Cómo limpiar el horno y dejarlo como nuevo sin esfuerzo

Trucos de limpieza

Trucos caseros y productos eficaces para mantener tu horno impecable y sin malos olores

Cómo limpiar el horno
Cómo limpiar el horno

El horno es uno de los electrodomésticos que más utilizamos en la cocina y, al mismo tiempo, ¡uno de los que más pereza nos da limpiar! La manera en la que termina siempre salpicado por las salsas, la grasa y el olor incrustados en las paredes, el cristal con chorretones… Así visto, parece prácticamente imposible el hacer que vuelva a lucir como nuevo o, por lo menos, sin que nos lleve mucho tiempo y trabajo. ¡Pues no es así!

Con los trucos adecuados y un poco de constancia en los días en los que lo utilicemos, limpiar el horno no tiene por qué convertirse en un suplicio. Lo importante es saber elegir el método más práctico y eficaz según el nivel de suciedad de nuestro horno y hacerlo con productos seguros.

Ya sea con soluciones caseras como limpiar el horno bicarbonato y vinagre o con limpiadores específicos del mercado, existen maneras muy diferentes de devolverle ese brillo del principio al horno y ¡sin complicarte demasiado!

Un horno con las resistencias llenas de grasa necesita más energía para calentar, lo que se traduce en un mayor consumo eléctrico.

Limpiar el horno con productos naturales

Si prefieres evitar productos químicos, los remedios caseros serán una alternativa también práctica y eficaz. Son fáciles de aplicar, económicos y, lo mejor de todo, no desprenden olores fuertes ni requieren guantes especiales u otra clase de protección.

Bicarbonato y vinagre

Este dúo es un clásico de la limpieza del hogar. El bicarbonato actúa como un abrasivo suave, mientras que el vinagre potencia su efecto desengrasante. En conjunto, ayudan a desincrustar hasta la grasa más difícil de un horno muy sucio.

Cómo limpiar el horno
Cómo limpiar el horno
  1. Mezcla medio vaso de bicarbonato con unas cucharadas de agua. Remueve hasta formar una pasta.
  2. Extiende la mezcla por las paredes y la base del horno.
  3. Déjala actuar durante varias horas (fundamental), mejor si es toda la noche.
  4. Rocía con vinagre, espera a que comience a borbotear y limpia con un trapo húmedo.

Este método es ideal para suciedad incrustada y grasa acumulada. El único inconveniente es que requiere un poco de paciencia, ya que el tiempo de actuación en el que dejamos reposar el bicarbonato es clave para que surja efecto.

Limón

El vapor del limón es perfecto para desincrustar grasa ligera y dejar, al mismo tiempo, un aroma fresco. Eso sí, no es lo más efectivo si tienes el horno demasiado sucio.

Es ideal este truco si usas el horno con frecuencia y quieres darle un repaso rápido sin grandes complicaciones.

  1. Exprime dos limones y mezcla su zumo con un vaso de agua en una bandeja.
  2. Hornea a 180ºC durante 30 minutos.
  3. Después, pasa un paño húmedo y notarás cómo la suciedad se desprende fácilmente.

¡Un truco extra! Añade rodajas de limón dentro del agua con el zumo para potenciar el aroma al cítrico y el efecto desengrasante sobre las paredes del horno.

Limpiar el horno con productos específicos

En el mercado existen limpiadores en espuma o gel diseñados específicamente para la limpieza del horno. Funcionan muy bien cuando nos enfrentamos a grasa muy pegada o a manchas que llevan meses acumuladas.

Eso sí, al ser productos químicos es importante seguir siempre las recomendaciones del fabricante:

Limpiar el horno
Limpiar el horno
  1. Aplica el producto según las instrucciones del envase.
  2. Deja actuar el tiempo indicado, normalmente entre 15 y 30 minutos.
  3. Retira con una esponja húmeda hasta que no quede rastro.

Aunque son eficaces, conviene usarlos con guantes y ventilar bien la cocina para evitar inhalar vapores. Son una buena opción cuando necesitas resultados rápidos o la limpieza casera no es suficiente porque la suciedad se ha acumulado demasiado. De ahí la importancia de cierta constancia y mantenerlo limpio en el tiempo.

No olvides las bandejas y rejillas

Tan importante como las paredes del horno es limpiar los accesorios que lo acompañan. De nada sirve tener el interior reluciente si las bandejas están llenas de grasa incrustada. Bandejas donde apoyaremos nuestra comida, por cierto.

  • Puedes meter las bandejas y rejillas en el lavavajillas si son aptas para el mismo.
  • Otra opción es sumergirlas en agua caliente con bicarbonato y jabón durante un par de horas antes de frotarlas con un estropajo. Así la suciedad saldrá sin apenas resistencia.
  • Si la suciedad está muy pegada, una mezcla de sal gruesa y limón puede ayudar a arrastrar los restos más difíciles al actuar como un exfoliante.

Trucos para mantener el horno limpio por más tiempo

La mejor limpieza es la que casi no tienes que hacer nada y para eso sólo hay una solución: ¡la prevención! No dejes que se acumule la grasa durante semanas o incluso meses, ya que, a la hora de la verdad, cuando por fin te pongas a ello, te llevará mucho más esfuerzo y tiempo.

Tampoco nos referimos a que realices una limpieza a fondo cada vez que utilices el horno para cocinar, sino que con pequeños cambios en la rutina puedes reducir (y mucho) la cantidad de grasa que desprende al horno una sola preparación:

  • Coloca papel de horno o una bandeja con agua en la base para recoger salpicaduras y no se acumulen en la parte inferior del horno.
  • Limpia ligeramente tras cada uso: procura no olvidarte de pasar un paño húmedo para evitar que la suciedad se acumule. No hace falta que sea una limpieza profunda, sino simplemente pasar el paño ya marcará una gran diferencia.
  • No dejes restos de comida dentro después de cocinar.
  • Si haces asados muy grasos, cubre la carne con papel de aluminio para reducir las salpicaduras.

Estos pequeños hábitos y cambios en la rutina harán que la limpieza profunda sea mucho más fácil e, incluso, menos frecuente.

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