¿Cómo evitar que las alcachofas se oxiden? Trucos sencillos para conservar su frescura
Cómo hacer alcachofas

Las alcachofas resultan un ingrediente delicioso, versátil y muy nutritivo de lo más interesante para incluir en nuestra dieta durante su temporada. Son conocidas por la forma tan curiosa en las que las tenemos que limpiar antes de cocinarlas, pero también por la rapidez con la que se oxidan, al estilo del aguacate que, en un visto y no visto, ya se ha oscurecido.
En cómo limpiar las alcachofas te explicamos esa parte en detalle; en esta ocasión, nos centramos en una serie de trucos para evitar que las alcachofas se oxiden rápidamente o peladas en tan breve tiempo, y así mantenerlas frescas por más tiempo. ¡Son métodos simples y efectivos!
¿Por qué se oxidan las alcachofas?
Antes de entrar de lleno en la serie de trucos, es útil entender por qué ocurre esto.
La oxidación es un proceso natural que ocurre cuando ciertas enzimas en la alcachofa entran en contacto con el oxígeno del aire. Esto provoca que, al cortarla o pelarla, se vuelva marrón o negra en pocos minutos.
Trucos para evitar la oxidación de la alcachofa
Para evitar que las alcachofas se oxiden tan rápidamente, existen varios trucos de toda la vida que nos ayudarán a mantenerlas frescas durante más tiempo mientras preparamos el resto de los ingredientes. ¡Con productos naturales!
Agua con limón o vinagre
En este caso nos valemos del ácido cítrico del limón o el ácido acético del vinagre, según la opción que decidas añadir, los cuales ayudan a frenar el proceso de oxidación. En sí es la preparación es de lo más sencilla:
- Prepara un bol con agua fría.
- Añade el zumo de uno o dos limones o un chorrito de vinagre blanco, a tu gusto.
- Introduce las alcachofas peladas o cortadas inmediatamente después de manipularlas en agua con limón o vinagre.
Este truco es ideal para cuando vamos a cocinar varias alcachofas a la vez o si necesitamos dejarlas preparadas con antelación mientras cocinamos el resto de los ingredientes.
Frotar con limón
Otra opción igual de rápida, pero menos aparatosa, es frotar directamente las partes cortadas, es decir, las zonas expuestas con medio limón.
Este truco es más sencillo siempre y cuando estemos hablando de una cantidad reducida de alcachofas, ya que si tenemos que ir una por una frotándolas y son una cantidad considerable de piezas nos puede llevar demasiado tiempo y esfuerzo. En ese caso es mejor el anterior truco.

Pela y corta justo antes de cocinar
Parece algo absurdo, pero a veces el mejor remedio es adelantarnos y planificar bien los tiempos para pelar y cortar las alcachofas justo antes de cocinarlas, sin darles tiempo a que se oxiden. Minimizamos al máximo la exposición al aire y evitamos así que se oscurezcan.
Mientras haces el sofrito o el cocerlas antes que el resto, encuentra (con práctica en la cocina) esos momentos y aprovéchalos.
Conserva en bolsas al vacío (si tienes)
En este truco hay que tener en cuenta dos aspectos. Uno, que no todas tenemos una máquina de vacío en casa y, en segundo lugar, que este método es para cuando las queremos dejar listas con mucha antelación.
Si cuentas con una máquina de vacío en casa, un método efectivo es limpiar las alcachofas en mayor cantidad y guardarlas ya peladas en bolsas selladas sin aire por raciones, lo que retrasa notablemente la oxidación, de manera que estén listas para cuando las necesitas.
Como comentábamos, este método es perfecto si quieres dejarlas listas con cierta antelación, aún así, siempre es recomendable prepararlas en el momento como en los casos anteriores.
¿Qué pasa si las alcachofas se oxidan? ¿Se pueden comer igual?
Las alcachofas oxidadas técnicamente siguen siendo comestibles, pero ya te adelantamos que su sabor puede resultar un poco más amargo y su textura menos agradable.
Si sólo se ha oscurecido ligeramente, antes de oxidarse por completo, puedes seguir adelante con la receta sin problema, ya que apenas será perceptible el cambio de sabor y textura.
No obstante, si el color es muy oscuro o presenta mal olor, ¡mejor deséchala! No merecerá la pena cocinar toda la elaboración para el resultado que obtendrás.

Cómo conservar alcachofas frescas
Y como consejitos extra, toma nota para asegurarte de que las alcachofas sean y se mantengan frescas durante más tiempo:
- Compra alcachofas compactas y con hojas cerradas.
- Guárdalas en la nevera, dentro de una bolsa de papel o envueltas en un trapo húmedo.
- Úsalas máximo en los siguientes 3 a 5 días posteriores a la compra para aprovechar todo su sabor y frescura.
Cómo hacer alcachofas
Las alcachofas son de lo más versátiles en la cocina como comentábamos al principio del artículo. Entre las recetas más basias y populares con esta verdura están las alcachofas con jamón, las alcachofas al horno y la crema de alcachofas.
Su sabor suave nos permite combinarla como ves con ingredientes diferentes y cocinarla con métodos tan distintos como al horno, cocidas o fritas.
Las alcachofas confitadas son otra de las guarniciones que más nos gustan tener siempre en la nevera durante la temporada de éstas, pero si hay una receta de alcachofas que siempre nos gusta preparar para sorprender es la de alcachofas con huevos de codorniz y vinagreta de frutos secos. No te imaginas lo bien que le queda el vinagre y el huevo en esta combinación.