Receta tradicional vasca
Salsa verde
La salsa verde casera perfecta para acompañar pescados y mariscos
La salsa verde es uno de esos clásicos de la cocina vasca que siempre triunfa. Con su sabor fresco y aromático gracias al perejil y el ajo, es capaz de convertir cualquier pescado o marisco en un plato digno de restaurante sin complicarte en la cocina. La verdad es que una de esas salsas básicas que siempre viene bien tener a mano.
Hacerla en casa es mucho más fácil de lo que parece. Solo necesitas unos ingredientes básicos y un poco de paciencia para conseguir el punto perfecto. Haciéndola tal y como te explicamos a continuación, tendrás una salsa suave, cremosa y con un gran sabor que te darán ganas de mojar pan directamente en la cazuela.
Prepara los ingredientes y ¡manos a la cocina! Hoy aprendemos a hacer una salsa para pescado y marisco espectacular. ;)
Índice de contenidos
Ingredientes
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1 cebolleta
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2 dientes de ajo
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100 mililitros de vino blanco
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100 mililitros de caldo de pescado
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1 cucharada de harina
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1 guindilla (opcional)
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sal
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perejil picado
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3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Raciones
4
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
10 m
Cocinado
20 m
Tiempo total
30 m
Alérgenos
Sulfitos
Pescado
Gluten
Paso a paso
Calienta 3 cucharadas de aceite de oliva en una cazuela a fuego medio. Pela los dientes de ajo y pícalos finamente. Añádelos al aceite caliente junto con la cebolleta cortada en dados pequeños. Sazona con una pizca de sal y cocina a fuego suave, removiendo de vez en cuando para que no se doren. El objetivo mantener un color claro y dar sabor al aceite.
Antes de que la cebolla y el ajo tomen color, añade la guindilla cayena (si la usas) y la cucharada de harina. Cocina un par de minutos removiendo con las varillas más para que la harina pierda su sabor crudo y se mezcle bien con el aceite y las verduras.
A continuación, vierte el vino blanco y deja que hierva unos minutos, lo suficiente para que el alcohol se evapore.
Añade el caldo de pescado y cocina a fuego suave durante 10 minutos. Esto permite que los sabores se integren y que la salsa gane cuerpo. Retira la guindilla si es que la has añadido y, si te gustaría una textura más fina en tu salsa, tritúrala con una batidora.
Por último, incorpora el perejil picado para darle el toque tan característico de frescor y aroma final a la salsa verde.
La salsa verde ya estará lista para acompañar la merluza, rape, almejas, patatas… Funciona especialmente bien con el pescado blanco y marisco.
Consejos y trucos
Si no te gusta el picante o hay niños en la mesa, no agregues la guindilla cayena, así quedará más suave.
Cocina la cebolla y el ajo a fuego bajo, ya que lo ideal es que no se doren, sino que se pochen lentamente para liberar su dulzor natural.
Para una textura más cremosa, tritura toda la salsa (antes de añadir el perejil); si prefieres un acabado más rústico y casero, solo aplasta ligeramente con el tenedor y listo.
Esta salsa combina genial con merluza, almejas o patatas cocidas, que son los grandes clásicos, pero también va muy bien con salmón, lubina, mejillones o incluso verduras al vapor.
Se puede preparar con antelación y guardar en la nevera hasta 24 horas. En el momento de utilizarla, no tendrás más que recalentarla suavemente para mantener la textura y el aroma de la salsa.
Un toque extra de perejil fresco justo antes de servir realza el color y el sabor de manera espectacular. Pero agrega este último toque de perejil justo antes de servir y no antes para que el perejil mantenga su frescura.