Garbanzos con langostinos (fácil y muy sabroso)

Antes de empezar, pon el día anterior a remojo los garbanzos en un bol con agua, que estén completamente cubiertos. Deja que reposen así durante toda la noche, unas 10-12 horas en total.

Para hacer esta receta de garbanzos con langostinos, vamos a comenzar por preparar el caldo. Para ello, lo primero es el marisco.

Pela los langostinos crudos y reserva tanto su carne, como las cabezas y cáscaras de los mismos.

En una cazuela, añade un poco de aceite y cuando esté caliente, saltea las cáscaras y cabezas de langostino a fuego medio, un par de minutos.

• Cambiarán su color gris crudo, al clásico naranja tan característico de los langostinos cocinados.

Añade el agua y sube el fuego para calentarla hasta punto de ebullición. Una vez rompa a hervir, vuelve a bajar la potencia el fuego para mantener el borboteo suave. Retira el exceso de espuma con un cazo. Tapa la cazuela y deja cocinar unos 15 minutos.

• Para que quede más sabroso, una vez pasados los 15 minutos, podéis apretar las cabezas de los langostinos para que suelten todo su jugo al caldo.

Cuela el caldo (reserva 100 ml para el sofrito) y añádelo a la cazuela que vayas a utilizar para hacer los garbanzos.

Calienta el caldo en la cazuela y una vez hirviendo, escurre los garbanzos y añádelos. Agrega también tres de los dientes de ajo enteros y las dos hojas de laurel. 

Pon la tapa a la cazuela y cocínalos entre 1 hora y 1 hora y media, hasta que estén tiernos. Sube al principio el fuego para que hierva el caldo y cuando llegue a ese punto, baja a fuego bajo (casi mínimo) para que se hagan lentamente, siempre tapados y removiéndolos de vez en cuando.

• En consejos y trucos os explicamos cómo hacer garbanzos con langostinos en olla exprés y con garbanzos de bote.

Para hacer el sofrito para garbanzos

Pela y corta los dos dientes de ajo restantes en rodajas finas. Dóralos en una sartén con aceite a fuego medio-bajo. Una vez doraditos, retira del aceite y reserva.

En ese mismo aceite, aprovecha para dorar por ambos lados las rebanadas de pan. Una vez listos, reserva como has hecho con los ajos.

Pica la cebolla y el pimiento rojo finamente. En la misma sartén del ajo y el pan, adecúa la cantidad de aceite -retirando el exceso o añadiendo un poco más- y cocina la cebolla y el pimiento rojo con un poco de sal a fuego medio. Unos 10 minutos, hasta que estén tiernos y ligeramente dorados ambos ingredientes.

Agrega el pimentón e intégralo. Vierte el vino blanco y cocina un par de minutos para evaporar el alcohol. Incorpora el tomate frito y cocina todo junto unos 5 minutos.

En un vaso alto de batidora, añade el pan tostado, los ajos dorados, los 100 ml de caldo reservado y el sofrito de cebolla, pimiento y tomate. Tritúralo todo con la batidora de mano.

Agrega el sofrito triturado a la cazuela de los garbanzos y remueve bien. Reparte los langostinos pelados sobre los garbanzos, apaga el fuego y deja que el marisco se cocine con el calor residual, que tomen su característico color anaranjado.

Corrige el punto de sal si fuera necesario ¡y listo!

Sirve los garbanzos con langostinos y disfruta de un plato de cuchara de sabor insuperable. Podéis decorar el plato con un poco de perejil fresco, ¡a vuestro gusto!