¿La miel caduca? Estos son los mitos y verdades sobre la caducidad de la miel
Por qué la miel no caduca
La miel es el clásico alimento imprescindible en nuestra despensa. Tan clásico que también de los que más tiempo lleva en el armario. Si como nosotras tenéis el tarro de miel en el armario todavía sin terminar y habéis perdido la cuenta del tiempo -años en nuestro caso- que lleva ahí, ¡no te preocupes!
Desde ya te confirmamos que la miel no caduca, dentro de unos matices en los que profundizamos más adelante, aunque sí podemos asegurarte que la miel de CALIDAD no caduca.
¿Por qué no caduca la miel?
Rica en azúcares, tanto sirve la miel como endulzante natural, como conservante, y es que se trata de un producto no perecedero de lo más interesante. Buen ejemplo de ello son las mermeladas caseras a base de miel en lugar de azúcar, donde podemos observar estos dos aspectos. Alarga la vida útil de la fruta como sustito natural del azúcar refinado.
No es su cantidad de azúcar lo que lo hace prácticamente eterno, sino que también influyen otros factores como: el porcentaje de agua, el pH de la miel y sus compuestos antimicrobianos.
Una miel de calidad tiene un porcentaje bajo de agua. Un rasgo tan característico que, como luego explicaremos, se trata de uno de los factores claves que tenemos que detectar para saber que nuestra miel es buena.
El porcentaje de agua de la miel va entre el 17 y el 18%. Un contenido suficientemente bajo como para dificultar la proliferación de microorganismos.
El caso contrario, por ejemplo, sería alimentos húmedos ricos en agua como la salsa de tomate. Tan difícil de mantener una vez abierto, que dedicamos un artículo entero en el que recolectábamos varios trucos para evitar que le salga moho al tomate en la nevera.
Otro factor que fortalece la dificultad de la proliferación de microrganismos es el pH de la miel, tan ácido que supone otro obstáculo para las bacterias perjudiciales para nuestra salud.
Por su parte, los compuestos antimicrobianos de la miel, de propiedades antibacterianas y antifúngicas, es decir, de propiedades que evitan la aparición de hongos, además de combatirlos, son también clave para que la miel no se deteriore en el transcurso del tiempo.
Miel cristalizada
Lo que sí suele cambiar es la textura de la miel (siempre que sea de calidad). Es normal que la miel se solidifique con el paso del tiempo y tome una textura de miel cristalizada.
Muchas veces se confunde esta cristalización con que la miel se ha estropeado o que esta mala. Lejos de la realidad, no hay mejor señal para asegurase de que se trata de una miel natural sin aditivos. La miel, cuanta menos agua, más tenderá a cristalizarse.
Para recuperar la textura de la miel más líquida, tan sencillo como calentarla un poco.
Fecha de caducidad en la miel
Entonces, ¿por qué en la etiqueta de miel aparece la fecha de caducidad? Fácil, es importarte, en primer lugar, distinguir entre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente.
La fecha de caducidad nos indica el momento a partir del cual el producto no es apto para su consumo.
La fecha de consumo preferente, por su parte, hace referencia a cuándo el producto comienza a deteriorarse. Es decir, la fecha a partir de la cual irá perdiendo calidad cuanto más se exceda de ésta.
En el caso de la miel de manera general suele incluir la segunda, la de consumo preferente y no la de caducidad. Normalmente suele ser de un plazo de 2 años desde su cosecha, siendo el tiempo durante el cual la miel se conservará en perfecto estado sin perder calidad ni propiedades. Así que, a pesar de no caducar, sí que es conveniente tomar la miel en dichos 2 añoso el tiempo que os indique la etiqueta de vuestro tipo de miel.
En caso de tener una fecha de caducidad, la miel seguramente sea adulterada.
Cómo saber si una miel no tiene aditivos
Leer la etiqueta es importante para dar con la fecha que os comentábamos, pero más importante es todavía para conocer los componentes y posibles aditivos de ésta.
La miel adulterada bien la podemos encontrar en el supermercado, como en los mercados de calle.
En Estados Unidos, un estudio llevado a cabo por el director del Laboratorio de Investigación en Palinología de la Universidad de Texas A&M (Estados Unidos), determinó que «más del 75% de la miel que se comercializa está adulterada».
Se les suele agregar aditivos, así como agua o glucosa, para evitar que se cristalice y mantengan así una textura líquida en el tiempo; tal y como comentábamos, un hecho en contra de la naturaleza de la miel natural y de calidad.
Para comprobar que la miel que tienes en casa es de calidad, ponla a prueba con estos trucos sencillos y rápidos para saber si una miel es 100% natural. El objetivo principal es comprobar su cantidad de agua así que los trucos que os proponemos son tan rápidos como prenderle fuego en una cerilla untada con esta, introducir pan duro en un poco de miel o usar una servilleta para comprobar su textura.
¿Conocías todo esto sobre la miel?