Amaranto: Qué es, propiedades y cómo cocinarlo
Superalimento natural
El amaranto es una semilla milenaria llena de energía y nutrientes.

Tal vez más conocido por su planta que por la semilla que sirve de alimento, el amaranto es un pseudocereal originario de América Latina. Con una tabla nutricional de lo más interesante y unas propiedades saludables, junto con su versatilidad y poca dificultad al cocinarlo, está tomando cada vez más popularidad y presencia en nuestras cocinas.
¿Qué es amaranto y para qué sirve?
Cómo comentábamos el amaranto es pseudocereal similar a la quinoa, aun siendo muy diferentes entre sí. Su origen lo encontramos en Sudamérica, donde ha sido parte de la dieta básica de millones personas desde hace más de 4.000 años según descubrimientos arqueológicos.
De hecho, tal era su presencia en las sociedades de esa zona que no sólo formaba parte de la gastronomía, sino que también se cree que era un elemento habitual en rituales religiosos y curativos.
Actualmente, el amaranto está ganando mayor popularidad y es cada vez más común verlo disponible entre los productos del supermercado. Su valor nutricional está empujando a que se gane un hueco en la cocina saludable y dietas veganas.
Propiedades y beneficios del amaranto
A rasgos generales, el amaranto es conocido en primera instancia por su gran contenido de proteínas vegetales y minerales como el hierro, calcio y magnesio. Aspectos que lo hicieron especialmente popular dentro de las dietas veganas y ahora comienzan a tomarse en valor de manera más generalizada.
Analizando los beneficios que traen estos componentes, esto es lo que destacamos del pseudocereal:
- Gran contenido de proteína de calidad de fuente vegetal: Uno de sus principales atractivos es su proteína de calidad, aunque debe complementarse con otros ingredientes para obtener una proteína completa y conseguir así todos los aminoácidos esenciales.
- Rico en calcio, hierro y ácido fólico. El calcio y fósforo son fundamentales para la formación de huesos.
- Rico en magnesio. Asegura la asimilación del calcio y el fosforo tanto en huesos como en dientes haciéndolos efectivos.
- Bajo índice glucémico. Evita los picos de glucosa en sangre al ser absorbido lentamente.
- Contiene grasas saludables como las grasas monoinsaturadas y polinsaturadas. Ayudan a reducir el colesterol LDL (el malo) y aumentan el colesterol HDL (el bueno). Ayudan a reducir los triglicéridos.
- Es rico en antioxidantes. Protegen nuestras células, retrasan el envejecimiento de células y previenen el desarrollo de algunas enfermedades.
- Rico en triptófano (3 g / 100 g). Ayuda contra el estrés y ayuda a regular el ciclo del sueño y la vigilia.
- Contiene más fibra y carbohidratos que la quinoa, aunque ésta última es ligeramente más rica en proteínas.
- No contiene gluten. Es apto para celíacos.
- Muy saciante, por lo que se recomienda en dietas de pérdida de peso.

Como consumir el amaranto
El amaranto es mucho más versátil de lo que parece, de hecho, lo es tanto como son el arroz y la quinoa. Una buena manera para comenzar a introducirlo en nuestras cocinas es utilizarlo como sustituto de estos.
Se puede utilizar como guarnición, añadirlo a las ensaladas para hacerlas más saciantes y nutritivas, a sopas al estilo de la sopa de arroz o incluso a guisos para que tomen cuerpo. En cuanto a los dulces, desayunos o postres, queda genial también con leche, yogur o porridge como si fuera avena o incluirla en la granola.
Para estas recetas se puede preparar el amaranto cocido o tostado, dependiendo del efecto que queramos conseguir. También suele triturarse para conseguir una clase de harina para usar como espesante en salsas, por ejemplo, o en la elaboración de panes y bollería.
Sabor del amaranto
Su sabor es suave y ligeramente dulce, con un toque terroso. Su textura es crujiente, aunque puede cambiar una vez cocinado.
Para que te de hagas una idea, mientras que la textura de la quinoa resulta cocinada ligera y esponjosa, el amaranto se vuelve más denso y pegajoso.
Cómo cocinar el amaranto
La manera más habitual de preparar el amaranto es cociéndolo, de manera que quedará perfecto para combinar con todo tipo de platos como verduras, legumbres, cereales, servir como guarnición...
Ingredientes para cocer amaranto:
- 50 g de amaranto
- 1 litro de agua
- Sal
Cómo cocer el amaranto:
- Antes de empezar lava el amaranto. Dos opciones: Lávalo bajo el grifo con agua fría con ayuda de un colador. Deja reposar en un bol con agua fría 30 minutos. Pasado este tiempo escurre con un colador.
- Calienta el agua en un cazo y agrega el amaranto y sal al gusto. Cocina a fuego bajo alrededor de 10 minutos, hasta que se haya evaporado el agua.
- Retira del fuego y deja reposar entre 5 y 10 minutos.
- Tras el reposo, remueve para separar los granos y ¡listo!
Para un toque más crujiente, también puedes dorar el amaranto en una sartén, nos encanta este efecto para ensaladas, cremas o para agregar al yogur.
Cómo mencionábamos en sus propiedades, la proteína del amaranto debe complementarse con otros ingredientes para obtener una proteína completa. Un plato con amaranto y legumbres, al estilo de las lentejas con quinoa, nos permitirá disfrutar de una receta alta en proteínas completas y minerales.