Cocina tradicional
Bica gallega
La bica gallega es un bizcocho típico con muchas variantes según la zona en la que se prepara. Nos hemos decidido por una de las versiones más fáciles y ricas.

La bica gallega es uno de los grandes tesoros de la repostería tradicional de Galicia. Este bizcocho se caracteriza por su textura densa pero tierna, su sabor intenso a mantequilla y su irresistible costra de azúcar que conseguimos durante el horneado.
Es perfecta para acompañar el café de la tarde, el desayuno del fin de semana o como dulce casero para sorprender en cualquier ocasión.
Esta receta original está basada en una de las versiones más sencillas de preparar, pero no por ello menos deliciosa. Con pocos ingredientes y una elaboración muy sencilla, puedes disfrutar en tu casa de una de las tradiciones más deliciosas de Galicia.
Índice de contenidos
Ingredientes

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200 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
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400 gramos de azúcar
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4 huevos M
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200 mililitros de nata para montar (35% MG)
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400 gramos de harina de trigo
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15 gramos de levadura química
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azúcar (para decorar)
Raciones
8
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
20 m
Cocinado
30 m
Tiempo total
50 m
Alérgenos



Paso a paso
Precalentamos el horno a 200°C. Batimos 200 g de mantequilla a temperatura ambiente con 400 g de azúcar durante 1-2 minutos, lo justo para se mezcle.
Comenzamos por precalentar el horno a 200°C con calor arriba y abajo. Mientras se calienta el horno, preparamos la masa con calma.
En un bol amplio, batimos 200 g de mantequilla a temperatura ambiente junto con 400 g de azúcar durante 1-2 minutos, lo justo para se mezcle. No hace falta montarlo, solo que la mezcla sea homogénea.

Agregamos, uno a uno, 4 huevos M y batimos ligeramente después de cada huevo hasta que esté homogéneo.

Vertemos 200 ml de nata para montar (con un 35% de materia grasa) y batimos de nuevo para conseguir una crema suave y sin grumos.
En un bol aparte, mezclamos los 400 g de harina de trigo con los 15 g de levadura química. Añadimos esta mezcla seca poco a poco a la masa líquida con ayuda de una espátula o lengua pastelera, con movimientos envolventes para que no pierda aire.

Vertemos la mezcla en un molde forrado con papel de horno, alisando bien la superficie con una espátula, y espolvoreamos generosamente la superficie con azúcar. De esta manera conseguiremos la típica costra crujiente que caracteriza la bica gallega original.

Horneamos a 200°C durante 30 minutos, hasta que, al introducir un palillo de madera, este salga limpio. Si notas que dora demasiado rápido, puedes cubrir con papel de aluminio a mitad de cocción, sin ajustarlo, simplemente posándolo sobre el molde.
Retiramos del horno, dejamos reposar 10 minutos, desmoldamos y dejamos enfriar encima de una rejilla para que no se humedezca la base.

¡Y listo! Ya sólo queda disfrutar de esta delicia de bica gallega con su delicioso sabor y ese contraste de texturas que la hace tan irresistible.

Historia de la bica gallega
La bica gallega tiene profundas raíces en la tradición repostera de Galicia, sobre todo en las provincias de Ourense y Lugo. Cada zona tiene su propia variante de la bica, siendo especialmente conocidas las bicas de Trives, Castro Caldelas y Laza. En todas ellas, la receta básica se adapta al entorno: algunas usan manteca de vaca, otras mantequilla y hay incluso versiones que incorporan masa madre a la receta.
El origen del nombre «bica» no está del todo claro, pero popularmente se cree que puede venir de una palabra gallega que significa «rebanada» o «trozo».
Tradicionalmente, la bica se preparaba en hornos de leña para celebraciones y fiestas locales. Su durabilidad, además, hacía que fuera ideal para conservar durante varios días sin perder su sabor. Hoy en día, la bica ha cruzado fronteras y ya no es raro verla en reposterías o en hogares de fuera de Galicia.
Consejos y trucos
Aunque el ingrediente originales manteca de vaca, al ser difícil de encontrar fuera de Galicia, se utiliza mantequilla y nata con una alto porcentaje de grasa para obtener un resultado similar.
Al tener una masa con alto contenido graso, es importante mezclar lo justo para no sobrebatir y que el bizcocho no quede duro.
La bica gallega la elaboramos con huevos, mantequilla, azúcar, harina y nata. Nos ayudamos de levadura química al ser una masa con mucha grasa, para que suba sin problemas.
La bica gallega se conserva muy bien durante varios días. Aun así, es recomendable guardarla en un recipiente hermético a temperatura ambiente para que mantenga su textura y sabor.
Algunas versiones tradicionales añaden canela, ralladura de limón o incluso nueces picadas a la masa. No es necesario, pero puedes experimentar si lo deseas.
Eso sí, toda bica gallega se caracteriza por una capa exterior cubierta de azúcar que le da un toque especial con el acabado crujiente del horneado.