¿Se puede congelar el queso?

Tipos de queso que se pueden congelar

se puede congelar el queso
se puede congelar el queso

Unos buenos macarrones gratinados, una lasaña italiana, una fondue francesa, tequeños venezolanos, la cheesecake japonesa... el queso es una parte fundamental en culturas gastronómicas muy diferentes entre sí.

Ya sea como parte de recetas como estas o servido en una buena de tabla de quesos junto con un vino, ¡somos de las que mucho queso nunca es suficiente! Nos encantan los de sabor fuerte así como el de cabra, y los más suaves que se elaboran con queso de oveja. Sea como sea, el queso nunca puede faltar en nuestras casas.

Hay quesos que incluso en la nevera crean con mucha facilidad y rapidez moho o pierden humedad y sabor. Como con otros ingredientes, lo primero que nos viene a la cabeza es la opción de congelarlos, ahora... ¿se puede congelar el queso?

La respuesta más rápida es que sí, ¡pero ojo! Todo depende del tipo de queso, así que atentas, que esto tiene miga.

¿Cuáles son los tipos de queso que se pueden congelar?

Como os decíamos, ¡todo depende del tipo de queso! Tanto su textura como cantidad de agua serán claves para poder hacerlo.

Debemos tener claro que, en el mundo de los congelados, cuanta más agua peor es el resultado de conservación y posterior producto.

Es así, que un queso fresco, por ejemplo, caracterizado por su cantidad de agua y textura húmeda, no es el más aconsejable para congelar. Es más, guardándolo en el congelador obtendremos un queso sin consistencia y sin el suero que lo compone, ya que, a tan bajas temperaturas, sólo conseguiremos romper su estructura.

Los mejores quesos para congelar serán aquellos más duros o de bloque, como suelen ser llamados también. Desde de este grupo entran los quesos de textura más firme, como los semicurados.

No tendremos prácticamente problema en conservar en el congelador quesos como el emmental, edam o gouda. Tipos de queso que soportan bastante bien las bajas temperaturas y su aroma y sabor no se ven casi alterados una vez los descongelamos.

queso semicurado curado
queso semicurado curado

Perdiendo un poco más de sabor y, en la mayoría de los casos, la textura llegando a desmigarse, los quesos curados son otro de los mejores quesos para congelar. Son los mejores para conservar a temperatura ambiente, de hecho.

Su textura poco flexible favorecerá que, una vez haya pasado por el congelador, al cotar se desmigue al haberse deshidratado más. Su aroma puede perder algo de intensidad, así como su sabor no resultar tan intenso como al principio.

El queso manchego curado o semicurado sería uno de los que se incluirían en este grupo.

¿Qué quesos no se pueden congelar?

Dentro de que, como norma general, no recomendamos congelar el queso, existen unos tipos de queso que, estos sí que sí, debemos evitar congelar.

Como os mencionábamos, los quesos con mucha agua son los peores para conservar en el congelador. Es así, el queso fresco, la mozzarella,la burrata que está tan de moda, la ricota, el queso feta de la ensalada griega, el queso marcarpone o el famoso queso de burgos, ¡descartados para congelar!

De hecho, son los que más rápido se estropean aun conservándolos en la nevera.

Sumamos a la lista de quesos que no se pueden congelar los quesos cremosos, como el clásico queso crema que solemos utilizar en canapés, tostadas o como base de la tarta de queso, y las pastas blandas como el queso brie o el camembert.

Estos últimos no los congelamos ya que una vez lo hacemos, perderán completamente su textura y así, el sentido de conservarlos durante más tiempo.

Por último, tampoco es recomendable meter en el congelador quesos del estilo del cabrales o roquefort por sus hongos. Aunque no se verá tan afectada su estructura, su sabor puede cambiar tanto como la textura cremosa que también los caracteriza.

queso fresco
queso fresco

¿El congelamiento daña el queso?

Todo queso que se congele va a perder, en mayor o menos medida como hemos visto, parte de su sabor y aroma. Así mismo, la textura también se ve afecta en prácticamente cualquiera de los casos. Para su mejor conservación en el congelador os recomendamos:

Congelar el queso en porciones para poder descongelar la cantidad exacta una vez queramos utilizarlo sin echar a perder el resto que nos sobre.

Evitar guardarlo en su paquete original y envolverlo en una primera capa de papel de aluminio. Lo que queremos es crear una clase de capa protectora para evitar que se oxide.

Una vez en el papel de aluminio, lo introducimos a su vez en una bolsa de congelar, las clásicas con cierre zip. En este paso, procura que no quede aire dentro de la bolsa (dentro de lo posible).

Para descongelar el queso, debemos procurar que sea un proceso lento durante el que intentaremos que su estructura no se estropee más todavía. Saca el queso del congelador el día anterior y déjalo que se descongele poco a poco en el interior de la nevera. ¡Así de sencillo!

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