Pollo en salsa de la abuela

Os traemos todo un clásico que no puede faltar en vuestro recetario, ¡el pollo en salsa de la abuela! Con el sabor tradicional de la cocina casera que nos transporta directamente a nuestra infancia.
Para esta receta acudimos, una vez más, a las auténticas expertas en la cocina, ¡a nuestras abuelas! Y es que a pesar de que es tan sencillo hacer un plato como este, sólo ellas tienen el punto para hacerlo único.
Para la salsa sólo necesitaremos cebolla, zanahoria y ajo a lo que daremos sabor con el vino blanco ¡y un buen caldo de pollo casero! Con el tiempo, ya hemos aprendido que estos platos tradicionales brillan tanto por su simpleza, como la calidad de sus productos base. Por eso cada vez vemos más imprescindible tener un buen caldo casero en el congelador ya preparado para cuando queremos disfrutar de estas recetas. ;)
Tomad buena nota de los ingredientes y el paso a paso, que venimos dispuestas a abrir el cajón de los recuerdos con este delicioso pollo en salsa de la abuela.
Índice de contenidos
Ingredientes

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1 kilo de pollo camperos
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350 mililitros de caldo de pollo
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125 mililitros de vino blanco seco
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1 cucharada de harina de trigo
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2 cebolla
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2 zanahoria
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2 dientes de ajo
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1 hoja de laurel
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1 cucharadita de tomillo
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1 cucharadita de orégano
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1 cayena (opcional)
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30 mililitros de aceite de oliva virgen extra
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pimienta negra molida
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sal
Raciones
4
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
10 m
Cocinado
35 m
Tiempo total
45 m
Informacion nutricional
Valor nutricional (*por ración)
Cantidad | % | |
---|---|---|
Energía | 445,65 kcal | 22,28% |
Proteína | 45,14 g | 60,19% |
Hidratos de carbono | 13,75 g | 5% |
Azúcares | 6,93 g | 13,86% |
Grasa total | 21,19 g | 27,11% |
Grasa saturada | 4,80 g | 26,26% |
Grasa polisaturada | 4,02 g | 36,55% |
Grasa monosaturada | 9,07 g | 20,61% |
Colesterol | 143,8 mg | 47,93% |
Fibra | 3,19 g | 10,63% |
Sal | 0,8 g | 16% |
Sodio | 0,37 g | 0,02% |
Calcio | 102,33 mg | 8,53% |
Yodo | 12,60 mcg | 8,4% |
Hierro (hombres) | 4,09 mg | 40,9% |
Hierro (mujeres) | 4,09 mg | 22,72% |
Alérgenos


Paso a paso
Para preparar esta receta de pollo en salsa de la abuela vamos a comenzar por preparar los ingredientes de la salsa. ¡Vamos allá!
Pela y lamina los dientes de ajo. Pela y corta en juliana la cebolla y las zanahorias en rodajas no muy finas.
Calienta el aceite en una cazuela baja y dora ligeramente los ajos. Agrega la cebolla, la zanahoria y, opcionalmente, la cayena. Pocha todo unos 10 minutos a fuego medio fuerte.
Con la cebolla ya tierna y dorada, incorpora la harina y cocina un minuto sin dejar de remover. Vierte el vino blanco seco y cocina dos minutos para evaporar el alcohol.
Añade el caldo de pollo y las especias: el orégano, el tomillo y la hoja de laurel. Remueve para mezclar con el resto de los ingredientes.
Pon la tapa y deja cocinar a fuego suave mientras preparas el pollo.
En una sartén con aceite caliente, dora el pollo sin llegar a hacerlo por dentro para terminar de cocinarlo con la salsa.
Pasa el pollo a la cazuela con la salsa, procura que quede cubierto por ella, y salpimienta. Calienta hasta que rompa a hervir y en ese momento, baja a fuego suave y deja cocinar unos 35 minutos. Tiempo durante el que la salsa reducirá, tomará más cuerpo y el pollo terminará de hacerse quedando jugoso.
Sirve el pollo en salsa de la abuela recién hecho o, para disfrutarlo en su mejor versión, habiéndolo dejado reposar mínimo 12 horas en la nevera. ¡Veréis que queda mucho más sabroso al asentarse los sabores!
Pocha la cebolla en juliana, la zanahoria en rodajas, el ajo laminado y la cayena (opcional) 10 minutos a fuego medio fuerte. Agrega la harina y el vino, cocina dos minutos. Agrega el caldo, las especias y el laurel.

Dora el pollo en una sartén, sin hacerlo completamente.

Pasa el pollo a la salsa, salpimienta y cocina 35 minutos a fuego suave.

Sirve el pollo en salsa de la abuela o deja que repose antes 12 horas en la nevera para intensificar su sabor.

Consejos y trucos
Pollo en salsa de tomate
Si queréis dar un extra a la receta y conseguir un tono más cálido y apetitoso en la salsa, el tomate será vuestro gran aliado. Podéis agregarlo como tomate concentrado o con tomate natural. ¡Vamos a ver cómo en ambos casos!
En caso de utilizar tomate concentrado de sabor más intenso, lo mejor es que añadáis un par de cucharadas junto con el caldo. Removed bien para disolverlo y el resto es seguir la receta original en la que doramos y cocemos el pollo en la salsa.
Con tomate natural queda también buenísimo. En esta caso, pelad el tomate (con un colador o escaldándolo) y ralladlo para que quede fino. Agregad el tomate rallado a la cazuela después del vino blanco. No tendréis más que dejarlo reducir unos pocos minutos y listo para continuar con la receta tal y como os la explicamos en la elaboración.
Si utilizáis en tomate natural, no hace falta que añadáis una pizca de azúcar para compensar su acidez, ya que la zanahoria del sofrito actuará de la misma manera. Así nos lo explican en Cocina Abierta en su práctico artículo sobre ¿Cómo quitar la acidez al tomate sin utilizar azúcar?
Pollo en salsa con patatas
Agregar patatas a este plato de pollo en salsa es tan sencillo como hacer patatas fritas y añadirlas a la cazuela en los últimos minutos de cocción para que absorban el sabor de la salsa.
Otra opción (y la que más nos gusta a nosotras), es freír las patatas o más bien dorarlas en una sartén sin hacerlas completamente por dentro, para dejar que se hagan en la salsa a fuego suave junto con el pollo, también dorado previamente. Esta es nuestra versión favorita al quedan más tiernas y sabrosas por dentro, ¡como la auténtica receta de la abuela! ;)