Trucos para un caldo de huesos sabroso sin pasar horas cocinando

Trucos de cocina

Prepara un caldo nutritivo y sabroso sin pasar horas en la cocina

Trucos para hacer un caldo de huesos más sabroso, nutritivo y rápido
Trucos para hacer un caldo de huesos más sabroso, nutritivo y rápido

Hacer un buen caldo de huesos no tiene por qué suponer pasar horas y horas frente al fogón. Con unos pocos trucos como lo que te traeos hoy puedes conseguir un resultado igualmente gelatinoso (rico en colágeno), lleno de sabor y muy nutritivo sin sacrificar tu tiempo.

El caldo de hueso no sólo es un imprescindible en la cocina por su sabor al añadirlo a sopas y guisos, sino que también es una fuente de colágeno y minerales de lo más interesante para incluir en nuestra dieta diaria. Lo mejor es que los secretos para conseguir un caldo espectacular son más simples de lo que imaginas. ¡Ya verás!

Te explicamos todo sobre cómo aprovechar tus huesos (y cuáles son los mejores), qué técnicas ayudan a potenciar su sabor y cómo hacerlo más rápido todavía sin complicarte la vida. ¡Vamos al lío!

Cómo elegir los huesos para un caldo sabroso

La base de cualquier buen caldo de huesos empieza por la selección de los huesos. Puedes usar huesos de pollo, res, cerdo o incluso pescado, pero ten presente que cada tipo aporta un sabor y nivel de gelificación distintos.

  • Huesos con articulaciones y tuétano (la sustancia semi grasa del interior de los huesos): Contienen colágeno que ayuda a que el caldo tenga cuerpo y se gelifique al enfriarse.
  • Huesos con carne: Aportan más sabor y textura, ideal para caldos con carácter.
  • Huesos tostados: Dorarlos en el horno antes de cocinarlos intensifica el sabor y le da un color más profundo al caldo.

Nuestro consejo es que lo mejor es combinar varios tipos de huesos para lograr un caldo más equilibrado y rico en nutrientes.

Caldo de huesos
Caldo de huesos

El sabor y variedad de nutrientes también va influenciado por el tipo de animal del que proceden los huesos (huesos vacunos, de cerdo y de gallina, pollo o pavo). Así como, además, cabe destacar que, en específico, los huesos procedentes de los animales de pasto son más ricos en grasas monoinsaturada, vitaminas, minerales y Omega 3.

El pollo o el pavo siempre dan muy buen resultado y sabor en cuanto a caldos caseros, pero es cierto que las patas de pollo o gallina concretamente son especialmente interesantes por su gran cantidad de colágeno. Si tienes la opción, ¡añádelas sin duda!

Por otra parte, el sabor del cerdo es bastante más intenso, por lo que, lo mejor es combinarlo con otros animales para suavizar su sabor. Haznos caso que un caldo de huesos de cerdo queda demasiado intenso.

Asimismo, si utilizas un hueso de jamón, mejor que sea pequeño y recuerda que ya portará ese toque salado, ¡así cuidado a la hora de añadir sal al caldo!

Trucos para acelerar la cocción sin perder sabor

Existen algunos métodos que nos pueden ahorrar tiempo y evitarnos el pasar horas cocinando a fuego lento el caldo de huesos. Y lo más importante, no harán que pierda sabor.

Caldo de huesos frio
Caldo de huesos frio
  • Olla a presión: Reduce el tiempo de cocción de 12 horas a apenas 1-2 horas y el resultado sigue siendo un caldo gelatinoso y nutritivo.
  • Trocear los huesos: Cuanto más pequeños, más rápido se extrae el colágeno y el sabor. (Pídelo en la carnicería si se trata de hueso robustos o procura elegir bien en el supermercado)
  • Agua fría al inicio de cocción: Comenzar con agua fría permite que las proteínas y gelatina se liberen mejor durante la cocción, logrando así un caldo más rico y consistente.
Prepara el caldo de huesos en mayor cantidad y congélalo para tenerlo listo cuando necesites.

Cómo potenciar el sabor del caldo de huesos

Potenciar el sabor de un caldo, sea de huesos u otros tipos, es cuestión de unos cuantos ingredientes y pequeños trucos. Toma buena nota, porque esto te interesa:

  • Tostar los huesos en el horno: Dorarlos en el horno antes de cocinarlos dará más sabor y color al caldo. Colócalos sobre una bandeja para horno y tan sencillo como tostarlos unos 30 minutos a 180ºC.
  • Verduras aromáticas: Cebolla, zanahoria, apio y puerro son clásicos infalibles en cualquier tipo de caldo. Al igual que con los huesos, dorarlas ligeramente antes de añadir agua le dará más profundidad al caldo. Puedes hacerlo en la misma cazuela, no hace falta que sea en el horno.
  • Hierbas y especias: Laurel, tomillo, pimienta en grano y un toque de perejil al final pueden transformar completamente el sabor de tu caldo.
  • Un toque ácido para mayor colágeno: Un chorrito de vinagre de manzana ayuda a extraer minerales de los huesos, haciendo que el caldo sea más nutritivo todavía.

Beneficios del caldo de huesos

Si por algo es conocido el caldo de huesos es por su alto contenido de colágeno y gelatina. Esto lo hace especialmente beneficioso para el mantenimiento de nuestras articulaciones y una piel flexible, firme y saludable. Pero, ¿qué hay más allá de esto? ¡Pues mucho más!

  • Ayuda a fortalecer nuestro sistema inmunológico y aumentar las defensas.
  • Contiene minerales esenciales como calcio, magnesio y fósforo que nos ayudan a mantener fuertes huesos y dientes. Especialmente interesante durante las etapas de crecimiento y personas mayores.
  • Su contenido de aminoácidos se relaciona al buen funcionamiento del metabolismo y celular.
  • Su aporte de glutamina favorece a la reparación y el buen mantenimiento del revestimiento intestinal.

¿Cuánto dura el caldo de huesos en la nevera?

Una vez enfriado completamente y guardado en un recipiente debidamente hermético, puede durar perfecto entre 5 y 6 días. Cambiará de textura, volviéndose más gelatinosa, pero no te preocupes, al calentarse volverá a ser líquido.

Cómo congelar caldos sin perder sabor

También puedes congelar el cado para conservarlo durante mucho más tiempo con su sabor y nutrientes intactos. Hazlo en porciones, utilizando varios recipientes o bolsas para no tener que descongelarlo entero cuando sólo necesitemos una cantidad del total.

Caldo de huesos congelado
Caldo de huesos congelado

Recuerda que es muy importante dejar entre 2 y 3 centímetros en la parte de arriba si utilizas un recipiente de vidrio. Así, al crecer de volumen al solidificarse no reventará el cristal por falta de espacio.

Durará en el congelador hasta 3 meses antes de comenzar a deteriorarse. Puedes tomarlo solo o utilizarlo como base de sopas, guisos, risottos y hasta salsas, multiplicando su valor nutricional y sabor.

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