Las 3 claves para hacer patatas al horno crujientes y deliciosas
Patatas al horno crujientes

Las patatas al horno son el acompañamiento perfecto de carnes, pescado o verduras asadas. También resultan uno de los aperitivos más irresistibles y versátiles al poder acompañarlas por toda una variedad de salsas, que siempre quedarán buenísimas.
Hechas al horno evitamos agregarles el exceso de grasa y calorías que les aportamos al hacerlas fritas.
Muchas veces hemos escuchado que, asadas no quedan tan crujientes como en la sartén y que, por lo tanto, no es lo mismo y no están tan ricas. Pues lejos de esta creencia, os aseguramos que bien podemos hacer unas patatas al horno tiernas, como podemos conseguir un resultado muy crujiente.
Todo depende de cómo las preparamos previo a su horneado y el resultado que busquemos. A continuación, os traemos hasta cuatro técnicas, dos de ellas con un ingrediente diferente que marcará la diferencia, para conseguir unas patatas crujientes perfectas hechas al horno.
Estos trucos os sirven igualmente si vais a hacer las patatas fritas en freidora de aire, solo tendréis que ajustar las cantidades y los tiempos.
Patatas al horno
Antes de ir con las cuatro técnicas, os dejamos por aquí unas cuantas indicaciones básicas para hacer las patatas asadas y que aplicaremos en las cuatro opciones.
Mismo tamaño
Corta las patatas en trozos del mismo tamaño, ya sea en dados, rodajas o bastones. Ten en cuenta que el tamaño también influirá en los tiempos y el resultado, necesitando las más grandes más tiempo y las pequeñas menos.
El cortarlas con piel o sin piel es cuestión de gustos. En caso de no pelarlas, aseguraos de limpiarlas bien para retirar los restos de tierras o suciedad.
Condimenta las patatas
Condimentamos las patatas al horno en cualquiera de los casos con aceite y sal. Podéis agregar además de estos das opciones, otras especias para darles más sabor, al estilo de las patatas Deluxe.

No amontonarlas
Es importante que a la hora de disponerlas en la bandeja de horno o en la fuente apta para este no amontonéis las patatas. Así todas recibirán el mismo calor y quedarán crujientes por igual.
Tiempo y temperatura del horno
Hornearemos las patatas entre 25 y 30 minutos a 190-200ºC en el horno precalentado. Como os comentábamos, dependiendo del tamaño de las patatas troceadas puede que el tiempo varíe, así que estaos atentas para que no se quemen.
Remover las patatas en el horno
Para asegurarnos de que queden homogéneamente doradas y crujientes, es recomendable removerlas durante en el tiempo en el horno cada 7 o 10 minutos. Así el calor se repartirá y quedarán uniformes en cuanto a su resultado.
Patatas crujientes
La más sencilla de todas las técnicas es dejar a remojo las patatas antes de hornearlas.
Una vez cortadas las patatas, dejadlas reposar cubiertas por agua fría unos 10 minutos para que suelten el almidón. Pasados estos minutos, escurridlas, secadlas con papel de cocina o un trapo limpio y disponerlas sobre la bandeja de horno. Sin amontonarlas, recordad.
Agregad por encima aceite y sal, así como alguna especia más a vuestro gusto y horneadlas 25-30 minutos a 210ºC para que queden tiernas. Para el toque crujiente y un color dorado irresistible, subid la temperatura 250ºC y horneadlas unos 5 minutos más.

Patatas crujientes y doradas
En este caso vamos a hervir las patatas antes de introducirlas en el horno.
El proceso es tan sencillo como cortar las patatas y hervirlas en agua unos 5 minutos, no hace falta más. Pasado este tiempo, escurridlas, secadlas y extenderlas sobre la bandeja con aceite y sal.
Una vez horneadas su resultado será más dorado todavía. La capa exterior se mantendrá crujiente mientras que el interior resultará blandito y tierno.
Al hervir las patatas antes de asarlas, rompemos su almidón superficial y lo convertimos en azúcares simples, lo que provoca que las patatas al horno luzcan un dorado más intenso.
Patatas firmes y crujientes
Para un resultado más firme incluso en el interior, vamos a hervir las patatas antes de hornearlas, ¡pero con un ingrediente extra!
Poned a hervir las patatas cortadas unos 5 minutos como en la técnica anterior, pero en este caso, agregar un chorro de vinagre al agua de la cocción.
El proceso de a continuación es prácticamente igual. Escurrir, secar y hornear con aceite y sal.
El vinagre durante la cocción lo que hace es reforzar el almidón del exterior, por lo que, como resultado al asarlas, quedan más firmes y compactas, con una corteza crujiente y muy agradable.

Las patatas más crujientes al horno
Para conseguir las patatas al horno más crujientes de todas, seguiremos la misma técnica de hervirlas antes de hornearlas, pero agregando un ingrediente clave que marcará totalmente la diferencia.
Pon a hervir las patatas cortadas en agua y agrega una cucharada de levadura o bicarbonato de sodio. En este caso, coced las patatas hasta que estén suaves (no descompuestas), como alrededor de unos 20 minutos, dependiendo del tamaño también.
La levadura o el bicarbonato lo que hacen es ablandar mas rápidamente la celulosa y los almidones. De hecho, podréis comprobaréis rápido el efecto que provoca en las patatas al agregarles en un bol (escurridas y secas ya) el aceite y la sal. Su textura se volverá porosa.
Extendedlas sobre una bandeja, sin amontonarlas y pasad a hornearlas. El resultado será notablemente más dorado y mucho más crujiente, por fuera y por dentro.