¿Qué es y para qué sirve la almohadilla blanca en la bandeja de carne? El detalle que casi nadie nota
Seguridad alimentaria
Una pieza silenciosa, pero esencial, en tu compra del supermercado

Seguro que la mayoría de las veces la has tirado sin prestarle demasiada atención, pero ¿sabías que la almohadilla blanca de la bandeja de la carne y pescados juega un papel clave en la conservación, apariencia y hasta en la seguridad alimentaria de este tipo de productos?
Pasa inadvertida, pero su papel es clave y mucho más importante de lo que nos imaginábamos. Es más, si eres de los que la evitan porque les da asco, ¡puede que estás cometiendo un error!
Esa almohadilla, también llamada absorbente alimentario, está diseñada con un propósito específico que va mucho más allá de la estética. Su presencia no es casualidad ni capricho de los empaquetados modernos, sino que, en su apariencia tan simple, es el resultado de años de desarrollo en tecnología de alimentos, seguridad sanitaria y manipulación de productos frescos.
Entonces, ¿es seguro su uso? ¿Y qué deberíamos hacer con ella una vez que abierta la bandeja? Respondemos todas esas preguntas y ¡más!
¿Qué es la almohadilla blanca de las bandejas de carne?
La almohadilla blanca que se encuentra en las bandejas de carne fresca en los supermercados, debajo de ésta concretamente, es una especie de esponja delgada hecha de materiales porosos como celulosa, fibras sintéticas o polímeros especiales.
Se conoce también como absorbente alimentario y es que su función principal es absorber los líquidos que libera la carne durante el proceso de envasado, transporte y la exposición en las baldas de los supermercados, así como durante el tiempo que las mantenemos en casa.
Estos líquidos, conocidos como jugos de la carne o purga, no sólo resultan poco atractivos visualmente, sino que también pueden favorecer la proliferación de bacterias si se acumulan en exceso.
La almohadilla evita precisamente esto último. Retiene el exceso de humedad y mantiene así una presentación más limpia, al mismo tiempo que hace que resulte más seguro en cuanto al riesgo de contaminación cruzada y la proliferación de bacterias.
De esta manera, también ayuda a prolongar la vida útil del producto y, por razones obvias, estas almohadillas están diseñadas para cumplir con estrictas normas de seguridad alimentaria.

¿De qué está hecha y es segura?
La mayoría de estas almohadillas están fabricadas con materiales aprobados por autoridades sanitarias como la FDA (Food and Drug Administration) o la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria) para el contacto con alimentos.
En su interior pueden encontrarse compuestos superabsorbentes, como el poliacrilato de sodio, por ejemplo, el mismo que se usa en pañales y productos médicos por su gran capacidad para retener líquidos.
Aunque parezca simple la almohadilla en sí, su diseño está detalladamente pensado para que no libere partículas ni se desintegre al estar en contacto con la carne o sus jugos.
Creemos que es obvio, pero cabe destacar que no debe comerse ni usarse para cocinar. De hecho, se recomienda desecharla directamente una vez hemos abierto la bandeja.
En caso de que la almohadilla se rompa o esté deteriorada, lo mejor es descartar la carne si hay dudas sobre su estado o contaminación. Aunque es poco común, un absorbente alimentario dañado podría ser señal y significar que la cadena de frío ha sido interrumpida en algún punto o que el empaquetado no ha sido adecuado.
¿Es reciclable o reutilizable?
Malas noticias para el medio ambiente. La mayoría de estas almohadillas no son reciclables dada a la mezcla de materiales y a su contacto con productos orgánicos.
Asimismo, tampoco es recomendable reutilizarlas, ya que están diseñadas para un solo uso en condiciones controladas.
Lo mejor que podemos hacer con ella una vez abierta la bandeja es tirarla a la basura con los residuos orgánicos o generales (dependiendo de la normativa de tu ciudad). Puede parecer un desecho insignificante y, según el criterio de cada una, compensar o no, pero su uso ayuda a evitar desperdicio de carne por mala conservación.