El truco para arreglar la pasta pasada de cocción que nadie te había contado
Trucos de cocina
Cómo recuperar la textura de tu pasta demasiado blanda y que vuelva a estar deliciosa
Te despistas un minuto, la pasta hierve más de la cuenta y termina por quedar demasiado blanda. Lo que iba a ser un plato al dente se acaba convirtiendo en una masa pegajosa que ni la mejor salsa puede disimular. Tan sólo un par de minutos pueden ser sinónimo de una textura como ésta.
¡Pero tranquila! En contra de lo que pueda parecer, tu plato de pasta no está perdido. Hay varios trucos que pueden salvar tu pasta pasada de cocción y devolverle esa textura y sabor que los caracteriza cuando están en su punto, al dente.
Y si tu caso va más allá de haberse pasado un poco y ves que no hay vuelta atrás, no te preocupes tampoco. También hay formas muy ricas (y creativas) de aprovecharla sin desperdiciar ni un solo macarrón, espagueti o el tipo de pasta que hayas preparado. ¡Te lo cuento! ¡Vamos allá!
Cómo recuperar la pasta pasada de cocción
Lo primero que tienes que hacer, aunque parezca absurdo decirlo así, ¡es detener la cocción de inmediato! Cuanto más tardes, más blanda quedará.
- Escurre la pasta y, aunque no sea lo que los italianos recomiendan para hacer un plato de pasta, en esta ocasión sí, pásala bajo agua fría para cortar la cocción.
- Añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra para que no se pegue.
- Si vas a usarla enseguida, prueba a saltearla unos segundos en sartén con mantequilla o aceite. Ese toque seco que le da el calor puede devolverle algo de firmeza.
Ante todo, no intentes secarla al fuego sin aceite, ya que de esta manera solo se pegará y se estropeará más todavía. No la tires: la cocina de aprovechamiento da muchas alegrías.
Reutilízala en nuevas recetas
Si la textura ya está demasiado pasada, no intentes arreglarla, ¡reconviértela! Puedes aprovecharla para hacer otro plato diferente al que tenías pensado, en donde la textura pase inadvertida y hasta quede agradecida.
Frittata de pasta
Bate un par de huevos, añade la pasta, queso y lo que tengas por casa (jamón, verduras, hierbas…). Cuájalo en la sartén como si fuera una tortilla. De esta manera tan sencilla, tendrás un plato italiano delicioso y cero desperdicios.
Gratinado al horno
Mezcla la pasta con salsa bechamel o tomate, cubre con queso y hornea hasta que quede dorada. El horno secará el exceso de agua de la pasta y le dará un toque crujiente irresistible. Puedes agregar, como en la anterior receta, el ingrediente extra que gustes, como chorizo, salchichas, verduras, especias…
Ensalada fría
Si la pasta no está demasiado pasada, enfríala y mezcla con ingredientes frescos como tomates Cherry, aceitunas, atún, rúcula, taquitos de pavo… ¡Lo que más te guste! La clave está en que el contraste de texturas hará que el fallo pase desapercibido.
Trucos para disimular la textura
A la hora de disimular la textura de una pasta demasiado cocida, entran en juego tres factores: el contraste de texturas, los sabores y temperatura. Estos truquitos te salvarán cualquier receta.
- Añade contraste: Un topping crujiente (pan rallado tostado, frutos secos, chips de parmesano…) equilibrará la textura.
- Juega con los sabores: Un punto ácido como el del limón, vinagre o tomate refrescará el conjunto y compensará la pesadez de la pasta pasada de cocción.
- Cambia la temperatura: En frío, la pasta blanda se nota menos. Perfecta para una ensalada como comentábamos antes.