Crema inglesa

Todo un imprescindible en la cocina inglesa como más allá de sus fronteras, hoy descubrimos ¡la crema inglesa! Una clase de crema pastelera muy ligera.
Elaborada a partir de leche, yemas de huevo y azúcar, sus ingredientes son muy parecidos a la crema pastelera que conocemos más en nuestra repostería. Sin añadir la maicena (harina de maíz), que suele incluir esta última entre sus ingredientes, conseguimos una textura mucho más líquida que permite utilizarse en otras elaboraciones como helados caseros, mousses o acompañar otros postres como en crumble de fresas, por ejemplo.
Como la falta de harina, el cómo la cocinamos también es clave a la hora de conseguir su textura tan ligera. Os recomendamos estar especialmente atentas a ese momento de la elaboración para evitar que se os espese demasiado. ¡Y recordad! Como otras muchas cremas, tomará más cuerpo y consistencia al enfriarse, así que tened también esto en cuenta.
¡Os contamos más en la elaboración y en los consejos y trucos de debajo! No te pierdas cómo hacer una crema inglesa, ¡perfecta!
Índice de contenidos
Ingredientes
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2 yemas de huevo
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250 gramos de leche entera
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60 gramos azúcar
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1 cucharadita de extracto de vainilla
Raciones
4
Coste
Bajo
Dificultad
Media
Preparación
10 m
Cocinado
10 m
Tiempo total
20 m
Alérgenos

Elaboración
Hacer una crema inglesa es más fácil de lo que parece. ¡Vamos allá!
Prepara un cazo al fuego y agrega la leche entera junto con el extracto de vainilla. Comienza a calentar a fuego lento mientras preparas las yemas de huevo.
Podéis aromatizar la crema inglesa con otros ingredientes en lugar de la vainilla. Es muy popular, por ejemplo, utilizar canela, limón o café.
Para ello, mezcla en un bol las yemas con al azúcar. Bate con las varillas enérgicamente hasta integrar ambos en una mezcla homogénea y que su tono se aclare.
Con la leche ligeramente caliente, viértela al bol de las yemas e intégralas en éstas removiendo con las varillas. Una vez listas, devuelve la mezcla al cazo ¡y atentas!
Con el cazo nuevamente a fuego suave, calienta poco a poco sin dejar de remover con una cuchara o espátula hasta que su contenido alcance los 85ºC (no más).
Es importante no pasarnos de esta temperatura para conseguir la textura de la crema inglesa, así que o más sencillo será controlar en todo momento la temperatura con un termómetro digital de cocina.
En caso de no tener un termómetro de cocina a mano, ¡vamos con un método más casero! Saca la espátula de la mezcla y con ella todavía manchada, realiza un surco con el dedo en la espátula separando en dos la mezcla que queda en ella. Si queda el surco limpio y no se vuelve a juntar o cubrir por la crema, ¡lista!
Pasa la crema inglesa a un recipiente y cúbrelo con papel film, de manera que toque la crema para evitar que se cree una costra al enfriarse. Deja que se enfríe despacio, a temperatura ambiente ¡y listo!
Utiliza la crema inglesa en tus recetas de postres favoritos o guárdala en la nevera hasta el momento de utilizarla.
Paso a paso
Consejos y trucos
¿Cuánto dura la crema inglesa en la nevera?
Una vez fría la crema inglesa, lo mejor es mantenerla en la nevera guardada en un recipiente hermético hasta el momento de utilizarla. De hecho, se trata de una elaboración a la que el reposo le sienta especialmente bien al ganar cuerpo y obtener así una textura más untosa.
La crema inglesa puede durar en buen estado hasta dos días dentro de la nevera.
¿Para qué se usa la crema inglesa?
La crema inglesa es mucho más popular en el mundo de la repostaría de lo que parece y es que es utilizada como punto de partida de postres tan conocidos como las natillas. Se utiliza también para acompañar otros postres como helados o recetas con hojaldre.
En Inglaterra es muy, pero que muy común acompañar todo tipo de postres con un buen chorro de esta crema inglesa por encima. Destacar que combina especialmente bien con la fruta al contrarrestar la acidez de ésta con su sabor dulce, consiguiendo un equilibrio de lo más rico e interesante.
Si queréis probarla en algo más elaborado que añadiéndola simplemente sobre las fresas u otra fruta, ¡probad a haceros un bol al estilo del smoothie bowl! Combina la crema inglesa con fruta fresca (los frutos rojos le van genial), granola, nata montada... ¡lo que se os ocurra! Permite un montón de combinaciones deliciosas.
¿Cuál es la diferencia entre la crema pastelera y la crema inglesa?
La diferencia principal entre la crema pastelera y la crema inglesa es su textura. Comparten muchos de sus ingredientes y es, precisamente, la ausencia de uno de ellos en la crema inglesa la que la hace mucha más ligera que la pastelera.
La crema inglesa la hacemos sin añadir harina de maíz a sus ingredientes de base, que es la que añade el espesor a la crema pastelera. Bueno, la maicena y que la crema pastelera la cocinamos más al fuego para espesarla a conciencia.
Dicho esto, las diferenciaréis muy fácilmente al ser la crema inglesa más liquida que la crema pastelera.