El truco casero para que la goma del frigorífico vuelva a sellar como nueva

Trucos de limpieza

El secreto casero para que la junta de goma del frigorífico cierre bien otra vez

Cómo arreglar la junta de goma de la nevera
Cómo arreglar la junta de goma de la nevera

Si notas que tu nevera no enfría como antes, forma escarcha o que el motor trabaja más de lo normal, ¡toca revisar qué pasa! En la mayoría de los casos resulta que no es problema del electrodoméstico en sí, sino que lo que el problema viene de la junta de goma de la puerta, detalle que solemos pasar por alto y es fundamental para que el frigorífico funcione bien.

Esta goma, aunque parezca algo secundario comparado con el sistema de motor y enfriado del aparato, realmente es igual de vital para su buen funcionamiento. Es la encargada que garantiza que el frío se quede dentro y que, por lo tanto, los alimentos se conserven en buen estado. Al deteriorarse, se crean fugas y la nevera pierde efectividad, se dispara la factura de la luz y el motor hace un esfuerzo extra que no sólo se refleja en la factura, sino que también hace que se estropee antes.

Afortunadamente, no siempre hace falta llamar a un técnico, ni cambiarla entera, sino que actuando a tiempo, el susto puede quedar en una limpieza. Te explicamos cómo saber si tu goma está en mal estado y según su punto de deterioro, qué truco casero aplicar para salvar tu electrodoméstico y bolsillo. ¡Es muy sencillo verás!

Cómo detectar si la junta del frigorífico está dañada

El primer paso antes de meter mano y tocar la goma es asegurarte que, efectivamente, es la goma lo que falla. Incluso puede darse el caso que notas que el motor está esforzándose demasiado o hace más ruido que de costumbre y no estés segura de si está fallando algo o es normal.

Un truco casero muy sencillo para detectar una goma en mal estado es colocar un folio o un billete entre la puerta y la junta. Si al cerrarla se desliza con facilidad (no hablamos de caerse, sino de deslizarse, moverse…), esto significa que ya no está sellando como debería.

Entre otros síntomas o características más habituales que nos dan una pista sobre que el problema es el sellado de la puerta:

  • Escarcha que aparece en zonas concretas del congelador.
  • Condensación excesiva en el interior.
  • El motor de la nevera funciona más tiempo de lo normal (atenta al ruido de activación y el tiempo que se mantiene).

7 errores comunes que estropean la junta de goma del frigorífico

A veces ocurre sin darnos cuenta y, la mayoría de las veces se puede evitar:

Goma de la nevera sucia
Goma de la nevera sucia
  • La suciedad acumulada puede hacer que la puerta no haga contacto como debe.
  • Rigidez por falta de mantenimiento: Con el paso del tiempo, la goma pierde flexibilidad y deja de adaptarse bien al marco.
  • Deformaciones por forzar la apertura: Al abrir la puerta cuando está pegada suele deformarse.
  • Demasiado calor directo: El agua muy caliente al limpiarla o usar calor brusco (plancha, vapor, secador a alta potencia…) afecta a la elasticidad.
  • Desgaste en los bordes y grietas pequeñas: Aunque pequeñas, son grandes sus consecuencias, ya que impiden que el cierre sea hermético.
  • No secar bien después de limpiar: La humedad residual favorecer la aparición de moho y que el material se deteriore.

Trucos caseros para reparar la junta de goma

Si efectivamente, ves que es la goma lo que falla, ¡vamos al segundo paso! ¿Cómo de deteriorada está? La buena noticia es que no todas las gomas estropeadas necesitan un recambio inmediato. A veces basta con un poco de mantenimiento para que vuelvan a funcionar como nuevas. Te lo explicamos:

1. Limpieza a fondo con agua caliente y jabón

La suciedad y restos de comida suelen hacer que la goma pierda adherencia y no selle de manera eficaz. Limpiándola bien con un paño suave y agua con jabón puedes devolverle flexibilidad, además de eliminar bacterias que deterioran el material a largo plazo.

¡Recuerda limpiar los pliegues! Te sorprenderá cuanta suciedad se puede acumular en estos sin darnos cuenta siquiera.

2. Recuperar elasticidad con calor

Si observas que la goma está rígida o deformada, la solución puede estar en un secador de pelo. Dale calor a la goma con el secador (calor moderado), recorre todo lo largo de la junta para que recupere su forma y se adapte de nuevo al marco de la nevera.

Este suele ser un truco efectivo, pero no a largo plazo. Observa tu nevera en los siguientes días y si ves que la goma vuelve a deformarse repite el proceso. Cuando apremie el tiempo entre una y otra, cambiar la goma entera será más eficaz (te explicamos más abajo cómo hacerlo).

3. Un truco con vaselina o aceite de silicona

Aplicar una fina capa de vaselina neutra o aceite de silicona en toda la junta puede mejorar el sellado y hasta alargar su vida útil. Este tipo de mantenimientos ayudan a evitar grietas y a mantener la goma flexible por más tiempo.

Cuando hay que cambiar la junta sí o sí

Si tras estos trucos la puerta sigue sin cerrar bien, ¡seguramente es que la goma está demasiado dañada! Que no cunda el pánico, la suerte es que la mayoría de los modelos permiten sustituir solo la junta de goma sin tener que reemplazar todo el frigorífico.

Puedes comprar la goma de la nevera en las ferreterías de barrio, por ejemplo. Asegúrate de comprar la buena y vamos a ver cómo colocarla. Suele ser muy fácil siguiendo simplemente las ranuras del marco.

Pasos para cambiar la goma de la nevera

Cómo cambiar la goma de la junta de la nevera
Cómo cambiar la goma de la junta de la nevera
  1. Importante, antes de empezar a hacer cualquier cosa, el desconectar la nevera de la corriente eléctrica por seguridad.
  2. A la hora de retirarla podemos encontrarnos con dos escenarios. Si la goma está colocada a presión, simplemente tira suavemente desde una esquina para soltarla. Si, por el contrario, está atornillada, toca desatornillar todos los tornillos que la sujeten a la puerta para poder quitarla.
  3. Aprovecha a limpiar con un trapo y jabón el riel o canal de la puerta donde se coloca la goma. No te imaginas cuanta suciedad y grasa se puede acumular.
  4. ¡Ahora sí toca a instalar la nueva goma! Comienza por colocar el extremo de la goma en una de las esquinas y, desde ahí, ve presionando para que se meta y ajuste bien al canal de la puerta. Sigue hasta cubrir todo el canal y contorno de la puerta, asegurándote, importantísimo, que quede bien encajada en todo lo largo del canal.
  5. Cierra la puerta y comprueba que la goma sella de forma hermética. Si ves que algo falla, usa el truco del secador y dale un poco de calor.
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