Receta tradicional
Bizcocho de soletilla, los clásicos fáciles y muy esponjosos
Estos bizcochos son conocidos por ser la base del tiramisú, pero también son perfectos para acompañar el café.

Los bizcochos de soletilla, conocidos como melindros en Cataluña y vainillas en varios países de Latinoamérica, son dulces ligeros, esponjosos y muy versátiles.
Se emplean frecuentemente en la elaboración de postres como el tiramisú, pero también brillan por sí solos: mojados en una taza de chocolate caliente se convierten en un auténtico capricho.
Su textura aireada y sabor suave los hace irresistibles tanto para grandes como para pequeños. Además, elaborarlos en casa es sencillo si se siguen unas pautas básicas, lo que los convierte en una opción ideal para quienes se inician en la repostería o buscan un dulce tradicional con un toque casero.
Índice de contenidos
Ingredientes

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4 huevos XL
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1 pizca de sal
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120 gramos de azúcar
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1 cucharadita de vainilla (en pasta)
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120 gramos de harina de trigo
-
30 gramos de azúcar glas
Raciones
6
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
30 m
Cocinado
20 m
Tiempo total
50 m
Informacion nutricional
Valor nutricional (*por ración)
Cantidad | % | |
---|---|---|
Energía | 243,08 kcal | 12,15% |
Proteína | 13,49 g | 17,99% |
Hidratos de carbono | 41,29 g | 15,01% |
Azúcares | 25 g | 50% |
Grasa total | 6,29 g | 8,05% |
Grasa saturada | 1,67 g | 9,14% |
Grasa polisaturada | 0,94 g | 8,55% |
Grasa monosaturada | 2,47 g | 5,61% |
Colesterol | 205 mg | 68,33% |
Fibra | 0,68 g | 2,27% |
Sal | 1,3 g | 26% |
Sodio | 0,07 g | 0% |
Calcio | 31,25 mg | 2,6% |
Yodo | 10,22 mcg | 6,81% |
Hierro (hombres) | 1,39 mg | 13,9% |
Hierro (mujeres) | 1,39 mg | 7,72% |
Alérgenos


Paso a paso
Antes de comenzar con la masa, precalienta el horno a 180°C con calor arriba y abajo. Prepara una bandeja de horno y cúbrela con papel vegetal. Separa las claras y las yemas de 4 huevos tamaño XL a temperatura ambiente en dos recipientes distintos.
Bate primero las claras con una pizca de sal hasta que estén blancas y espumosas. Añade 60 g de azúcar poco a poco y sigue batiendo hasta obtener un merengue firme. Reserva.

En otro bol, bate las yemas con los otros 60 g de azúcar durante unos 10 minutos, hasta que estén espumosas, blanquecinas y hayan triplicado su volumen. Añade 1 cucharadita de pasta de vainilla y mézclala bien.
Tamiza 120 g de harina de trigo y agrégala a la mezcla de yemas. Comienza mezclando suavemente con una espátula para evitar que la harina se disperse, y luego termina de integrar con varillas manuales o eléctricas a baja velocidad.

Añade un par de cucharadas del merengue a la mezcla de yemas y harina, y mezcla sin demasiado cuidado para aligerar la masa. Luego incorpora el resto del merengue poco a poco, con movimientos envolventes, procurando no perder el aire.

Pasa la masa a una manga pastelera con boquilla redonda y forma los bizcochos sobre la bandeja, dejando espacio entre ellos. Cada uno debe medir unos 10 cm de largo y entre 1 y 2 cm de ancho. Espolvorea por encima 30 g de azúcar glas tamizado con un colador fino, cubriéndolos de manera uniforme.

Hornea durante 10 a 12 minutos, hasta que estén ligeramente dorados. Una vez listos, retíralos del horno y deja que enfríen en la bandeja durante 10 minutos. Después, colócalos con cuidado sobre una rejilla hasta que se enfríen por completo.

Disfruta del bizcocho de soletilla con un buen chocolate caliente o como parte de otros postres irresistibles.

Consejos y trucos
La esponjosidad de los bizcochos depende del aire incorporado al batir claras y yemas. Al mezclar, hazlo siempre con movimientos envolventes y suaves, usando una espátula, para mantener la ligereza.
Usa huevos a temperatura ambiente. Esto ayuda a que monten mejor tanto las claras como las yemas, lo que facilita obtener una masa más aireada y estable.
Hornea inmediatamente después de formar los bizcochos. Una vez la masa está lista y en la bandeja, hornea sin demora. Si esperas, la mezcla puede perder volumen y los bizcochos quedarán planos.
Una vez fríos, guárdalos en un recipiente hermético, preferiblemente de lata o vidrio, para mantenerlos crujientes por fuera y suaves por dentro. También puedes congelarlos bien envueltos si no los vas a consumir en unos días.
Además de tomarlos solos o con una taza de chocolate caliente, los bizcochos de soletilla son una base excelente para muchos postres. Son imprescindibles en el tiramisú, pero también se usan en charlottes, trifles, pasteles helados y postres en vasito con capas de crema y fruta.