El chocolate es uno de los dulces más populares alrededor del Mundo. Blanco, negro o con leche triunfa en postres y aperitivos con ese carácter casi adictivo para algunos. Es así que la semilla del cacao cruzó el gran charco en 1590 a manos de Hernán Cortes revolucionando el mercado y toda una cultura.
Tipos de chocolate
Cómo viene ocurriendo con todos los alimentos, en su justa medida, el chocolate puede resultar muy interesante al contar con propiedades antioxidantes y facilitar el flujo de sangre. No obstante, debemos conocer qué tipo de chocolate elegir para aprovechar sus beneficios.
No todos los chocolates son iguales. Principalmente se componen de cacao y azúcar, pero las proporciones cambien según el tipo. Los más conocidos son:
- Chocolate negro: Es considerado el más saludable al contener menos azúcares y grasas. Para entrar en la categoría de chocolate negro, debe contener mínimo un 43% de cacao. Cuánto más cacao contenga, el sabor será cada vez más amargo al contar como mencionábamos, con menos azúcar y grasas.
- Chocolate con leche: Como su propio nombre indica, a este tipo de chocolate se le añade leche, bajando así su contenido de cacao. De hecho, normalmente esta variedad no contiene más del 20% de cacao y se le añaden grasas vegetales y edulcorantes para sustituir la manteca de cacao.
- Chocolate blanco: Considerado por muchos como el ‘falso chocolate’, esta variedad no contiene granos de cacao. Su composición se basa prácticamente en manteca de cacao, azúcar y lácteos. Su contenido de grasas y azúcares es notablemente mayor, por lo que es el menos ‘saludable’.
¿Cuál es el mejor chocolate para fundir?
Cuanto más azúcar y manteca de cacao, más rápido se nos quemará y estropeará el chocolate. Sabiendo esto, el chocolate blanco es el que mayor complicaciones nos puede dar a la hora de fundirlo. Se quema rápido y los golpes de calor fuertes como en el microondas no son nada prácticos con este tipo.
Ante la duda y para fundir cualquier tipo de chocolate nosotros recomendamos el baño María. Así evitaremos que el chocolate se queme y será mucho más sencillo seguir el proceso.

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Cómo fundir chocolate al baño María
La técnica del baño María es muy sencilla y práctica no sólo para fundir chocolates. Nos permite calentar lentamente y de forma uniforme los ingredientes. Para ello sigue los siguientes pasos:
- Pon una cazuela al fuego con un poco de agua, lo suficiente para que al colocar un bol encima toque la base pero no llegue a desbordarse.
- Añade en el bol las onzas de chocolate y en caso de que la receta así lo requiera, agrega también la leche o la mantequilla.
Consejo: Cuanto más pequeños sean los trozos de chocolate más rápido se fundirá, por lo que os recomendamos que troceéis la tableta en onzas.
- Deja que se caliente y remueve hasta que el chocolate se funda completamente. Debe quedar una mezcla uniforme.
Consejo: En caso de que quede demasiado espeso puedes añadir un poco de leche para aligerarlo.
Recetas de chocolate fundido al baño María en Cocinatis
¡En Cocinatis nos encantan los postres de chocolate! En numerosas ocasiones hemos utilizado el baño María para derretir el chocolate y conseguir ese resultado fundido que tanto nos gusta. Lo hemos disfrutado de muchas maneras y en postres muy diferentes.
En receta de la mona de pascua hicimos una dulce cobertura de chocolate para el bizcocho. Una técnica muy útil para cualquier tipo de tarta que queramos cubrir o decorar con chocolate.
En la receta de crepes con chantilly, elaboramos una dulce e irresistible salsa de chocolate. En este caso añadimos un poco más de leche para que el resultado fuese algo más líquido. Quedó perfecto para regar nuestros crepes y darles ese toque chocolateado al que no nos podemos resisitir.
En las palmeritas de hojaldre fundimos el chocolate para hundir parte de las palmeras y dejarlas enfriar. Al no añadir leche durante el baño María, conseguimos que el chocolate recuperase su estado crujiente, haciendo así de la receta un dulce irresistible.
En las cañas de chocolate y crema, sin embargo, añadimos un poco de mantequilla a la hora de fundir el chocolate para conseguir un resultado algo más suave y cremoso al enfriarlo. De esta manera conseguimos que al partir, morder o cortar las cañas, el chocolate no se resquebraje y sea mucho más cómodo el disfrutar de ellas. ¡Quedan buenísimas!
Cómo mencionábamos antes, el chocolate blanco es el que más inconvenientes puede causarnos a la hora de fundirlo, pero al baño María ¡es súper sencillo! Seguimos el mismo proceso que con los otros tipos de chocolate. Mirad el delicioso resultado que nos dio en la receta de cheesecake de chocolate blanco con mermelada de fresas.
Y por último, cómo postre estrella el coulant de chocolate. En este caso sustituimos la leche por la mantequilla durante el mismo proceso. Así evitamos que al enfriarse se endureciese y al abrir el coulant conseguimos esa maravillosa cascada de chocolate fundido.