Receta fácil
Muslos de pollo en freidora de aire
Descubre el tiempo y la temperatura ideales para hacer unos muslos de pollo en airfryer jugosos

Los muslos de pollo en freidora de aire son una receta hogareña perfecta para el día a día: fáciles de preparar, sabrosos y con un resultado que siempre sorprende.
Lo mejor es su versatilidad, ya que puedes adaptar la mezcla de especias a tu gusto, logrando desde un sabor clásico hasta uno más atrevido.
Gracias a la freidora de aire, el pollo queda jugoso por dentro, mientras que la piel se vuelve crujiente y bien especiada, sin necesidad de exceso de aceite.
En esta ocasión los hemos acompañado con unas patatas fritas en airfryer, y además, del propio pollo ha salido una salsa deliciosa para regar tanto la carne como la guarnición, convirtiéndolo en un plato completo y reconfortante.
Índice de contenidos
Ingredientes

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6 muslos de pollo
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sal
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pimienta negra molida
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1/2 cucharadita de pimentón
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1/2 cucharadita de tomillo
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1/2 cucharadita de cayena en polvo
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1/2 cucharadita de ajo en polvo
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1 cucharada de miel
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1 cucharada de aceite de oliva virgen extra
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1 cucharadita de zumo de limón
Para acompañar:
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2 patatas
Raciones
3
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
5 m
Cocinado
1 h 30 m
Tiempo total
1 h 35 m
Paso a paso
Para comenzar, corta el exceso de grasa de 6 muslos de pollo. Hazles un par de cortes en la parte más carnosa y después ponles sal y pimienta negra recién molida.

Prepara un bol o bandeja y pon en ella la mezcla de especias para adobar el pollo: ½ cucharadita de pimentón, ½ cucharadita de tomillo, ½ cucharadita de cayena en polvo y ½ cucharadita de ajo en polvo. Añade a continuación 1 cucharada de miel, 1 cucharada de aceite de oliva virgen extra y 1 cucharadita de zumo de limón.

Introduce el pollo en el adobo y mézclalo bien para que quede impregnado por todas partes. Resérvalo al menos una hora en la nevera, y si tienes tiempo lo ideal es dejarlo de un día para otro.

Prepara la freidora de aire colocando la rejilla para que el pollo se ase de forma uniforme, ya que permite que el aire circule también por la parte inferior. Programa la freidora a 200ºC durante 10 minutos y coloca los muslos sin apilarlos, cierra la cubeta y cocínalos, por un lado.

Después abre la cubeta, dales la vuelta y, si notas que se doran demasiado, añade un poco de agua; así quedarán más jugosos y se formará una salsa que podrás usar al servir. Vuelve a programar la freidora a 200ºC durante 15 minutos más y asa los muslos, girándolos de nuevo si es necesario para que se doren por todos los lados. Una vez listos, pásalos a una fuente y reserva la salsa.

Mientras los muslos se cocinan pela un par de patatas y córtalas en gajos.
Ponlas en un bol con agua fría durante 15 minutos para eliminar el exceso de almidón y conseguir que queden más crujientes. Escúrrelas y después sécalas con papel de cocina.
Llévalas a la freidora de aire, ponles sal y un poco de aceite de oliva virgen extra, programa a 180ºC durante 15 minutos. Pasado ese tiempo agita las patatas y vuelve a programar la freidora a la misma temperatura otros 15 minutos.

Sirve los muslos de pollo junto con las patatas fritas y vierte por encima la salsa que ha quedado en la cubeta para disfrutar de un plato sabroso y jugoso.

Consejos y trucos
Los muslos de pollo son perfectos porque resultan jugosos y sabrosos, pero también puedes usar contramuslos si prefieres más carne o incluso pechugas, aunque estas últimas tienden a quedar un poco más secas y requieren más cuidado.
La mezcla de especias es totalmente a tu elección: puedes optar por hierbas aromáticas como tomillo, romero u orégano, o darle un toque más intenso con comino, curry o ras el hanout. La cantidad de picante también depende de tu gusto; añade más cayena o chile si lo prefieres con un punto más atrevido.
Uno de los errores más comunes es que los muslos queden demasiado secos. Vigílalos a mitad de la cocción y, si ves que se doran en exceso, añade un poco de agua en la cubeta para mantener la jugosidad. Si lo deseas, también puedes usar un chorrito de vino blanco: en este caso deja que evapore bien el alcohol para que solo quede el sabor.
Dar un par de cortes en la parte más carnosa permite que el adobo penetre mejor y acelera la cocción, consiguiendo un pollo más sabroso por dentro y dorado por fuera.
Coloca los muslos separados entre sí para que el aire circule de forma uniforme. Si los apilas, se cocinarán de manera desigual y perderán el punto crujiente por fuera.
Cuando estén listos, saca los muslos y déjalos reposar unos minutos en una fuente con la salsa que haya quedado en la cubeta. Este pequeño descanso ayuda a que los jugos se redistribuyan y la carne quede aún más tierna.