Receta tradicional
Bizcocho de leche, ¡con la receta de la abuela!
Uno de los bizcochos más esponjosos con una miga tierna, húmeda y muy suave.

Entre las recetas de la abuela encontramos uno de los bizcochos más esponjosos, tiernos y altos de todos. Hoy en Cocinatis preparamos ¡bizcocho de leche!
La miga de este bizcocho destaca por su textura húmeda y densa, a la vez que resulta ciertamente esponjosa. Sin mayores complicaciones, seguro que os sorprende lo sencillo que es de hacer para que quede con un resultado tan característico.
Su sabor, además, es suave, al estilo del bizcocho de nata o el clásico bizcocho de yogur, lo que lo hace perfecto para personalizar y acompañar como más nos guste. A nosotras, por ejemplo, nos encanta con manjar blanco o chocolate.
Si os encanta preparar vuestros propios postres en casa y hacer bizcochos de todo tipo, ¡esté clásico de bizcocho de leche no puede faltar en vuestro recetario! Tomad buena nota de las cantidades de ingredientes, así cómo del paso a paso y todos los trucos que os hemos ido dejando durante la elaboración, ¡que seguro os saldrá perfecto!
Índice de contenidos
Ingredientes

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290 gramos de harina de trigo
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250 mililitros de leche entera
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225 gramos de azúcar
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4 huevos
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200 gramos de mantequilla
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10 gramos de levadura química
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1 cucharadita de extracto de vainilla (opcional)
Raciones
8
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
10 m
Cocinado
50 m
Tiempo total
60 m
Informacion nutricional
Valor nutricional (*por ración)
Cantidad | % | |
---|---|---|
Energía | 462,34 kcal | 23,12% |
Proteína | 7,74 g | 10,32% |
Hidratos de carbono | 53 g | 19,27% |
Azúcares | 26,38 g | 52,76% |
Grasa total | 24,74 g | 31,66% |
Grasa saturada | 12,29 g | 67,27% |
Grasa polisaturada | 1,2 g | 10,91% |
Grasa monosaturada | 7,52 g | 17,09% |
Colesterol | 180,5 mg | 60,17% |
Fibra | 1,12 g | 3,73% |
Sal | 1,6 g | 32% |
Sodio | 0,04 g | 0% |
Calcio | 58,71 mg | 4,89% |
Yodo | 0,33 mcg | 0,22% |
Hierro (hombres) | 1,17 mg | 11,7% |
Hierro (mujeres) | 1,17 mg | 6,5% |
Alérgenos



Paso a paso
Hacer este bizcocho de leche es algo diferente, ¡vamos a comenzar por preparar el molde!
Engrasa el molde desmontable de unos 20 centímetros con mantequilla fundida o aceite de girasol. Enharínalo también, paredes incluidas, y habiendo repartido bien la harina, retira el exceso. Crea una clase de ampliación de las paredes hacia arriba con papel de horno, un estilo de cilindro para poner dentro del molde.
Al ser más estrecho el molde y subiendo las paredes con el papel vegetal, obtendremos un bizcocho más alto y vistoso.
Ahora sí, ¡vamos con la masa del bizcocho! Vamos ha preparar una crema de leche. Para ello, agrega en una cazuela la leche y la mantequilla. Añade también el extracto de vainilla si has optado por agregarle este toque de sabor a tu bizcocho.
Funde la mantequilla en la leche a fuego medio sin dejar de remover e, importante, sin dejar que rompa a hervir. Retira la cazuela del fuego y deja atemperar mínimo unos 15 minutos.
Mientras tanto, casca los huevos en un bol grande y agrégales el azúcar también. Bate con las varillas eléctricas hasta que la mezcla cambie a un color blanquecino y resulte algo más cremosa.
Agrega la leche, todavía caliente, al bol poco a poco y sin dejar de batir, esta vez, con las varillas manuales. Tamiza la harina junto con la levadura química, en varias tandas, integrándola en la masa con movimientos suaves y envolventes antes de añadir más.
Con una mezcla homogénea lista, viértela en el molde que has preparado previamente ¡y al horno!
Golpea suavemente el molde con la masa dentro contra la mesa o encimera. Esto favorecerá que la miga del bizcocho quede más homogénea al eliminar las burbujas de aire que hayan podido quedar al volcarla al molde.
Introduce el bizcocho de leche en el horno precalentado a 180ºC, con calor arriba y abajo, unos 40 minutos. Pasados estos minutos, apaga el horno y deja que repose dentro de él unos 10 minutos. Una vez listo, saca y deja templar antes de desmoldarlo para evitar que se rompa.
Sirve y disfruta del más esponjoso e irresistible bizcocho de leche acompañado como más te guste.
Con chocolate, azúcar glas, un café para merendar... ¡las opciones son tantas como los gustos! Os dejamos con más ideas para decorarlo y acompañarlo en consejos y trucos.
Prepara el molde engrasándolo con mantequilla fundida, enharinándolo y haciendo las paredes más altas con papel vegetal.

Funde la mantequilla en la leche en un cazo a fuego medio sin dejar de remover y sin que llegue a hervir. Retira y deja templar 15 minutos.

Bate con la varillas eléctricas los huevos con el azúcar y agrégales la leche sin dejar de batir. Tamiza la harina junto con la levadura poco a poco e integrar suavemente con las varillas manuales.

Rellena el molde y hornea 40 minutos a 180 gados centígrados. Deja reposar 10 minutos más dentro del horno apagado.

Sirve el bizcocho de leche decorado con azúcar glas ¡y a disfrutar!

Consejos y trucos
¿Cómo evitar que se dore demasiado el bizcocho sin hacerse por dentro?
Si observas que la parte superior del bizcocho está tomando un color demasiado tostado sin llegar a hacerse por dentro, ¡atenta!
Posa un trozo de papel de aluminio sobre él, simplemente pósalo, sin ajustarlo al molde. De esta manera, evitamos que el calor dé directamente al bizcocho y favoreceremos que se vaya haciendo por dentro, poco a poco, sin quemarse.
Con qué acompañar el bizcocho de leche
Se trata de un bizcocho que ya triunfa por si mismo con un poco de azúcar glas por encima. No obstante, si queréis darle un toque más personal, ¡quedará genial también!
Su sabor suave nos invita a probar una gran variedad de combinaciones, así como utilizar los grandes clásicos que sabemos que no fallan. Nuestro favorito: el chocolate. En pepitas en la masa, fundido por encima como cobertura o relleno en forma de crema de chocolate, ¡siempre queda bien!
Estamos seguras de que en la cocina anglosajona lo acompañarían con crema inglesa por encima, lo que seguro está buenísimo y nos anima a probarlo también con crema de limón. ¡Una combinación que nunca falla!
Muchos acompañan el bizcocho de lecho con dulce de leche ¡y vaya acierto! El que sea más dulce, potencia mucho su sabor. Y si ya lo untáis en café o un vaso de leche... ¡insuperable!