Tras el éxito de las frutas tropicales como el aguacate y el mango, la agricultura del sur está apostando por un nuevo producto: la pitahaya o fruta del dragón. Un fruto natural, exótico y saludable que todo apunta a que ha llegado para quedarse.
Totalmente diferente a cualquier fruta, es su llamativo color y su forma lo que primero nos llama la atención, destacando a primera vista entre todas las frutas comunes que podemos encontrar en nuestros mercados. Más allá de su exótica apariencia, es su refrescante sabor lo que nos conquista junto con todas las propiedades y beneficios que nos aporta.
Su presencia es cada vez mayor en el mercado y estamos seguros de que pronto será tan popular como es ya el mango. ¡Descubre qué es la fruta del dragón, sus características, propiedades y cómo se come! Adelántate y aprende todo sobre esta fruta tan especial y única.
¿Cómo es la fruta del dragón?
La fruta del dragón o pitahaya es una planta cactácea, es decir, que forma parte de la familia de los cactus. Esto la hace especialmente resistente a las sequías.
La planta de donde proviene la fruta se caracteriza por largos tallos con perfil triangular de poco grosor y escasos pinchos. Se trata de un cactus de tamaño considerable al llegar a alcanzar los varios metros de altura. Es en sus flores (efímeras y nocturnas) donde se desarrollan las frutas.
La pitahaya tiene forma ovoide y una piel gruesa que la protege de temperaturas extremas y largas sequías. Su tamaño, aunque pueda llegar superar los 10 cm de diámetro, suele ser poco más grande que el huevo de una gallina y rondar los 200 y 400 gramos de peso.
La forma de su piel es la que le da nombre, pues se compone de una curiosa forma en “escamas” recordando a la piel de un dragón. De hecho, pitahaya es traducido del haitiano literalmente como “fruta escamosa”. Dichas escamas desarrollan espinas gruesas y duras que pueden resultar algo engorrosas a la hora de manipular la fruta.
El curioso y vivo color de la fruta cambia de un amarillo al tono rosado según va creciendo y madurando. Existen hasta cuatro variedades de la fruta del dragón que podemos distinguir por los colores, tanto de la piel como de su pulpa: fruta del dragón roja de pulpa blanca, la amarilla de pulpa blanca, la roja de pulpa roja y, por último, la roja de pulpa púrpura.
Sin embargo, pueden catalogarse dentro de dos especies principales de pitahaya; la pitahaya amarilla y la pitahaya roja. Sus principales diferencias caen en la resistencia y dureza de su piel.
- Pitahaya amarilla: Su sabor es más dulce e intenso al contener una mayor cantidad de azúcar y su piel se reconoce por las afiliadas espinas y su mayor resistencia.
- Pitahaya roja: Más atractiva a primera vista, su piel es más frágil y delicada. Su tamaño es ligeramente superior a las pitahayas amarillas y en lugar de espinas, tiene brácteas.
¿Dónde se cultiva la fruta del dragón?
La fruta del dragón es proveniente de América, aún habiéndose extendido su producción a otras regiones del Mundo, concentrándose en los climas más cálidos y secos. Asimismo, se ha convertido en un cultivo tradicional en zonas de Asia, como Vietnam y sus alrededores.
En España podemos encontrar productores de este cultivo principalmente en Canarias y ha comenzado a introducirse en el sur de la Península, siendo Málaga uno de los pioneros en acoger esta novedosa fruta exótica.
Se trata de un cultivo especialmente interesante ante las sequías al necesitar tan solo dos litros de agua por semana. Asimismo, en solo dos años, la planta ya ofrece frutas de buena calidad con salida a varios mercados, ya que, más allá de su consumo como producto fresco, también es utilizado con fines cosméticos.
¿Qué beneficios tiene la pitahaya?
La fruta del dragón, con gran similitud a otras frutas tropicales, cuenta con beneficios muy interesantes para nuestra salud. Su pulpa es una gran fuente de vitaminas antioxidantes naturales que nos ayuda a mantenernos sanos y fuertes. Se trata de una fruta especialmente rica en vitamina C y A.
Su contenido de grasas de tipo Omega 3 previene algunas enfermedades autoinmunes. Además, se trata de una fruta muy rica en fibra y agua con bajo contenido de calorías (100 kcal por cada 100 gr.). Dos propiedades que, junto con su poder saciante, la hacen especialmente interesante para dietas de adelgazamiento.
¿Qué sabor tiene la fruta del dragón?
El sabor de la fruta del dragón o pitahaya se caracteriza por ser muy dulce con un punto ácido que resulta verdaderamente agradable. Este sabor y su pulpa, llena de semillas negras comestibles, nos llevan a sacarle cierto parecido con el kiwi. También puede resultar un sabor similar al de la papaya o las uvas. La textura de su pulpa es, además, ligeramente gelatinosa y fibrosa.
Su sabor dulce es fresco y resulta más pronunciado en las frutas maduras. Asimismo, dentro de los dos tipos que distinguíamos antes (la pitahaya amarilla y la pitahaya roja), la de color amarillo resulta notablemente más dulce al tener un mayor contenido de azúcar.
¿Cómo se come la fruta del dragón?
Normalmente, cuando compramos la fruta del dragón la adquirimos con las escamas afiladas ya cortadas, por lo que, para disfrutar de ella, no tendremos más que lavarla bien y cortarla por la mitad.
Podemos comer la pulpa de la pitahaya directamente con una cuchara utilizando la corteza a modo de cuenco, al igual que se hace con los kiwis. Como opción, también podemos sacar la pulpa al estilo de un aguacate para cortarla en cuadraditos, media lunas o en el formato que queráis y hacerla parte de recetas con frutas.
La pitahaya en dados es perfecta para hacer brochetas, servirla como parte de una macedonia con fruta exótica o incluirla en ensaladas. Al igual que hacemos en la ensalada de jamón y frutas, su sabor dulce de toque ácido resulta ideal para conseguir ese contraste de sabores tan delicioso.
Su sabor fresco nos invita a incluirlo en nuestros smoothie bowls favoritos de sabor tropical o los batidos más originales.
Dónde comprar la fruta del dragón o pitahaya: Consejos y trucos para su conservación
Cada vez es más común encontrar la fruta del dragón en supermercados y tiendas especializadas en frutas exóticas. Sin embargo, todavía sin haberse asentado en el mercado y su escaso volumen hace que su precio resulte todavía algo elevado. Eso sí, se trata de una fruta que podemos disfrutar durante todo el año.
Normalmente se vende fresca y en su punto de maduración, por lo que es preferible consumirla en pocos días. Podéis guardarla en la nevera, en la parte menos fría y evitando su contacto con otras frutas. Si lo preferís, también podéis congelarla una vez pelada y cortada para alargar su conservación.