Cómo limpiar la vitrocerámica para que quede reluciente
Trucos de limpieza
Trucos caseros, productos recomendados y consejos para eliminar manchas, quemaduras o arañazos

La vitrocerámica resulta cómoda, segura y práctica en la cocina, pero su superficie brillante es verdad que exige ciertos cuidados especiales. Con el uso diario, le salen manchas quemadas, salpicaduras y hasta puede que se quede opaca y sin brillo si no la limpiamos bien.
Por suerte, mantenerla impecable no requiere productos caros ni dedicar horas a su limpieza. Con una rutina sencilla, materiales básicos y algunos trucos caseros, ¡tu placa puede lucir siempre como nueva!
En este artículo te explicamos paso a paso cómo limpiar bien la vitrocerámica, cómo eliminar manchas difíciles, protegerla frente a futuros rayones y mantenerla brillante y funcional ¡durante mucho más tiempo!
Limpieza diaria: lo más importante
Antes de adentrarnos en una limpieza más profunda, ten muy presente que ¡la limpieza habitual marca la diferencia! Más vale prevenir que curar, por lo que, fieles al dicho, la mejor prevención es actuar diariamente después de cocinar, cuando la placa justo se haya enfriado.
- Asegúrate de que esté apagada y fría.
- Pasa un paño de microfibra con agua y jabón.
- Evita arrastrar ollas o estropajos abrasivos.
Así eliminaremos restos de alimentos y grasa sin rayar. Además, evitaremos que se acumule la suciedad o se endurezca, lo que hará que la limpieza a fondo sea mucho más sencilla y rápida a su vez.
Limpieza a fondo de la vitro paso a paso
Aunque la limpieza diaria ayuda a mantener la vitro en buen estado, hay momentos en los que necesitamos una limpieza más profunda. Las manchas persistentes, la grasa acumulada o los restos que se han quemado requieren productos y utensilios específicos para que salgan.
Toma buena nota que te explicamos cuáles son los más eficaces y cómo usarlos de manera correcta para que resulten eficientes y seguros para la superficie.
Uso de limpiador específico
Si la vitrocerámica tiene suciedad incrustada, lo ideal es un producto específico para vitros y placas.
- Aplica el limpiador en la placa fría.
- Extiende con una bayeta seca y deja que repose el producto sobre la vitrocerámica durante unos minutos.
- Retira el producto con un paño húmedo.
- Seca y pule con papel de cocina para que quede bien brillante.
Rasqueta para limpiar vitrocerámicas muy sucias
Cuando la suciedad está muy adherida, ¡toca acudir a la técnica de la rasqueta!

- Sujeta la rasqueta con firmeza y colócala a 30°, ni demasiado tumbada ni demasiado vertical.
- Rasca la suciedad para despegarla con cuidado para no rayar la superficie.
- Una vez despegada, limpia con una bayeta como en el punto anterior y listo.
¡Importante! Evita cuchillos o estropajos metálicos, ya que, por muy delicada que vayas a ser, dañarán y rayarán la superficie de la vitrocerámica.
Trucos caseros para manchas complicadas
Además de los productos comerciales, algunos remedios caseros funcionan muy bien.
- Bicarbonato y vinagre (para manchas quemadas): Mezcla 2 cucharaditas de bicarbonato con 10 cl de agua hasta formar pasta. Extiende, rocía vinagre, deja actuar 5 minutos y limpia.
- Limón para desincrustar grasa: Déjalo actuar unos minutos y frota con paño o bayeta suaves.
- Hielo para restos duros: Frota un cubito de hielo sobre residuos pegados para que el frío los endurezca y sea más sencillos quitarlos con la rasqueta.
Cómo eliminar arañazos en la vitrocerámica
Aunque evitarlos es lo ideal, a veces aparecen rayones y no sabemos ni cómo. Para eliminar los rayones (hasta cierto punto) solo necesitarás un trapo y ¡pasta de dientes!

- Limpia la zona afectada.
- Toma un poco de pasta de dientes con el trapo y aplícalo sobre el arañazo, hasta que desaparezca.
- Pasa otro paño limpio sobre la zona para sacar brillo ¡y listo!
Brillo final y mantenimiento
Para un acabado brillante y perfecto, atenta a estos “truquitos caseros:
- Mezcla vinagre y agua, rocía y pule con una bayeta para darle a la vitro un brillo extra.
- Algunos recomiendan pastillas de lavavajillas: dilúyelas en agua, aplica, deja actuar y frota suavemente.
- Evita productos muy ácidos (como vinagre puro continuo), ya que pueden dañar juntas o goma.
Durante todo el proceso, sea el método que sea el que decidas aplicar, nunca uses estropajos abrasivos ni objetos metálicos (como cuchillos).
Consejos extra para proteger tu placa
Para mantener la vitrocerámica impecable por más tiempo:
- Limpia siempre después de usar (evita que la suciedad se endurezca).
- Usa cazuelas adecuadas y tapas para reducir salpicaduras.
- Levanta ollas en lugar de arrastrarlas para evitar rayones. Evita también los golpes por suaves que sean.
- No uses nunca la placa como encimera para cortar alimentos o apoyarlos.
Una opción cada vez más popular es poner protectores de vidrio templado sobre la placa. Protegen la superficie y, además, amplían el espacio de trabajo disponible en la cocina.