que llena la casa y nos transporta a momentos familiares y reconfortantes. Es el chup chup del fuego lento, el cuidado en cada paso y la satisfacción de preparar una receta tradicional que nunca falla.
Un guiso como este es perfecto para esos días en los que queremos una comida cálida, completa y llena de sabor, ideal para compartir con los nuestros.
Además, admite muchas variantes, desde añadir patatas o zanahorias hasta acompañarlo con arroz o pan para mojar. Una receta sencilla pero cargada de tradición y amor por la cocina de siempre.
Índice de contenidos
Ingredientes

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1 pollo (1.5 kg aproximadamente)
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sal
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pimienta negra molida
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2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
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2 dientes de ajo
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1 cebolla
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1 pimiento verde italiano
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1 pimiento rojo
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2 zanahoria
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2 cucharadas de salsa de tomate frito
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2 hojas de laurel
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1 vasito de vino blanco
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600 mililitros de caldo de pollo
Para el puré de patata:
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1/2 kilo de patatas
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sal
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pimienta negra molida
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30 gramos de mantequilla
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100 mililitros de leche
Raciones
4
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
20 m
Cocinado
60 m
Tiempo total
1 h 20 m
Informacion nutricional
Valor nutricional (*por ración)
Cantidad | % | |
---|---|---|
Energía | 669,22 kcal | 33,46% |
Proteína | 63,71 g | 84,95% |
Hidratos de carbono | 25,74 g | 9,36% |
Azúcares | 6,32 g | 12,64% |
Grasa total | 28,04 g | 35,88% |
Grasa saturada | 8,83 g | 48,3% |
Grasa polisaturada | 2,73 g | 24,82% |
Grasa monosaturada | 16,5 g | 37,5% |
Colesterol | 222,15 mg | 74,05% |
Fibra | 3,11 g | 10,37% |
Sal | 1,8 g | 36% |
Sodio | 0,05 g | - |
Calcio | 121,02 mg | 10,09% |
Yodo | 28,8 mcg | 19,2% |
Hierro (hombres) | 7 mg | 70% |
Hierro (mujeres) | 7 mg | 38,89% |
Alérgenos


Paso a paso
En este caso, hemos optado por un pollo campero, que, aunque puede tardar más en cocerse debido a su carne más firme y sabrosa, nos regala un resultado espectacular.
El tiempo total de cocción ha sido de aproximadamente 1 hora, suficiente para que el pollo se impregne de los sabores de las verduras, las especias y el caldo que lo acompaña.
¡Descubre lo sencillo que es hacer este guiso de pollo!
Si vas a usar un pollo entero, empieza cortándolo en octavos, asegurándote de que las piezas queden uniformes para una cocción pareja. Salpimienta todas las piezas por ambos lados.
En una cazuela amplia, calienta 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Una vez caliente, sella las piezas de pollo por tandas a fuego fuerte hasta que estén doradas por fuera. Este paso es clave para que el pollo conserve su jugosidad y gane sabor. Retira las piezas de la cazuela y resérvalas mientras preparas el sofrito.

Trocea finamente 2 dientes de ajo y 1 cebolla. En el mismo aceite donde has sellado el pollo, fríe primero los ajos y, en cuanto empiecen a dorar, añade la cebolla con una pizca de sal. Remueve y deja que se poche a fuego suave hasta que esté blanda y translúcida.
Corta 1 pimiento verde italiano y 1 pimiento rojo en tiras y añádelos a la cazuela. Rehoga todo junto hasta que los pimientos estén tiernos. Mientras tanto, pela y corta 2 zanahorias en rodajas. Incorpóralas al sofrito junto con 2 cucharadas de salsa de tomate frito y 2 hojas de laurel, que aportarán aroma y color al guiso.

Devuelve las piezas de pollo a la cazuela y mézclalas bien con el sofrito. Añade 1 vasito de vino blanco y cocina a fuego medio hasta que el alcohol se evapore.
Vierte 600 ml de caldo de pollo, remueve y tapa la cazuela. Cocina a fuego lento durante 45 a 50 minutos, ajustando el tiempo según la dureza del pollo. Cuando esté listo, espolvorea perejil fresco picado para darle un toque final de frescura.

Mientras se cuece el pollo, pela y cuece 1/2 kg de patatas en agua con sal. Cuando estén tiernas, escúrrelas bien y tritúralas para hacer un puré. Añade una pizca de sal, pimienta recién molida, 30 g de mantequilla y 100 ml de leche caliente. Remueve hasta obtener un puré cremoso y homogéneo.

Sirve el pollo guisado bien caliente sobre una base del puré de patatas. Este plato casero, reconfortante y lleno de sabor, será el protagonista de cualquier comida familiar.

Consejos y trucos
Si prefieres una textura más suave, puedes triturar la salsa del guiso con una batidora. Esto la convertirá en una crema ligera y sedosa, ideal para acompañar el pollo sin encontrar tropezones. Además, realza los sabores de las verduras y especias integrándolos aún más.
El guiso de pollo es muy versátil y se adapta perfectamente a tus preferencias. Prueba a incluir champiñones, puerros o guisantes para añadir variedad y enriquecer aún más su sabor. Estas opciones aportan matices únicos y pueden darle un toque especial a la receta.
Este guiso mejora si se deja reposar, por lo que puedes prepararlo con antelación. Al día siguiente, los sabores estarán más intensos y concentrados, convirtiéndolo en un plato aún más delicioso. Solo tendrás que calentarlo antes de servirlo.
Para servir este guiso, acompáñalo con puré de patata o boniato para una opción cremosa y reconfortante. Si prefieres algo más crujiente, opta por patatas fritas. Y si buscas algo sencillo y ligero, un arroz hervido será la pareja ideal para absorber la rica salsa.