Mermelada de membrillo con la receta de la abuela

Aprovechamos la fruta de temporada para hacer una rica ¡mermelada de membrillo! Perfecta para combinar con queso y ¡muchos postres más!
Al igual que el dulce de membrillo, esta mermelada es muy sencilla de preparar con muy pocos ingredientes. De hecho, la principal diferencia entre ambos es que añadimos un poco de agua a la mermelada, consiguiendo así una textura más suave y ligera que nos permite untarla.
La temporada del membrillo suele ocupar los meses de agosto y septiembre, pero puede alargarse su recogida desde el mes de julio, hasta octubre. Con el calor en fechas inusuales es común ver el membrillo durante los meses siguientes a su supuesta temporada natural.
Está riquísimo acompañando el queso fresco o el queso crema en tostadas. Al preparar esta fruta en formato de mermelada, su sabor y textura combina a la perfección con la tarta de queso sin horno, bueno de hecho, ¡con cualquier receta de tarta de queso! La cheesecake al horno, como la tarta de queso de La Viña, ¡riquísima también!
Una opción que nos encanta es rellenas las napolitanas caseras con este mermelada, con el hojaldre nos sabe riquísimo.
Si no la habéis probado todavía, ¡no lo dudéis! La mermelada de membrillo queda riquísima y es muy fácil de hacer.
Y si queréis probar a hacer más mermeladas caseras, os recomendamos comenzar por otra de otoño, la mermelada de calabaza y naranja, sin azúcar y todas las propiedades de sus ingredientes, es una alternativa saludable de lo más interesante.
Índice de contenidos
Ingredientes
-
5 membrillos
-
100 mililitros de agua
-
400 gramos de azúcar
Raciones
4
Coste
Bajo
Dificultad
Media
Preparación
25 m
Cocinado
5 m
Tiempo total
30 m
Informacion nutricional
Valor nutricional (*por ración)
Cantidad | % | |
---|---|---|
Energía | 389,88 kcal | 19,49% |
Proteína | 0,24 g | 0,32% |
Hidratos de carbono | 103,7 g | 37,71% |
Azúcares | 99,80 g | 199,6% |
Fibra | 3,96 g | 13,2% |
Sodio | 0,00 g | 0% |
Calcio | 2,48 mg | 0,21% |
Hierro (hombres) | 0,06 mg | 0,6% |
Hierro (mujeres) | 0,06 mg | 0,33% |
Paso a paso
Hacer mermelada de membrillo es tan sencillo cómo preparar cualquier tipo de mermelada casera, ¡vamos allá!
Pela y trocea los membrillos. Al estar troceados será más sencillo y rápido el cocinarlos.
Pesa el membrillo para calcular la cantidad de agua. Calcula la mitad de dicha cantidad en azúcar. Por ejemplo, si nuestros membrillos una vez pelados y troceados pesan 800 gramos, añadiremos a la receta 400 gramos de azúcar.
Pasa el membrillo y el azúcar a una cazuela y agrega el agua. Calcula 100 ml por cada kilo de fruta. En nuestro caso, hemos redondeado añadiendo los 100 ml a pesar de no llegar al kilo (800 gramos). Lo dejamos cocinar unos minutos más al fuego ¡y listo!
Truco: Para añadirle otro toque de sabor a la mermelada, puedes agregar un chorrito de limón y unos clavos que aromatizarán la mezcla.
Comienza a calentar el membrillo junto con el azúcar y el agua en una cazuela. Remueve cada muy poco hasta fundir el azúcar y obtener una clase de sirope. Cocina hasta que el membrillo esté dorado y prácticamente se deshaga.
Ten especial cuidado cuando observes que se crea una clase de caldo, en este momento, remueve cada menos tiempo para evitar que se pegue al fondo y se queme.
Retira la cazuela del fuego y tritura el membrillo con una batidora de mano. ¡Así de sencillo!
Reparte la mermelada de membrillo en tarros esterilizados para conservarla en buen estado durante más tiempo.
Sirve la mermelada de membrillo y disfrútala como más te guste. En tostadas, como relleno de postres o decoración de tartas, ¡queda buenísima de cualquier manera!
Consejos y trucos
Cómo conservar la mermelada casera
La mermelada es perfecta para conservar las frutas y alimentos de temporada durante mucho más tiempo. Su cantidad de azúcar actúa como conservante, sin embargo, es importante saber cómo guardarla para que no se estropee en contacto con el aire.
Para ello, utilizaremos tarros. Esteriliza los tarros y reparte la mermelada dentro de ellos, hasta arriba.
Una vez el bote de mermelada listo y bien cerrado, dale la vuelta y deja que repose así, con la tapa hacia abajo durante 24 horas, un día entero sin voltearlo.
Para otro tipo de alimentos como las berenjenas en conserva o la salsa de tomate, el proceso varía un poco, por lo que os recomendamos echar un vistazo a nuestro artículo sobre cómo hacer conservas.
Puedes conservarla a temperatura ambiente, pero una vez abierta es importante que la guardes en la nevera.