Caldo de huesos, ¡sabroso y nutritivo!

En esta ocasión, descubrimos cómo hacer un caldo de huesos de manera que aprovechemos todos sus nutrientes y propiedades. ¡No hay un caldo casero tan nutritivo como este!
El caldo de huesos es conocido por su alto contenido de colágeno y gelatina, muy interesantes para la salud de nuestras articulaciones y la piel. Es por ello, que en esta receta descubrimos los trucos más populares para potenciar las propiedades que nos aportan los huesos al caldo ¡para aprovecharlas al máximo!
Al final de la receta os explicamos, además, cuáles son los mejores huesos para hacer el caldo de huesos, sus propiedades, cuánto dura en buen estado y ¡mucho más!
Os recomendamos echar un vistazo a los consejos y trucos, porque resultan curiosidades bastante prácticas, la verdad. ;)
Índice de contenidos
Ingredientes
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1 kilo de huesos de animales (rodilla de ternera, espinazo y pata de cerdo, cáscaras de pollo, patas de gallina...)
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4 litros de agua
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2 cucharadas de vinagre de sidra de manzana
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1 cebolla
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zanahoria
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apio
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puerro
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ajo (al gusto)
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2 hojas de laurel
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sal
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pimienta
Raciones
6
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
15 m
Cocinado
2 h
Tiempo total
2 h 15 m
Informacion nutricional
Valor nutricional (*por ración)
Cantidad | % | |
---|---|---|
Energía | 49,3 kcal | 2,47% |
Proteína | 5,42 g | 7,23% |
Hidratos de carbono | 23,8 g | 8,65% |
Azúcares | 14,61 g | 29,22% |
Grasa total | 0,71 g | 0,91% |
Fibra | 9,18 g | 30,6% |
Sal | 0,5 g | 10% |
Sodio | 0,49 g | 0,02% |
Calcio | 180,45 mg | 15,04% |
Yodo | 24 mcg | 16% |
Hierro (hombres) | 2,59 mg | 25,9% |
Hierro (mujeres) | 2,59 mg | 14,39% |
Alérgenos

Paso a paso
Comenzamos por un truco para hacer nuestro caldo de huesos más sabroso y visualmente más apetitoso todavía con un color tostado. ¡Esto lo conseguimos horneando los huesos! ¡Vamos allá!
Lava bien todos los huesos que vayas a utilizar en tu caldo y colócalos sobre una bandeja para horno. Tuéstalos unos 30 minutos a 180ºC.
Si vas a aprovechar los huesos de un pollo que ya haya sido cocinado previamente, no hace que tuestes estos en el horno.
Pasa los huesos tostados a una olla grande y cúbrelos con el agua, que queden unos 5 centímetros de espacio en la parte superior de la olla. Agrega también el vinagre de sidra de manzana.
Opcionalmente, podéis dejar reposar estos ingredientes en la olla, sin encender el fuego, durante unos 20-30 minutos para que el vinagre actúe sobre los nutrientes de los huesos haciéndolos más disponibles y se extraigan una mayor cantidad de minerales de los mismos.
Añade sal (si no has añadido un hueso de jamón) y, ahora, atenta a los tiempos según la cazuela u olla que estés utilizando:
- En olla rápida : 2 horas a fuego bajo.
- En cazuela convencional: mínimo 6-8 horas a fuego mínimo (vigila que le falte líquido)
- En olla de cocción lenta 24 horas (desespuma a las 5 o 6 horas).
En caso de añadir verduras al caldo, incorpóralas durante la última hora de la cocción para que no amarguen su sabor. En nuestro caso, agregamos la cebolla (pelada, pero entera a poder ser), la zanahoria, el apio, el puerro, los ajos y las hojas de laurel, pero son totalmente opcionales, hay quien hace el caldo sólo con los huesos, agua y vinagre.
Pasado el tiempo adecuado, cuela el caldo y déjalo enfriar. ¡Ya tendrías listo el caldo de huesos! En consejos y trucos os explicamos cómo conservarlo y en qué otras recetas podéis utilizarlo.
