Trucos para limpiar los quemadores de la cocina de gas (y dejarlos relucientes)
Trucos de limpieza
Mantén tu cocina limpia y como nueva con estos trucos caseros, materiales simples y consejos ¡fáciles y prácticos!
La limpieza de los quemadores de una cocina de gas puede parecer una tarea tediosa y complicada, pero en realidad es más sencilla de lo que piensas, ¡te lo aseguramos! Sólo necesitas algunos ingredientes que seguramente ya tienes en casa y unos minutos.
Mantener los quemadores limpios no sólo es cuestión de aspecto, sino que también ayuda a que funcionen de manera eficiente y segura, ya que los restos de comida y grasa acumulados pueden obstruir las salidas de gas, provocar una llama irregular e incluso aumentar el riesgo de incendio.
Por eso, aunque pueda dar pereza, la limpieza regular de la cocina y partes clave como esta, los quemadores, es imprescindible. La buena noticia es que no hace falta usar productos agresivos ni pasar horas frotando: con un poco de vinagre, bicarbonato y paciencia, puedes lograr resultados sorprendentes.
¿Y sabes qué es lo mejor? Que este proceso de limpieza no solo es eficaz, sino que también resulta ecológico y económico. Así que, si tienes los quemadores ennegrecidos, te enseñamos a devolverles su brillo original con este paso a paso.
Qué necesitas para limpiar los quemadores de gas
Antes de empezar, asegúrate de tener estos materiales a mano:
- Agua caliente
- Jabón lavavajillas
- Vinagre blanco o limón exprimido
- Bicarbonato
- Un cepillo de dientes viejo o un cepillo pequeño de cerdas duras
- Una esponja o estropajo no metálico
- Palillos de dientes o clips (para desobstruir orificios)
Recuerda que los quemadores deben estar fríos y la cocina desconectada del suministro de gas.
Paso a paso para limpiar los quemadores
¡Toma nota! Te explicamos cómo limpiar los quemadores de forma práctica, segura y sin complicaciones. Algo que te recomendamos hacer por lo menos una vez al mes para mantener la estufa en óptimas condiciones.
Retira las piezas
Comienza asegurándote de cerrar el gas y desmontando las rejillas y los quemadores. Normalmente están compuestos por dos partes: la tapa del quemador (de hierro o acero) y la base metálica con los orificios por donde sale el gas.
Si están especialmente sucias, deja las piezas en remojo en un recipiente con agua caliente y unas gotas de jabón lavavajillas durante 15-20 minutos para ablandar la grasa incrustada.
La mezcla mágica: vinagre y bicarbonato
Pasado el tiempo de remojo, escurre las piezas y espolvoréalas con bicarbonato de sodio. Luego, vierte un poco de vinagre blanco encima. Verás cómo empieza a burbujear, este efecto ayuda a desprender la grasa.
Deja actuar la mezcla durante 10 minutos.
Frota con energía
Con un cepillo de dientes viejo cepillo pequeño de cerdas duras, frota cada rincón de los quemadores, en especial los orificios por donde sale el gas. Si ves que alguno parece estar taponado, utiliza un palillo o un clip metálico estirado para destaparlo con cuidado.
Evita usar utensilios metálicos afilados, ya que pueden dañar el revestimiento de los quemadores y estropearlos.
Aclara y seca
Por último, enjuaga las piezas con abundante agua caliente para retirar todos los productos que hemos utilizado y sécalas bien con un paño limpio.
Asegúrate de que estén bien secas y no quede humedad antes de volver a colocarlas, ya que podría afectar el encendido.
¿Quemadores muy sucios? ¡Prueba con esto!
Si tienes los quemadores demasiado ennegrecidos y parece que nada funciona, prueba a introducirlos en una bolsa hermética con una pequeña cantidad de amoníaco (unas 3 cucharadas) y dejarlos reposar durante toda la noche.
El vapor del amoníaco deshará la grasa acumulada y facilitará mucho la limpieza posterior.
¡Importante! Es muy importante que hagas esto en un lugar bien ventilado y que no mezcles el amoníaco con otros productos por seguridad.
¿Cada cuánto se deben limpiar los quemadores?
Lo ideal es combinar una limpieza superficial con una más profunda cada cierto tiempo.
Una limpieza superficial cada semana (con un paño húmedo y jabón) evitará la acumulación de grasa.
La limpieza profunda, como la que acabamos de explicar, puede hacerse cada mes o cada vez que notes que la llama sale débil o amarilla.
Incluir esto como parte de la rutina de limpieza de la cocina, no sólo alarga la vida útil de tu cocina, sino que también te permitirá cocinar con mayor seguridad y eficiencia energética.