Tarta de queso Philadelphia

La tarta de queso Philadelphia es un postre hecho para conquistarnos, tanto por su simplicidad y como por su sabor.
Este clásico de la repostería destaca por su facilidad de preparación, ideal para quienes no desean complicarse con técnicas complejas o el uso del horno.
Basta con mezclar unos pocos ingredientes y dejar que el frigorífico haga el resto del trabajo, lo que la convierte en una opción perfecta para cualquier ocasión, desde reuniones familiares hasta cenas con amigos.
Así que, si estás buscando un postre fácil, delicioso y sin complicaciones, la tarta de queso Philadelphia sin horno es tu mejor opción. Solo necesitas un poco de paciencia y el resultado te hará sentir que cada segundo de espera valió la pena.
Índice de contenidos
Ingredientes
Para la base:
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200 gramos de galletas tipo Digestive
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100 gramos de mantequilla
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1/4 cucharadita de sal en escamas
Para el relleno:
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500 gramos de queso Philadelphia
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500 mililitros nata para montar (35% MG)
Para la cobertura:
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100 gramos de azúcar
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5 hojas de gelatina neutra
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1 cucharadita de extracto de vainilla
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150 gramos de mermelada de fresa
Raciones
6
Coste
Medio
Dificultad
Fácil
Preparación
30 m
Tiempo total
30 m
Informacion nutricional
Valor nutricional (*por ración)
Cantidad | % | |
---|---|---|
Energía | 955,34 kcal | 47,77% |
Proteína | 9,31 g | 12,41% |
Hidratos de carbono | 58,24 g | 21,18% |
Azúcares | 35 g | 70% |
Grasa total | 77,21 g | 98,8% |
Grasa saturada | 33,59 g | 183,75% |
Grasa polisaturada | 1,96 g | 17,82% |
Grasa monosaturada | 17,9 g | 40,68% |
Colesterol | 160,03 mg | 53,34% |
Fibra | 0,9 g | 3% |
Sal | 2,4 g | 48% |
Sodio | 0,59 g | 0,03% |
Calcio | 44,71 mg | 3,73% |
Hierro (hombres) | 1,29 mg | 12,9% |
Hierro (mujeres) | 1,29 mg | 7,17% |
Alérgenos



Paso a paso
Para comenzar a preparar esta deliciosa tarta de queso Philadelphia, tritura en un robot de cocina 200 g de galletas tipo Digestive hasta convertirlas en polvo.
Si no dispones de un robot, coloca las galletas en una bolsa y ciérrala, luego utiliza un rodillo para triturarlas hasta obtener un polvo fino.
Lleva el polvo de galletas a un bol y, por otro lado, derrite 100 g de mantequilla en el microondas o al baño María. Asegúrate de que la mantequilla esté completamente derretida para facilitar la mezcla.
Añade la mantequilla fundida al polvo de galletas junto con 1/4 de cucharadita de sal en escamas. Utiliza una espátula para integrar bien todos los ingredientes y formar una masa uniforme.
Forra con papel de horno un molde redondo desmontable de 22 cm de diámetro y extiende la mezcla de galletas y mantequilla en la base.
Usa un vaso para presionar las galletas y así crear una base firme y nivelada.
A continuación, lleva el molde a la nevera durante 30 minutos mientras preparas el relleno.
Para hacer el relleno, prepara un recipiente con agua fría y pon a remojo las 5 hojas de gelatina neutra.
Mientras la gelatina se hidrata, vierte en una cazuela 500 ml de nata para montar con un mínimo de 35% de MG. Calienta la nata a fuego medio y añade 100 g de azúcar. Remueve constantemente para que no se pegue, hasta que el azúcar esté completamente disuelto.
Añade a la cazuela 500 g de queso Philadelphia y mézclalo con la nata a fuego medio hasta que no queden grumos. Agrega 1 cucharadita de extracto de vainilla y mézclala bien con el resto de los ingredientes del relleno. Retira la cazuela del fuego y deja que el relleno se temple antes de añadir la gelatina.
Por último, escurre las hojas de gelatina y mézclalas con los ingredientes del relleno. Bate todo hasta que la gelatina se haya disuelto completamente.
Vierte el relleno sobre la base de galletas, haciéndolo poco a poco hasta que esté completamente incorporado. Lleva la tarta de queso a la nevera y déjala reposar durante 4 o 5 horas, o preferiblemente, de un día para otro.
Desmolda la tarta con cuidado, utilizando la punta de un cuchillo si es necesario. Colócala en un plato de servir y cubre la superficie con 150 g de mermelada de fresa.
Ahora, ya puedes disfrutar de esta deliciosa tarta de queso Philadelphia bien fría.
Tritura las galletas y mezcla con la mantequilla fundida y añade la sal en escamas. Forra el molde cubre la base con la galleta presionando con un vaso.

Disuelve el azúcar en la nata en un cazo al fuego sin que llegue a hervir, removiendo constantemente. Agrega el queso crema y mezcla a fuego medio. Añade la vainilla y mezcla bien. Retira del fuego y deja templar antes de añadir la gelatina hidratada y escurrida.

Vierte el relleno sobre la base de galletas poco a poco. Deja reposar en la nevera entre 4 y 5 horas (mejor de un día para otro).

Añade mermelada de fresa sobre la tarta de queso Philadelphia ¡y a disfrutar!

Consejos y trucos
Puedes variar la cobertura de la tarta según tus preferencias. Sustituye la mermelada de fresa por otra de tu elección, como mermelada de melocotón, frambuesa, o incluso utiliza compotas de manzana o pera.
La tarta de queso Philadelphia es ideal para congelar. Puedes prepararla con antelación y guardarla en el congelador. Simplemente sácala una hora antes de servir para que alcance la temperatura perfecta. Esto te permite tener un postre delicioso listo en cualquier momento, sin esfuerzo de última hora.
Además, la textura cremosa de la tarta se mantiene intacta, asegurando que cada bocado sea tan delicioso como si estuviera recién hecha.
El único desafío de esta tarta de queso es la paciencia. Una vez preparada, necesita reposar en el frigorífico durante varias horas, preferiblemente toda la noche, para que adquiera la consistencia perfecta.
Lo que realmente distingue a la tarta de queso sin horno Philadelphia es su textura cremosa y suave, que se funde en la boca. La mezcla de queso crema, azúcar y nata se combina a la perfección, creando un relleno aterciopelado que contrasta maravillosamente con la base crujiente de galleta.
Esta base, hecha de galletas trituradas y mantequilla derretida, añade una capa de textura y sabor que complementa de manera la cremosidad del queso. El resultado es un equilibrio perfecto entre lo cremoso y lo crujiente.
Además, la tarta la hemos cubierto con una generosa capa de mermelada de fresa, que añade un toque de frescura y un delicioso contraste dulce y ácido.