Diferencia entre empanar y rebozar (con trucos para hacerlos mejor)
Trucos de cocina
Aprende las claves para distinguir entre empanar y rebozar en cocina

¿Cuántas veces te ha pasado el leer en una receta y en el paso de empanar o rebozar no saber muy bien a qué hacer? Es con huevo, es sólo con pan… Son términos muy utilizados en la cocina española, tanto que incluso muchas veces se usan como si fueran lo mismo. No obstante, no lo son.
Ambos métodos se usan para cubrir y freír alimentos, pero no son exactamente lo mismo. A la hora de hacer croquetas, filetes de pollo o incluso calamares, ¿se empana o se reboza? Aunque pueda parecer un detalle sin importancia, la técnica que elijamos cambia la textura, el sabor y ¡hasta el valor calórico del plato!
Descubre la diferencia entre empanar y rebozar, cómo se hace cada uno y en qué recetas conviene usar uno u otro para conseguir el mejor resultado en tus platos.
¿Qué es empanar?
Empanar es la técnica en la que cubrimos un alimento con pan rallado, generalmente, después de pasarlo por huevo batido para que se adhiera mejor.
Con este método conseguimos crear una capa más gruesa y crujiente al freírlo. Se utiliza mucho en carnes como filetes de pollo, cerdo o ternera, pero también en pescados (la clásica merluza empanada) e incluso en verduras como los chips de berenjena o calabacín al horno.

Se llama empanar también siempre que terminen las capas con el pan rallado. En recetas como la milanesa o las croquetas se hacen con harina, huevo y pan rallado (en este orden), por lo que se considera empanar.
La clave está en la textura crujiente y dorada que conseguimos al freír el pan rallado que cubre el alimento.
Un truco de cocina muy usado, además, es añadir directamente al pan rallado ajo en polvo, perejil o queso rallado para dar más sabor y un toque más casero a nuestros platos empanados.
¿Qué es rebozar?
Al rebozar, en cambio, cubrimos el alimento con harina y huevo batido, sin pan rallado (importante). De esta manera, la capa que se forma es más ligera, fina y suave al freír.

El rebozado es típico en recetas como los calamares a la romana o el bacalao rebozado. Son recetas en las que buscamos que la cobertura sea más delicada y sea el interior el que se lleve el protagonismo del plato.
Siempre que no lleve pan rallado y la última capa sea, por lo tanto, el huevo batido, hablamos de rebozar y no de empanar. El resultado del rebozado, de hecho, no es crujiente, sino que resulta más esponjosa y de un dorado más claro.
Diferencia entre empanar y rebozar
Aunque ambas técnicas parten de la misma idea (cubrir un alimento antes de freírlo), las diferencias son claras entre ambas:
- Empanar: Harina (a veces), huevo y pan rallado. Capa gruesa y crujiente.
- Rebozar: Harina y huevo. Capa fina y esponjosa.
Si el resultado es crujiente seguramente estés ante un empanado; si la textura es más suave y ligera, es un rebozado.
¿Cuándo usar empanado y cuándo rebozado?
Depende del plato y el resultado que queramos conseguir:
- Empanar: Perfecto para carnes y pescados, entre otros, que necesitan una capa más consistente y sabrosa. Por ejemplo: San Jacobos caseros de pavo.
- Rebozar: Perfecto para frituras más delicadas, como pescados ligeros o verduras, donde no queremos que la cobertura eclipse el sabor principal. Por ejemplo: Soldaditos de pavia.
Además, sirve saber que, si buscas una comida más ligera, el rebozado suele absorber menos aceite. Si lo que te apetece es un plato más saciante y una textura irresistiblemente crujiente, el empanado es la respuesta.
Trucos para empanar y rebozar mejor
Aunque sencillos, seguro que te sorprende lo que mejora un empanado o rebozado con los siguientes trucos. ¡Toma buena nota que se volverán imprescindibles!
- Seca bien los alimentos antes de pasarlos por harina o huevo: si están húmedos, el rebozado se despegará al freírlo.
- El aceite que sea abundante y esté bien caliente, nunca templado, para que la capa se selle rápido y no absorba demasiado aceite.

- No amontones los alimentos en la sartén: fríe en tandas pequeñas para que no baje la temperatura del aceite y se doren de manera uniforme y sin absorber aceite de más.
- Prueba con distintos tipos de pan rallado: desde el clásico hasta el panko japonés, un tipo de empanado con un resultado crujiente espectacular.
¿Y qué pasa con el rebozado a la cerveza o la tempura?
Aunque solemos usar empanar y rebozar en la cocina tradicional española, la verdad que existen otras variantes interesantes y que seguro te suenan, si es que no los has utilizado ya.
- El rebozado a la cerveza: Se añade cerveza a la mezcla de harina y huevo, creando una capa aireada, muy típica en pescados. Este rebozado es, precisamente, el que se utiliza en las gambas a la gabardina o el famoso fish & chips inglés.
- La tempura japonesa: Se utiliza una harina especial y agua con gas muy fría para conseguir un acabado llamativamente fino y ligero. Es el típico de las verduras en tempura, aunque también se utiliza con marisco.
Estas versiones son, en esencia, evoluciones del rebozado clásico que aportan distintas texturas y sabores.