Cómo arreglar una salsa salada (trucos que de verdad funcionan)

Trucos de cocina

Trucos caseros y rápidos para salvar una salsa demasiado salada sin tener que volver a empezar

Cómo arreglar una salsa salada
Cómo arreglar una salsa salada | Cocinatis

Un despiste con el salero, un caldo con demasiada sal o ese toque de soja de más que prometía mejorar el sabor de la salsa y ha terminado ¡en catástrofe! Qué fácil es que una salsa quede demasiado salada y qué pereza da tener que volver a empezar de cero… ¡pero de eso nada! No hace falta empezar de cero ni tirar la cazuela entera, ¡te explico como recuperar una salsa demasiado salada! ;)

Arreglar una salsa salada es posible. Aunque parezca absurdo, lo primero que necesitamos es entender por qué ha pasado y así poder aplicar uno de los trucos infalibles que te traigo a continuación. Trucos que he visto en casa (a las verdaderas expertas en la cocina como son mi madre y abuela) y que he aprendido también de cocineros que han querido compartir algunos de sus mejores secretos.

Lo mejor es que todos los ingredientes que necesitas seguramente los tengas ya en la despensa. Y si te ha pasado alguna vez (y a quién no), ¡guarda este artículo! Te servirá para salvar guisos, cremas, sopas o cualquier salsa en la que te hayas pasado con la sal. ¡Vamos allá!

Trucos que funcionan para arreglar una salsa salada

No sirve añadir más agua sin más a una salsa demasiado salada, ya que esto sólo diluirá el sabor general del plato y le hará perder textura para quedar aguada. Aunque existen trucos para espesar una salsa, no es lo más conveniente.

El truco está en equilibrar el exceso de sal con otros sabores o texturas (contrapesar el gusto).

Aquí te dejo los métodos más efectivos según el tipo de salsa o guiso que quieras arreglar. No todos valen igual, pero sí que puedes combinarlos. ;)

Añade ingredientes sin sal

Lo más simple y eficaz es agregar más cantidad de los ingredientes neutros que la compongan. Por ejemplo:

Salsa de tomate
Salsa de tomate | Sofía de la Torre
  • Si es una salsa de tomate, añade más tomate natural triturado.
  • Si es un guiso, echa más verduras o legumbres sin salar.
  • Si es una crema, un poco de agua o caldo sin sal puede ayudar.

En este caso, cuanta más base sin sal, más se equilibra el sabor del conjunto.

Usa el truco de la patata (y cómo hacerlo bien)

Este es el clásico que se escucha siempre para corregir cualquier tipo de plato (salado, quemado, picante…), pero ¡hay que aplicarlo con sentido!

Pela una patata y añádela entera o en trozos a la salsa caliente durante 10-15 minutos. La patata absorberá parte del exceso de sal del líquido, pero, claro, no hace magia. Funciona sobre todo en salsas caldosas, no en reducciones o cremas muy densas. La patata debe tener líquido que absorber.

Equilibra con acidez o dulzor

La acidez es una gran aliada. Unas gotas de limón, vinagre o vino blanco pueden hacer que el gusto de sal se suavice mucho y de manera sorprendentemente eficaz.

Si la salsa lo permite, también puedes usar un toque de miel o zanahoria rallada, que aportan dulzor natural y contrarrestan muy bien el exceso salado.

Añade lácteos o grasa

En caso de salsas cremosas o guisos con cuerpo, la grasa ayuda a suavizar la intensidad salada de maravilla. Prueba con un poco de nata líquida, leche de coco, mantequilla o yogur natural. En purés, cremas o salsas con base de nata, ya sabes, este truco, además de suavizar el sabor, también mejora la textura.

Albóndigas en salsa estilo sueco
Albóndigas en salsa estilo sueco | Cocinatis

Diluir y reducir de nuevo

Al reducir una salsa puede que, al concentrarse, se intensifique demasiado su sabor y quede más salada de lo esperado. En estos casos, prueba a añadir un poco de agua o caldo sin sal y cocina unos minutos más, dejando que reduzca de nuevo a fuego suave.

De esta forma, reequilibramos su sabor sin perder su esencia y, además, podemos controlar la textura evitando que quede aguada.

Trucos extra para prevenirlo (porque lo mejor es no tener que arreglarlo)

Y como más vale prevenir que curar, aquí te dejo algunos consejos que te ayudarán a que tu salsa no quede demasiado salada:

  • Sala poco al principio y corrige al final. Con el último golpe de calor, pruébala y ajusta el punto de sal a tu gusto.
  • Si usas caldos comerciales o soja, ¡prueba antes de salar! Ten en cuenta que ingredientes como estos pueden influir tanto en la receta, que prácticamente nos haga olvidarnos de añadir nosotras la sal.
  • Ten en cuanta que el sabor de la salsa irá cambiando durante la cocción. Las salsas espesan y el sabor cambia, pero también influyen ingredientes que con el calor salan la receta (como el jamón o la panceta).
stats