Receta tradicional
Fideos a la cazuela, la receta tradicional con costilla
La receta de fideos a la cazuela más sabrosa con costillas, verduras y un buen caldo de carne

Los fideos a la cazuela son un plato de la cocina tradicional que nos conecta con los sabores de siempre y se adapta a los ingredientes de cada despensa y gusto personal.
En esta ocasión, hemos optado por preparar esta receta con costilla de cerdo, un ingrediente que aporta sabor y jugosidad al conjunto. Aunque puede cocinarse en cualquier tipo de cocina, cuando se prepara a fuego de leña adquiere un sabor especial, con matices ahumados que realzan todos sus ingredientes.
Es un plato perfecto para compartir en familia o con amigos. En definitiva, los fideos a la cazuela son el ejemplo perfecto de cómo la tradición puede transformarse en una experiencia culinaria inolvidable.
Índice de contenidos
Ingredientes

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500 gramos de costilla de cerdo
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sal
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pimienta negra molida
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3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
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2 dientes de ajo
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1 cebolla
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1/2 pimiento verde
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1/2 pimiento rojo
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2 cucharadas de salsa de tomate frito
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1 cucharadita de pimentón dulce
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100 mililitros de vino blanco
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1 litro de caldo de pollo
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350 gramos de fideos gruesos
Raciones
4
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
15 m
Cocinado
45 m
Tiempo total
60 m
Informacion nutricional
Valor nutricional (*por ración)
Cantidad | % | |
---|---|---|
Energía | 784,09 kcal | 39,2% |
Proteína | 32,87 g | 43,83% |
Hidratos de carbono | 67,22 g | 24,44% |
Azúcares | 7,42 g | 14,84% |
Grasa total | 41,85 g | 53,56% |
Grasa saturada | 11,87 g | 64,97% |
Grasa polisaturada | 4,11 g | 37,36% |
Grasa monosaturada | 18,41 g | 41,84% |
Colesterol | 100 mg | 33,33% |
Fibra | 5,11 g | 17,03% |
Sal | 1,8 g | 36% |
Sodio | 0,14 g | 0,01% |
Calcio | 72,4 mg | 6,03% |
Yodo | 9,42 mcg | 6,28% |
Hierro (hombres) | 5,52 mg | 55,2% |
Hierro (mujeres) | 5,52 mg | 30,67% |
Alérgenos



Paso a paso
Comienza sazonando 500 g de costillas de cerdo con sal y pimienta negra recién molida. Si los trozos son grandes, córtalos en piezas más pequeñas, de tamaño bocado, para que se cocinen uniformemente.
Calienta 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra en una cazuela amplia y dora las costillas a fuego medio, asegurándote de que queden bien selladas por todos los lados. Una vez doradas, retíralas de la cazuela y resérvalas.

Pica finamente 2 dientes de ajo, 1 cebolla, 1/2 pimiento verde y 1/2 pimiento rojo. En la misma cazuela, aprovecha el aceite donde doraste las costillas para empezar el sofrito.
Cocina primero el ajo a fuego suave y, antes de que se dore, añade la cebolla junto con una pizca de sal. Cuando la cebolla esté tierna y ligeramente dorada, incorpora los pimientos.
Cocina todo a fuego lento, removiendo ocasionalmente, hasta que los pimientos estén suaves y el sofrito tenga una textura bien reducida y concentrada.

Añade al sofrito 2 cucharadas de salsa de tomate frito y 1 cucharadita de pimentón dulce. Remueve bien para integrar los sabores y, a continuación, vuelve a incorporar las costillas reservadas. Mezcla todo y vierte 100 ml de vino blanco. Cocina a fuego medio hasta que el vino se reduzca y los sabores se concentren, dejando el sofrito impregnado con el aroma del vino.

Añade 1 L de caldo de pollo o de verduras a la cazuela y reduce el fuego. Cocina las costillas a fuego lento durante 30 minutos o hasta que estén tiernas. Si en algún momento notas que el líquido se reduce demasiado, puedes agregar un poco más de caldo o agua caliente para mantener la consistencia adecuada.

Incorpora 350 g de fideos gruesos a la cazuela. Estos pueden ser huecos para absorber mejor el caldo o de otro tipo según tu preferencia. Cocina los fideos en el caldo durante 10-12 minutos, ajustando el tiempo según las indicaciones del envase y el grosor de los fideos.

Cuando estén cocidos, retira la cazuela del fuego y deja reposar los fideos durante 5 minutos antes de servir. Esto permitirá que los sabores se asienten y que la textura sea perfecta. Lleva la cazuela directamente a la mesa y disfruta de este plato reconfortante y lleno de tradición.

Consejos y trucos
Los fideos a la cazuela admiten muchas variaciones. Puedes prepararlos con ingredientes como pollo, butifarra, setas, o incluso optar por versiones de pescado o exclusivamente de verduras.
Es un plato que se adapta fácilmente a la temporada y a lo que tengas en la despensa, lo que lo convierte en una receta ideal para personalizar.
Nosotros hemos optado por fideos gruesos y huecos, que absorben maravillosamente el sabor del caldo, pero puedes usar fideos de otros grosores o tipos según tu preferencia. Solo asegúrate de adaptar el tiempo de cocción a las indicaciones del fabricante para conseguir la textura perfecta.
Un paso clave en esta receta es cocer las costillas de cerdo en el caldo hasta que estén tiernas. Esto no solo ablanda la carne, sino que también enriquece el caldo con su sabor, aportando profundidad al plato.
En este guiso, el sofrito es uno de los elementos más importantes. Dedica tiempo a cocinarlo a fuego lento, dejando que los ingredientes como cebolla, tomate, ajo y pimiento se caramelicen y concentren sus sabores. Cuanto más sabroso sea el sofrito, más delicioso será el resultado final.