¿Qué alimentos no se deben guardar en la nevera? (Y lo solemos hacer mal)
Alimentos que no se deben meter en la nevera

Hay alimentos que se conservan mejor dentro de la nevera y otros fuera. Hay algunos que, hasta el momento de abrirlos, siempre se quedan fuera y los hay, también, a pesar de estar en el supermercado en las baldas, al llegar a casa es fundamental guardarlos en la nevera.
El mejor ejemplo para estos casos es el debate eterno sobre si los huevos se guardan en la nevera o fuera.
Son aspectos muy influenciados sobre las opiniones populares y costumbres de casa que, muchas veces, ya os adelantemos que son erróneas. Acudimos a la OCU para aprender a cómo colocar los alimentos en la nevera y ahora seguimos los consejos de la Univesitat Oberta de Catalunya (UOC) para conocer qué alimentos no debemos guardar nunca en la nevera.
Nos aconsejan 5 alimentos, pero os lo enriquecemos con otros 7 alimentos más y os explicamos el por qué de cada uno.
Alimentos que no se guardan en la nevera
Hay algunos alimentos que popularmente conocemos que no se guardan en la nevera. El aceite, los encurtidos, las especias y las conservas, ¡estos siempre van fuera de la nevera!
No obstante, hay algunos alimentos que damos por hecho dónde es mejor guardarlos y estamos equivocadas. Más allá de si una zona de la nevera enfría más que otra, hay alimentos que, directamente, los conservaremos fuera del electrodoméstico para que no pierdan sabor, textura y propiedades.
Tomates
De la misma manera que guardar algunos tipos de verduras y frutas en la nevera alargan su tiempo de conservación, hay otras que, al contrario, se estropean con el frío. Y este es el caso de los tomates.
Estamos muy acostumbradas a guardar los tomates en la nevera para mantenerlos frescos, pero lejos de lo correcto, esta fruta pierde tanto sabor como textura con el frío.
La manera correcta de mantenerlos y hacerlos más agradables a la hora de comerlos es guardarlos a temperatura ambiente, en un lugar protegidos de la luz solar directa. De este modo, el tomate conservará su sabor y madurará de manera natural. Puede que no duren tanto, pero su calidad será notablemente superior.

Plátanos
Guardando los plátanos y bananas en la nevera ralentizamos su proceso de maduración. Refrigerarlos antes de tiempo, cuando todavía están verdes, puede llevar a que queden demasiado duros y sin sabor.
Asimismo, el frío también provoca que el color de la cáscara se torne marrón y poco apetecible. Aunque, puntualizamos que por dentro seguramente estén buenos.
A temperatura ambiente es importante también saber cómo guardar los plátanos. Para empezar, necesitan un espacio aireado, fresco y fuera de luz solar directa.
Además, hay que tener en cuenta su emisión de etileno, por lo que no es recomendable juntarlos a otras frutas y verduras.
En Hogarmania, en ¡Nunca guardes estas frutas y verduras juntas! explican bien por qué ocurre este (no nos queremos alargar por aquí ;) ).
Melón y sandia
Guardar el melón en la nevera cuando no toca solo nos lleva a tener una fruta menos sabrosa y con menos textura. La clave está en guardarlos a temperatura ambiente, a poder ser un lugar fresco y seco hasta que estén maduros.
En caso de abrir el melón o la sandía, entonces sí, comprendemos además que está maduro y listo para disfrutar, lo guardamos en la nevera.
Aquí nos conciernen dos asuntos. Por una parte, os dejamos por aquí los trucos para saber que un melón esta maduro y dulce y, por otra, una guía fácil y rápida sobre cómo organizar la nevera según los consejos de la OCU para que no se os estropeen las frutas, ya que no es lo mismo guardarlas en la parte superior que en los cajones.

Cebollas
Estamos realmente muy acostumbradas a guardar las cebollas dentro de la nevera, pero es una practica incorrecta.
Las cebollas se conservan mejor en un lugar fresco y oscuro que en el frigorífico. La humedad de la nevera, de hecho, solo favorecerá que su textura se pierda reblandeciéndose y se estropeen al enmohecerse.
La mejor opción para que duren más y mantengan su sabor es guardar las cebollas dentro de una bolsa de papel o una malla, nunca dentro de una bolsa de plástico que no traspire, en una zona fresca y oscura como comentábamos.
Aunque la descripción del lugar para guardarlas encaje con el de las patatas, no es recomendable juntarlas, ya que los gases que libera la cebolla pueden acelerar la germinación de las patatas y como sabemos no es recomendable comer patatas con brotes.
Ajos
Las cabezas de ajo o dientes de ajo suelen germinar en caso de guardarlas en la nevera empujados por la misma humedad que afecta a las cebollas. El ajo germinado, de hecho, se caracteriza por un sabor más amargo e intenso.
Los ajos están mejor en la despensa, en un lugar fresco y oscuro preferiblemente. No obstante, como pasaba también en el caso de las cebollas, tampoco es recomendable guardar los ajos junto con las patatas, ya que los gases que emiten los ajos favorecen la aparición de brotes en las patatas.
En cómo pelar ajos como caramelos también os explicamos cómo conservarlos durante más tiempo, por ejemplo, congelándolos de manera adecuada.

Patatas
No es tan común guardar las patatas en la nevera, pero por si en alguna casa se da la costumbre, sabed que no es su lugar.
Con el frío, el almidón de la patata se convierte en azúcar, lo que altera su sabor endulzándolo de manera poco agradable. Por lo que las patatas siempre las guardaremos en un lugar fresco, seco y oscuro.
Guardándolas en una zona con estas características, además, las protegeremos también de que le aparezcan las típicas raíces. De hecho, comer patatas con brotes no es recomendable, ya que puede resultar un riesgo para nuestra salud.
Pan y bollería
Tanto el pan, pan de molde y bollería siempre fuera de la nevera. Solemos pensar que guardándolos en frío alargamos su tiempo de conservación, no obstante, se trata de alimentos que absorben fácilmente olores y humedad. Dos factores que alterarán tanto su sabor como textura y, te aseguramos, no será para nada agradable.
Sí que se pueden congelar. De esta manera durarán hasta 3 meses hasta que se deterioren tanto su textura y sabor, como sus propiedades.
Chocolate
El frío de la nevera puede alterar el sabor del chocolate en caso de guardarlo dentro. La mejor opción siempre es buscar una zona fresca en la despensa, sin embargo, con el calor del verano y con opción de que se derrita a temperatura ambiente, entonces sí que la nevera resulta interesante para conservarlo.
Queso curado
No todos los quesos están hechos para guardarse en la nevera y así es el caso de los quesos curados. Estos pueden agrietarse, secarse y hasta perder propiedades y sabor a la temperatura de la nevera.

Miel
La miel sufre demasiado a baja temperatura, por lo que el frigorífico no es ni de cerca una opción considerable para su conservación.
Opta siempre por un bote bien cerrado herméticamente y un armario o despensa lejos de la luz directa.
Café
Tanto el café en grano como el café molido absorben demasiado la humedad por lo que guardarlos en la nevera no es una opción viable si queremos que conserve su aroma y sabor.
El mejor sitio para guardar café es un recipiente hermético en un lugar fresco y seco.
Encurtidos
Una vez abiertos los encurtidos los guardamos en la nevera, pero antes siempre se conservarán mejor en un lugar fresco y oscuro.
Es importante, eso sí, que una vez abiertos, para evitar el crecimiento de bacterias y mantener además su textura y sabor, los introduzcamos en la nevera.