Fácil y crujiente
Chips de alcachofas
Cómo hacer chips de alcachofas crujientes fritas, al horno o en freidora de aire
Estos chips de alcachofas son el snack perfecto para picotear. Con tan solo 3 ingredientes vas a tener lista esta sencilla receta. Hay a muchas personas que la alcachofa como tal no le gusta mucho, pero de esta forma, ¡te aseguro que te va a encantar!
Al cortarlas finamente y freírlas hasta que estén doradas, las alcachofas se vuelven casi adictivas con una textura ligera y crujiente. Además, su sabor suave y tostado las hace perfectas para acompañar por una gran variedad de salsas.
Puedes freírlas en aceite, hacerlas al horno o incluso en freidora de aire si buscas una opción con menos grasa y más saludable. Te dejamos todos los tiempos y temperaturas tanto en el paso a paso como en los consejos y trucos. ¡No te lo pierdas!
Índice de contenidos
Ingredientes
-
4 alcachofas
-
1/2 limón en zumo
-
aceite para freír
-
sal
Raciones
2
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
10 m
Cocinado
10 m
Tiempo total
20 m
Paso a paso
Llena un bol con agua y el zumo de limón. Limpia las alcachofas, retirando las hojas externas más duras y cortando la punta superior. Pela también el tallo que puede tener una parte fibrosa. Corta las alcachofas por la mitad y retira los pelillos del corazón.
Con ayuda de un cuchillo bien afilado o una mandolina, corta las alcachofas en laminas muy finas, de unos 2-3 centímetros de grosor. Según las vayas cortando, introdúcelas en el agua con limón para que no se oxiden y se ennegrezcan.
Fríe las alcachofas laminadas en abundante aceite de oliva. Asegúrate que el aceite esté bien caliente (unos 170-180°C) antes de agregar las chips. Fríe unos dos o tres minutos hasta que queden doradas y crujientes. Cuidado, porque al ser tan finas, es fácil que se quemen.
Saca las chips fritas con una espumadera y colócalas sobre papel absorbente antes de servirlas para retirar el exceso de aceite. Añade la sal al gusto mientras todavía estén calientes.
Sirve las chips de alcachofas recién hechas y acompáñalas con una salsa de yogur, alioli o alguna otra opción a tu gusto. Son ideales para disfrutar como aperitivo o para servir como guarnición y dar un toque diferente a tus platos de siempre.
Consejos y trucos
No te saltes el paso del zumo ya que las alcachofas se oxidan y se ennegrecen muy rápido.
Controla la temperatura del aceite, ya que, si está demasiado caliente, se dorarán rápido, pero quedarán blandas por dentro. Si, al contrario, está demasiado frío, absorberán demasiado aceite.
Puedes hacer la versión más saludable de chips de alcachofa al horno. Coloca las alcachofas laminadas sobre una bandeja con papel vegetal, píntalas con un poco de aceite y hornéalas unos 20 minutos a 200ºC, dándoles la vuelta a mitad de cocción para que se doren por ambos lados.
También puedes hacer las chips de alcachofa en freidora de aire. Tan sencillo como rociar las láminas con un poco de aceite y cocinarlas a 180°C durante 10-12 minutos, removiendo a mitad del tiempo para que se doren uniformemente. Quedan igual de crujientes, pero con mucha menos grasa.
Dales un extra de sabor añadiéndoles diferentes especias antes de hornear o freírlas. Por ejemplo, con pimentón, ajo en polvo o hierbas secas secan deliciosas.
¡Un truco que poca gente sabe! Si las vas a hacer fritas, deja que las alcachofas en la nevera (en el agua con limón) unos minutos antes de freírlas. Esto incrementará el choque térmico con el aceite y hará que queden más crujientes todavía.
Es mejor comerlas recién hechas, pero si te sobran, guárdalas en un recipiente hermético a temperatura ambiente. Se mantendrán crujientes durante uno o dos días.