Salmón marinado: ¿Se congela antes o después de marinar?

Seguridad alimentaria

Todo lo que debes saber sobre cuándo congelar el salmón para evitar riesgos y conservar el sabor

Salmón marinado
Salmón marinado

El salmón marinado es una toda una delicia versátil que bien podemos disfrutarlo como el salmón ahumado en ensaladas, tostadas, tartares o más aperitivos. Hacerlo en casa es de lo más sencillo, solo necesitaremos las especias propias de la receta (que puedes adaptar) y un poco de paciencia.

Ahora, una duda de lo más común y que vemos que se repite cuando compartimos la receta en redes es si el salmón debe congelarse antes de marinarlo; incluso si se puede congelar el salmón marinado una vez listo.

Resulta que la respuesta no es tan sencilla, ya que depende de varios factores, entre los cuales debemos valorar la seguridad alimentaria y la calidad del producto final.

La principal preocupación es el consumir pescado crudo o poco cocinado, ya que esto supone correr el riesgo de contraer anisakiasis, una enfermedad provocada por el parásito Anisakis. Te suena, ¿verdad?

Este parásito puede encontrarse en las tripas de algunos pescados y cefalópodos y puede causar síntomas como dolor abdominal, náuseas y vómitos. Para prevenir antes que curar, es recomendable congelar el pescado previo a consumirlo crudo o marinado, como es en este caso del salmón.

Además de por seguridad, también nos preocupa el mantener la calidad del salmón marinado tras congelarlo, ya que puede verse afectada. La formación de cristales de hielo puede alterar tanto la textura como el sabor del pescado. Por lo que es importante saber cómo congelar de manera correcta y cómo descongelarlo para disfrutarlo en su mejor versión posible.

Te explicamos cuándo y cómo congelar el salmón marinado para que puedas disfrutarlo con total seguridad y aprovechar todo su sabor.

¿Cuándo congelar el salmón marinado?

Podemos congelar el salmón marinado antes o después de marinarlo realmente. Las dos opciones son válidas, cada una con sus ventajas.

Congelar el salmón antes de marinar

La forma más segura de preparar salmón marinado es congelarlo antes de comenzar a marinarlo, ya que con esto aseguramos que cualquier posible presencia del parásito Anisakis que te comentábamos antes sea eliminada.

Para ello, debemos congelar el salmón a una temperatura de -20°C o inferior durante al menos ¡5 días! Ten paciencia y cumple los tiempos para que resulte eficaz.

Una vez descongelado el salmón en la nevera (nunca a temperatura ambiente), ya puedes pasar a marinar el salmón con la mezcla de sal, azúcar y especias. Después será cuestión de dejarlo reposar en el frigorífico durante 24-48 horas, según la intensidad de sabor que gustes, ¡y listo!

Congelar después de marinar

Si prefieres marinar el salmón antes de congelarlo, también es posible, pero con ciertas precauciones. Congelándolo una vez marinado, conservaremos mejor el sabor y la textura del pescado.

Para ello, después de marinarlo, envuelve cada pieza de salmón en film transparente y guárdalo (por raciones) en una bolsa de congelación al vacío o un recipiente hermético. Asegúrate de eliminar todo el aire posible para evitar la formación de cristales de hielo, los cuales puedes afectar al sabor y textura.

Descongélalo siempre dentro de la nevera, nunca a temperatura ambiente y ten presente que, descongelado el salmón ya marinado, debe consumirse en un plazo de 2 a 3 días máximo.

Consejos para una congelar y descongelar salmón

Congelar y descongelar el salmón de manera adecuada no solo influye en su sabor y textura, ¡sino también en su seguridad! No asumas riesgos y ten en cuenta los siguientes puntos:

  • Congelación rápida: Congela el salmón cuanto antes (cuanto más fresco mejor) y lo más rápido posible. Si puedes regular la temperatura del congelador, ponlo a máxima potencia unas horas antes de introducir el pescado.
  • Descongelación segura: Descongela el salmón en la nevera durante 12-24 horas antes de consumirlo. Evita descongelarlo a temperatura ambiente para prevenir la proliferación de bacterias.
  • Nunca recongelar: Una vez descongelado, no vuelvas a congelar el salmón, ya que esto solo afectará negativamente a su textura y sabor.
  • Congela en raciones separadas: Congela el salmón en porciones individuales para descongelar solo la cantidad que vayas a necesitar, así evitarás descongelar de más y verte obligada a tirar lo sobrante.

Recetas con salmón marinado

El salmón marinado es mucho más versátil de lo que parece y puede convertirse en el protagonista de muchas y muy variadas preparaciones que van más allá del clásico canapé o ensalada. ¡Toma nota!

Plato de pasta con salmón ahumado
Plato de pasta con salmón ahumado
  • Tostadas con aguacate: Sobre pan crujiente, añade unas láminas de salmón marinado descongelado, aguacate machacado, unas gotas de limón y un toque de pimienta negra. Ideal para un desayuno energético o un aperitivo elegante.
  • Ensaladas de ahumados: Corta el salmón en cubos y combínalo con rúcula, queso fresco, nueces y una vinagreta de mostaza y miel. La mezcla de sabores y texturas es perfecta para una comida ligera. La ensalada de salmón ahumado con patatas es otra idea estupenda y saciante.
  • Bowls de inspiración asiática (Poke bowl): Mezcla arroz o quinoa con edamame, pepino, zanahoria rallada y salmón marinado. Añade salsa de soja, sésamo y un poco de aceite de sésamo tostado para un toque exótico ¡y listo!
  • Pasta fría o caliente: En platos fríos, como ensalada de pasta con eneldo, o en platos de pasta con salmón calientes, añadida justo al final para que conserve su textura sin cocerse del todo.

Consejos para mejorar el sabor del salmón descongelado

Atenta también a estos aspectos para conservar su sabor y calidad ¡al máximo!

  • Evita recalentar el salmón marinado una vez descongelado, ya que su textura puede volverse gomosa. Es mejor consumirlo en frío o añadirlo al final de las preparaciones.
  • Sazona ligeramente si ya venía marinado, para no sobrecargarlo de sal o especias. Muchas veces, un simple chorrito de aceite de oliva virgen extra es suficiente.
  • Consúmelo pronto: Una vez descongelado, lo ideal es consumir el salmón en un plazo de 2 días, manteniéndolo siempre en la nevera y bien protegido de la humedad y otros olores.
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