Receta con trucos
Puerros confitados
Prepara unos puerros confitados suaves y llenos de sabor para acompañar cualquier plato
Para mucha gente, los puerros son una verdura complicada de comer, pero con esta receta, vais a usar los puerros como guarnición en cualquier plato que hagáis. Con una textura tierna, casi mantecosa, y un sabor suave combinan con absolutamente todo.
La clave está en el confitado. El cocinarlos de esta manera hace que se vuelvan increíblemente tiernos sin perder su forma. Además, realza su dulzor natural, mientras que se mantiene intacta su jugosidad. Es de esas preparaciones que pueden parecen algo complejas, pero que, a la hora de la verdad, solo requieren paciencia y un buen control del fuego.
Descubre cómo preparar este básico que siempre funciona y disfruta de la versatilidad de los puerros confitados. Te damos ideas de acompañamientos y platos en los consejos y trucos. ¡No te lo pierdas!
Índice de contenidos
Ingredientes
-
2 puerros
-
aceite de oliva virgen extra
-
sal
Raciones
2
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
10 m
Cocinado
60 m
Tiempo total
1 h 10 m
Paso a paso
Limpiamos los puerros bajo el grifo para quitarle restos de tierra que puedan tener y los cortamos en 2-3 trozos grandes, según su longitud, procurando que todos tengan un tamaño parecido para que se cocinen de forma uniforme.
Colocamos los trozos de puerro en una olla o cazo estrecho, de forma que queden más juntos y necesitemos menos aceite para cubrirlos. Vertemos suficiente aceite de oliva virgen extra como para sumergirlos completamente.
Los cocemos a fuego bajo durante 1 hora dándoles vueltas de vez en cuando para que se hagan bien. Durante los primeros 30 minutos mantenemos la olla tapada para ayudar a que el calor se distribuya mejor y los puerros se ablanden desde dentro. Pasado ese tiempo, retiramos la tapa y continuamos la cocción otros 30 minutos más. Movemos los puerros suavemente de vez en cuando para que se hagan de manera pareja y no se doren.
Cuando estén blanditos por dentro (deben estar muy tiernos, casi mantecosos), los sacamos y escurrimos bien el exceso de aceite dejándolos reposar sobre papel absorbente. Añadimos sal al gusto justo antes de servir los puerros confitados para que así mantengan su textura suave y su sabor delicado.
Consejos y trucos
Podemos usar un termómetro de cocina para saber la temperatura del aceite. Tendría que estar en 80ºC. Si no tenemos termómetro, estaremos controlando que el aceite no burbujee, pero siga caliente en todo momento. Si sube mucho la temperatura, retiramos la olla del fuego al que baje un poco y la volvemos a poner al fuego.
Lo mejor de estos puerros confitados es su versatilidad. Podemos servirlos con carnes, pescados, huevos, en tostas, dentro de empanadas, con salsa romesco o incluso como parte de una ensalada templada.
Para aromatizar los puerros confitados, podemos añadir un diente de ajo entero, una hoja de laurel o unos granos de pimienta. No alteran el sabor principal, pero sí que les da un toque sutil muy interesante.
¡Aprovecha el aceite del confitado! Queda muy rico en aliños o vinagretas, para saltear verduras o añadir a un hummus. Eso sí, consérvalo en la nevera y úsalo pronto.
Para potenciar el sabor de los puerros confitados, podemos marcarlos ya confitados en una sartén muy caliente durante 1 minuto por cada lado. Esa caramelización ligera que conseguimos en la sartén hace que resulten todavía más irresistibles si cabe.