Consejos y trucos
¿Con qué huesos se hace el caldo de huesos?
La primera elección en cuanto a qué huesos a utilizar para vuestro caldo casero es conocer la procedencia de los animales. A poder ser, os recomendamos siempre optar por los huesos de animales de pasto.
A pesar de que todos los huesos contienen tuétano (la sustancia semi grasa del interior de los huesos), los huesos procedentes de los animales de pasto son más ricos en grasas monoinsaturada, vitaminas, minerales y Omega 3.
En cuanto a los animales, lo más normal es utilizar huesos vacunos, de cerdo y de gallina, pollo o pavo.
Más allá de que el pollo o el pavo siempre dan un sabor muy bueno a los caldos caseros, las patas de pollo son especialmente interesantes para estas preparaciones por su gran cantidad de colágeno. Si podéis, ¡no dudéis en añadirlas! Un caldo de pollo con patas de gallina también será mucho más interesante.
El sabor del cerdo es bastante intenso, por lo que os recomendamos combinarlo con otros animales para que no tome tanto protagonismo. Asimismo, si estáis pensando usar un hueso de jamón, mejor que sea pequeño y procura no añadir sal al caldo, ya que el jamón ya le aportará ese sabor.
¿Qué beneficios tiene el caldo de huesos?
Si por algo es conocido el caldo de huesos es por su contenido de colágeno y gelatina, muy beneficioso para el mantenimiento de nuestras articulaciones y una piel flexible, firme y saludable.
Los minerales y nutrientes que recoge este tipo de caldo nos ayudan también a fortalecer nuestro sistema inmunológico y aumentar las defensas.
Nos aporta minerales esenciales como calcio, magnesio y fósforo que nos ayudan a mantener fuertes huesos y dientes. Especialmente interesante durante las etapas de crecimiento y personas mayores.
Su contenido de aminoácidos se relaciona al bien funcionamiento del metabolismo y celular. Es así que si aporte de glutamina favorece a la reparación y el buen mantenimiento del revestimiento intestinal.
¿Cuándo es mejor tomar el caldo de huesos?
Lo mejor es incluir el caldo de huesos en nuestra dieta diaria de forma natural haciéndolo parte de nuestras sopas, guisos y estofados. Las opciones son muchas al aportar un intenso y delicioso sabor a nuestros platos favoritos.
En recetas de arroz, quinoa o cuscús, como caldo de cocción, por ejemplo, también va genial, así como para hacer salsas para recetas como albóndigas o solomillo
Otra manera de disfrutar del caldo de huesos es servirlo solo, bien caliente en una taza, en los días de frío durante el otoño e invierno.
¿Cuánto dura el caldo de huesos en la nevera?
Guarda el caldo de huesos una vez se haya enfriado por completo en un recipiente o tarro hermético e introdúcelo en la nevera. De esta manera, se mantendrá en buen estado entre 5 y 6 días.
Notarás que al segundo día, normalmente, tenderá a gelatinizarse, ¡no pasa nada! Es lo más normal por su alto contenido de colágeno y gelatina, una vez caliente, volverá a su textura líquida.
Como dato curioso, calentad siempre el caldo de huesos al fuego al ser posible y nunca calientes en el microondas, ya que puede destruirlos aminoácidos.
Aún así, se trata de una elaboración tan larga, que os recomendamos preparar más cantidad de caldo de hueso de la que vayáis a usar en el momento y aprovechar a congelarlo. Así, cuando lo necesitéis una próxima vez, ya lo tendréis listo para utilizar.
Lo mejor es congelar el caldo en porciones, utilizando varios recipientes o bolsas para no tener que descongelarlo entero cuando sólo necesitemos una cantidad del total. Durará hasta 3 meses.
Recuerda que es muy importante dejar entre 2 y 3 centímetros en la parte de arriba si utilizas un recipiente de vidrio para evitar que éste se rompa cuando el liquido se expanda al solidificarse.
