Cómo limpiar la plancha quemada: trucos para dejarla como nueva

¿Se te ha pegado la comida en la plancha y ahora no consigues que quede reluciente? Cocinar a la plancha es una opción saludable, pero mantenerla limpia puede suponer un reto.

Los restos de grasa, alimentos carbonizados y manchas oscuras se acumulan fácilmente si no la limpias tras cada uso. Si dejas pasar el tiempo, pueden, incluso, hacerse casi imposibles de quitar y afectar tanto al sabor como a la higiene de lo que cocines después.

Te contamos cómo limpiar la plancha de cocina cuando está quemada, con métodos caseros, sin rayarla y usando productos que probablemente ya tienes por casa. ¡Toma nota!

Cómo limpiar la plancha de cocina quemada paso a paso

Las planchas, tanto eléctricas como de hierro o acero, tienden a acumular restos si no se limpian en caliente o justo después de usarlas.

Al cocinar a altas temperaturas, cualquier pequeño residuo puede carbonizarse. Además, algunos ingredientes como aceites con bajo punto de humo, salsas con azúcar o incluso marinas especiadas tienden a pegarse más fácilmente. Si cocinas sin papel o sin aceitar bien, el riesgo de que se queme algo es aún mayor.

Con una buena limpieza y mantenimiento, tu plancha puede durarte años en perfecto estado. Para ello, lo ideal es limpiarla justo después de cocinar, cuando la superficie aún está caliente (pero no demasiado, para evitar quemaduras).

Pero no te preocupes, si la plancha ya está fría y quemada, también hay formas eficaces de dejarla como nueva. Te explicamos qué hacer en cualquiera de los casos.

Hielo sobre la plancha caliente

Este truco exprés es perfecto para hacerlo justo después de cocinar. La clave está en la diferencia térmica que ayudará a despegar los restos más pegados.

Cómo hacerlo:

• Con la plancha aún caliente (apagada), coloca unos cubitos de hielo directamente sobre la superficie.
• Verás cómo se funden inmediatamente y el vapor ayuda a levantar la suciedad.
• Si la grasa está especialmente incrustada, usa una espátula de madera para raspar con cuidado para no rayar la superficie.
• Seca con papel de cocina y listo.

Ideal para planchas eléctricas, planchas de terracota o para las planchas de hierro sin antiadherente.

Bicarbonato y agua tibia

Una fórmula clásica, económica y no abrasiva, ideal para planchas ya frías.

Cómo hacerlo:

• Haz una pasta con 2 cucharadas de bicarbonato y un poco de agua tibia.
• Aplica sobre la superficie fría.
• Deja actuar unos 15 minutos.
• Frota con un estropajo suave o una esponja no metálica (no queremos que se raye).
• Aclara con un paño húmedo y listo.

Este truco es muy útil para planchas de acero inoxidable o hierro fundido.

Vinagre caliente

El vinagre desengrasa y ayuda a eliminar restos resecos o quemados.

Cómo hacerlo:

• Calienta un poco de vinagre blanco (sin que llegue a hervir).
• Vierte sobre la superficie de la plancha y deja actuar unos minutos.
• Raspa los restos pegados con una espátula de madera o silicona para evitar rayar la superficie.
• Para terminar, pasa un paño húmedo para eliminar los restos.

Puedes repetir el proceso si hay zonas muy quemadas, pero cuidado a la hora de raspar para evitar dañar la superficie.

Sal gruesa y papel

Esta resulta una opción muy práctica para eliminar grasa incrustada sin dañar el material.

Cómo hacerlo:

• Espolvorea sal gruesa sobre la superficie tibia o caliente (no demasiado caliente).
• Coloca una hoja de papel de cocina encima.
• Usa una espátula o cuchara de madera para frotar suavemente, con cuidado para no dañar la plancha.
• Retira la sal con un paño húmedo y listo.

La textura de la sal ayuda a arrastrar residuos sin rayar la plancha, aunque tampoco conviene ejercer demasiada presión o ser demasiado bruscas.

Cómo limpiar una plancha eléctrica o de hierro fundido

Las planchas eléctricas requieren un poco más de cuidado, sobre todo si tienen recubrimiento antiadherente. ¡Nunca uses estropajos metálicos ni productos abrasivos! Es importante cuidar bien el recubrimiento y mantenerlo intacto.

Para planchas eléctricas:

• Asegúrate de que está desenchufada y fría.
• Usa una esponja suave con un poco de jabón neutro y agua tibia.
• Aclara con un paño húmedo y seca bien.

Para planchas de hierro fundido:

• Limpia siempre en caliente para evitar que se endurezca la grasa.
• Evita sumergirla en agua, ya que podría oxidarse.
• Usa solo sal gruesa y una toalla seca para arrastrar los restos.
• Aplica una capa fina de aceite vegetal al terminar para conservar el material como nuevo durante más tiempo.

Consejos para evitar que la plancha se queme

Un buen mantenimiento después de su uso es clave para alargar la vida útil de tu plancha y evitar someterla a limpiezas más duras a posteriori. Aquí tienes algunos consejos prácticos para cuidarla como se debe:

• No cocines sin engrasar ligeramente la superficie. Con un poco de aceite es suficiente.
• Usa papel vegetal o láminas antiadherentes si vas a hacer alimentos delicados como pescado a la plancha.
• Evita verter salsas azucaradas directamente sobre la plancha. Es fácil que se quemen y resultan muy pegajosas.
• Limpia tras cada uso, aunque no se vea sucia, así evitarás que se acumule la grasa.

Recuerda que una plancha limpia no sólo mejora el sabor, ¡sino también la seguridad alimentaria en tu cocina!