El ingrediente que le falta a tu hamburguesa para ser perfecta ¡según la ciencia!

Trucos para hacer hamburguesas

La hamburguesa perfecta
La hamburguesa perfecta

Las hamburguesas han vivido un verdadero boom en los últimos años, pasando de ser junto a la pizza y los hot dogs uno de los pilares de la comida rápida, a ser considerado ahora hasta ¡un plato gourmet!

Obviamente, siguen existiendo hamburguesas de todo tipo de calidades. Desde las cadenas que las comercializan a los precios más bajos, hasta hamburgueserías que destacan por el tipo de carne y su maduración y los precios ostentan entre los 15 o 20 euros. Incluso hemos visto casos en los que los superan. 

Dentro de todo esta revolución, un estudio realizado en la Universidad de Oxford revela que la hamburguesa perfecta existe y, lejos de lo que siempre hemos creído, la cuestión va más allá del gusto personal. 

Desde su composición, hasta un ingrediente simple, pero poco común en este plato. Seguro que te sorprende tanto como a nosotras lo simple que es hacer la hamburguesa perfecta según la ciencia. 

¿En qué consiste el estudio de Oxford sobre las hamburguesas?

La investigación ha sido liderada por Charles Spence, un profesor de psicología experimental que ha trabajado durante años junto al chef Hestos Blumenthal, autor de varios libros y un referente reconocido sobre la gastronomía sensorial. 

Para esta investigación, no obstante, el doctor ha colaborado con otro chef, Charles Michael, cuyo trabajo ya había girado en ocasiones previas entorno a la teoría de que las preferencias humanas están sujetas a factores sociales y neurológicos. Está especializado en el como de la ciencia que analiza cómo interactuamos con la comida.

Basándose en ello, el diseño sobre el que indagan para dar con la hamburguesa perfecta pasa por alto el gusto personal y se centra en la búsqueda de una experiencia sensorial completa, dando así con una composición específica que despierte nuestros sentidos más básicos. 

De hecho, según la investigación, los sentidos juegan un papel más relevante del que popularmente es creído. El gusto personal sigue siendo fundamental en la ecuación, sin embargo, lo rebajan a tan solo el 15% del atractivo del plato dentro del plano completo. 

El tacto y el olfato son los que más nos influyen en el momento de comernos un hamburguesa, siendo representados con el 25% el tacto y cómo nos hace sentir y el 30% el olfato en sus porcentajes de influencia.

El aspecto y, sorprendentemente, el sonido que hace la comida al disfrutarla supone un 15%. 

Con estos datos parece lógico. El objetivo de los investigadores era dar con la fórmula que despierte el 55% de los sentidos básicos a partir del olfato y el tacto. Cuidado el aspecto, ya contarían con el 65%. 

Los sentidos juegan un papel muy importante a la hora de comer
Los sentidos juegan un papel muy importante a la hora de comer

La hamburguesa perfecta

Las conclusiones del estudio son claras y simples. La carne es mejor colocarla arriba, favoreciendo que su aroma nos inunde despertando ese 30% que radica en el olfato. Este sentido también nos prepara el paladar y hace que lo deseemos más y seamos más receptivas. 

Según señalas también, la altura perfecta de la carne es de siete centímetros. El tamaño ideal para que en un solo bocado queden equilibrados los sabores y no rompamos la estructura del pan. 

Lo más curioso es el ingrediente que incluye en su composición como imprescindible. Agregar unas gotas de salsa de soja en el pan inferior asegura Spence que tiene un impacto crucial, agregando una capa extra de umami y que potenciará la riqueza de la carne, así como de otros ingredientes. 

Ingredientes para una hamburguesa perfecta

El orden de los ingredientes es fundamental también para la experiencia y conseguir la hamburguesa perfecta. Así como os comentábamos que posicionar la carne en la parte superior despierta nuestro sentido del olfato, este es el orden que proponen en el estudio de Oxford:

  • Pan de hamburguesa ligeramente calentado y rociado con aceite de semillas de sésamo.
  • Salsa de chipotle para un toque picante.
  • Lechuga crujiente y pepinillo en rodajas para aportar textura y frescura.
  • Rodajas de tomate maduro y jugoso.
  • Una capa crujiente de jamón serrano y cebolla frita para un contraste de texturas.
  • Queso camembert fundido para el tacto agregando cremosidad y un sabor intenso.
  • Carne de wagyu sazonada con salsa barbacoa, sal, pimienta y cebolla picada muy fina para que no se note en la mezcla.
  • Kétchup
  • Una rebanada de pan como la base con un poco de salsa de soja.

Cómo y dónde comerla también importa

Entre otros consejos dentro del estudio, el chef Michael hace hincapié que en el cómo y el entorno donde comemos la hamburguesa también serán claves incluso en cómo percibimos su sabor. El gusto personal está más influenciado de lo que pensábamos. 

Para comenzar, la hamburguesa se come con las manos y nunca con cubiertos. Además, lo ideal es que esté envuelta en papel para mantener su estructura y humedad durante toda la experiencia y no que se nos sirve sobre un plato. 

Al comerla con las manos favorecemos la experiencia sensorial que buscan en el estudio y es que, tal y como puntualizan, apretar un bollo suave y cálido con las manos mejora la percepción del sabor

Además, el chef asegura que un cuanto al entorno adecuado puede influir directamente y que un ambiente agradable, limpio y con buena música puede aumentar exponencialmente el placer de la comida.

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