Las conservas imprescindibles que todos deberíamos tener en casa en caso de emergencia
Conservas para emergencias

Ante la incertidumbre global, cortes de luz, catástrofes naturales o incluso conflictos armados, cada vez se extiende más la conciencia de la importancia de estar preparados. De hecho, algunos países ya han recomendado a sus ciudadanos que estén preparados y se hagan con la mochila de emergencias.
Uno de los pilares de cualquier plan de emergencia es, sin duda, la comida en conserva. No requieren refrigeración, tienen una vida útil muy larga y son fáciles de almacenar. Pero, ¿qué conservas deberíamos tener en casa? ¿Cuáles son realmente útiles y esenciales ante una emergencia?
No se trata de acumular sin sentido, sino de elegir los productos idóneos que resulten versátiles, nutritivos y duraderos. El objetivo es que duren y nos nutran durante varios días (o semanas) sin acceso a supermercados ni electricidad.
Estas serían las conservas que no pueden faltar en tu casa y te explicamos el por qué.
Conservas básicas que deberías tener siempre a mano
A la hora de plantear y crear tu despensa de emergencia, lo ideal es pensar en que haya una cierta variedad y equilibrio nutricional.
No se trata solo de llenar los estantes y guardar comida como roedores, sino de seleccionar bien los alimentos que realmente te nutran, se adapten a diferentes situaciones y, en definitiva, resulten útiles en caso de emergencia y escasez.
Te lo dividimos en categorías esenciales de conservas, con ejemplos concretos y prácticos para cada una, para que sea más sencillo visualizarlo.
Proteínas
Las proteínas deben ser tu prioridad al planificar una despensa de emergencia, ya que serán las encargadas de aportarnos energía sostenida, además de que son esenciales para mantener el cuerpo fuerte en situaciones de estrés.
- Atún, sardinas o caballa en aceite: Son ricos en omega-3, proteínas y fáciles de consumir directamente. Es interesante que sean en aceite al prolongar éste su durabilidad y aportar calorías extra.
- Legumbres cocidas ( garbanzos , lentejas y alubias ): Las legumbres son grandes fuentes de proteínas vegetales, fibra y minerales. Se pueden comer frías en caso de no ser posible el calentarlas.
- Carne enlatada (pollo, pavo, fiambre de cerdo...): No es lo más gourmet ni apetecible, pero este tipo de carne nos aporta nutrientes valiosos, además de que, de esta manera, se conserva durante años.
Verduras en conserva: vitaminas que duran
Las verduras en conserva son también esenciales ya que nos aportarán fibra, vitaminas y micronutrientes. También son un punto clave en cuanto a la variedad en las comidas en caso de darse una situación ciertamente prolongada.
- Maíz dulce, guisantes, espárragos y champiñones, entre otros. Son versátiles y ayudan a mantener una dieta más completa.
- Tomate triturado o en cubos: Además de sus nutrientes, este tipo de conserva nos da la oportunidad de preparar salsas y dar sabor a platos hechos con otros ingredientes enlatados. Es una de las conservas caseras más fáciles de preparar.

Frutas en almíbar o zumo natural
La fruta nos aporta azúcares naturales y energía. En almíbar o conservado en su jugo natural nos da la opción de mantenerlas durante mucho más tiempo.
También son una forma práctica para variar la alimentación y mantener algo de dulzor en la dieta.
Conservas complementarias para una despensa completa
Una vez cubiertos los básicos (proteínas, verduras y fruta), es momento de pensar en aquellos productos que complementan y enriquecen nuestra alimentación que también debemos tener presentes durante una emergencia.
Más allá de la variedad, que también la aportan claro, también pueden ayudarnos a mantener el ánimo en momentos difíciles.
Son opciones que pueden no considerarse imprescindibles como tal, pero que pueden marcar una gran diferencia en tu bienestar diario, ánimo y estabilidad mental, sobre todo, si la situación de emergencia se prolonga y dura más de lo esperado.
Platos preparados y listos para consumir
Cuando el tiempo, la energía o los recursos escasean, tener platos listos para abrir y comer ¡puede ser un verdadero salvavidas! Aunque no sea lo más apetecible, dada la situación los agradecerás.
- Sopas enlatadas, guisos y potajes preparados: Suelen ser ricos en calorías, por lo que son ideales para situaciones de emergencia.
- Platos étnicos en lata (curry, chili, fabada...): Son una buena opción para romper la monotonía, además de resultar calóricos y saciantes.
Leche evaporada o condensada
Contar con una fuente de lácteos o alternativas vegetales (coco, almendra, soja...) romperán con la monotonía, subiendo el ánimo, al enriquecer comidas, postres o, simplemente, al completar una bebida caliente.
Pan en conserva o galletas saladas
No son estrictamente conservas, pero sí que se almacenan fácilmente y complementan otros alimentos, por lo que te recomendamos incluirlas en tu despensa para emergencias.
Consejos clave para almacenar y rotar tus conservas

Es importante no limitarnos a comprar conservas y almacenarlas de cualquier manera, sino que para aprovechar su durabilidad y mantener su calidad, es importante seguir cierto orden.
Son realmente sencillos y solo nos llevará unos minutos asegurar que se mantengan en óptimas condiciones el mayor tiempo posible y estén listas, en buenas condiciones, en el momento que las necesitemos.
- Almacena las conservas en un lugar fresco y seco, protegido de la luz directa.
- Revisa las fechas de caducidad y aplica la regla FIFO : First In, First Out ( primero dentro, primero fuera ). Lo más antiguo se consume primero y según se acerque la fecha de caducidad, se repone y se renueva.
- Haz un pequeño inventario para saber lo que tienes y evitar duplicidades. A veces pasan tanto tiempo guardadas que es fácil que se nos olvide qué y cuánto tiempo llevan ahí.
- No olvides tener abre-latas manuales a mano por si hay corte eléctrico. ¡Imprescindible!