Los 7 tipos de patatas fritas más famosos y las recetas para hacerlas en casa
Fáciles e irresistibles
Descubre los cortes y estilos de patatas fritas que conquistan en todo el mundo

Crujientes, doradas y tan adictivas, las patatas fritas son el acompañamiento perfecto en medio mundo. No importa si las prefieres en formato clásico, extrafinas o al estilo Deluxe, ¡siempre hay un estilo de patata frita perfecto para cada gusto y ocasión!
Si nos paramos a pensar, llega a ser sorprendente cómo, detrás de un plato tan simple a primera vista como puede ser el freír unas patatas, realmente se esconde todo un universo de técnicas, cortes y estilos. Desde las más tradicionales hasta las que imitan a grandes cadenas de comida rápida con sus especias y sabores únicos, cada tipo de patata frita tiene su toque, sabor y textura, así como también tienen su propio secreto para que queden perfectas.
Te contamos cuáles son los tipos de patatas fritas más famosos y cómo prepararlas en casa para disfrutarlas en su mejor versión sean del tipo que sean.
Los tipos de patatas fritas más populares
Las patatas fritas no son todas iguales, eso lo sabemos todas. Pueden variar tanto el corte y el grosor, como la técnica de la fritura, siendo el resultado completamente distinto entre unas y otras. Estos son los estilos que más triunfan. ¿Las has probado todas?
Patatas fritas clásicas
Las patatas fritas de toda la vida. Corte en bastón, grosor medio y fritura en aceite bien caliente. Quedan irresistiblemente crujientes por fuera y tiernas por dentro. El secreto que pocas conocen está en freírlas en dos tiempos: primero a fuego medio para cocer por dentro y queden tiernas, después a fuego alto para dorar y conseguir ese efecto crujiente por fuera.
Patatas paja
Finitas y muy muy crujientes, las patatas paja son perfectas como guarnición o para coronar platos como un solomillo o un huevo frito. Se consiguen con un rallador especial o una mandolina y se fríen rápido porque se doran en segundos.

Patatas gajo
Más rústicas, con piel incluida y corte irregular. Las patatas gajos, además, suelen hacerse con hierbas, especias o pimentón. Quedan deliciosas fritas, pero también al horno, por lo que, si quieres hacerlas algo más sanas sin tanto aceite, ¡no lo dudes! Son las ideales para quienes disfrutan de ese toque más casero y rústico.

Patatas onduladas
Aunque se puede llegar a pensar que estas patatas son así por pura estética, lo cierto es que el corte en zigzag les da un extra de superficie crujiente que, además, al untarlas en la salsa, retienen mucha más de ésta y tienen más sabor.
Se pueden hacer con una mandolina especial y son las favoritas de muchos por su textura. Al sumergirlas en salsas, atrapan mucho más sabor.

Patatas estilo americano o fries
Más largas y finas que las clásicas, las patatas fritas americanas son aquellas que aquí entendemos como las de las cadenas de comida rápida. Se fríen a alta temperatura para que queden crujientes y se les suele añadir la sal (abundante) justo al sacarlas del aceite. Son de las más adictivas, aunque creemos que la mayoría coincidiremos, ¡no las más deliciosas!

Patatas Deluxe
De corte más grueso, con piel y especias, las patatas Deluxe también son típicas en muchas cadenas de comida rápida, eso sí, ¡no tienen nada que ver a las caseras! Mucho más ricas, naturales y con una textura más jugosa.
Se fríen o se hornean, con ambas técnicas quedan genial. Se suelen ver como una alternativa más gourmet a las patatas fritas más clásicas. Las especias son clave en este estilo, con un toque de ajo en polvo o romero te aseguramos que ya se transforman en un aperitivo irresistible.

Chips de patata
Estas son las patatas fritas más finas y crujientes, las patatas de bolsa como las solemos conocer. Se cortan lo más fino posible, casi transparentes y se fríen hasta que quedan como una lámina dorada.
Aunque asociamos los chips a las bolsas industriales, ¡hechas en casa ganan muchísimo en sabor (y calidad)! Aunque ya te adelantamos que no son las más fáciles de hacer, así que no te frustres si no te salen genial a la primera.
Prueba a cortarlas con una mandolina muy finas (también puedes hacerlas onduladas) y fríelas en abundante aceite muy caliente. Eso sí, ¡muy atenta y rápida para que no se quemen! Una vez fritas, prueba a añadirles sal y las especias que más te gusten.

Patatas fritas en dados
¡Un clásico de los bares españoles que no podíamos dejar fuera! Para este tipo de tapas, las patatas suelen cortarse en dados grandes y freírse hasta quedar doradas y crujientes por fuera, pero especialmente tiernas por dentro.
Lo que las hace únicas es también las salsas con las que se suelen acompañar: la salsa brava o el alioli. Ligeramente picantes son las encargadas de convertir un simple plato de patatas fritas en dos de las tapas más famosas de nuestra gastronomía.
Consejos para hacer patatas fritas perfectas en casa
Aunque cada tipo de patata frita tiene su técnica, ¡hay algunos trucos que funcionan siempre! Toma buena nota, porque notarás mucho la diferencia y ya no habrá vuelta atrás:
- Usa patatas de freír. Éstas tienen menos agua y más almidón.
- Lava y seca bien antes de freír las patatas en bastones, así quedarán más crujientes.
- Fríe en tandas pequeñas, sin amontonarlas, para que el aceite no pierda temperatura.
- Escúrrelas sobre papel absorbente una vez fritas y agrega siempre la sal justo al sacarlas y no antes.