Mac and cheese, macarrones con queso americanos

El mac and cheese, abreviatura de macaroni and cheese, es un plato clásico de la cocina americana con raíces que se remontan a la cocina europea, particularmente la británica e italiana. Este plato consiste en pasta mezclada con una rica salsa Mornay, una bechamel enriquecida con queso.
El mac and cheese se sirve típicamente como plato principal, especialmente en cenas familiares y reuniones informales, o como acompañamiento en barbacoas y comidas festivas.
Para un contraste de texturas y sabores, se puede acompañar con una ensalada verde fresca. Este plato de pasta, simple pero tremendamente gustoso, ha llegado a ser un favorito en muchas mesas por su reconfortante combinación de sabores cremosos y queseros.
Índice de contenidos
Ingredientes

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200 gramos de pasta de coditos
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600 mililitros de leche entera
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50 gramos de mantequilla
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40 gramos de harina
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sal
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pimienta negra molida
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200 gramos de queso cheddar
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50 gramos de queso parmesano
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cebollino
Raciones
6
Coste
Bajo
Dificultad
Fácil
Preparación
20 m
Cocinado
60 m
Tiempo total
1 h 20 m
Informacion nutricional
Valor nutricional (*por ración)
Cantidad | % | |
---|---|---|
Energía | 390,73 kcal | 19,54% |
Proteína | 17,08 g | 22,77% |
Hidratos de carbono | 32,23 g | 11,72% |
Azúcares | 5,75 g | 11,5% |
Grasa total | 18,59 g | 23,79% |
Grasa saturada | 8,60 g | 47,07% |
Grasa polisaturada | 0,63 g | 5,73% |
Grasa monosaturada | 4,05 g | 9,2% |
Colesterol | 49,86 mg | 16,62% |
Fibra | 1,4 g | 4,67% |
Sal | 2,3 g | 46% |
Sodio | 0,80 g | 0,03% |
Calcio | 465,35 mg | 38,78% |
Yodo | 12,93 mcg | 8,62% |
Hierro (hombres) | 0,83 mg | 8,3% |
Hierro (mujeres) | 0,83 mg | 4,61% |
Alérgenos



Paso a paso
Elaborar mac and cheese es muy sencillo, como verás a continuación. Primero, funde 50 g de mantequilla en una cazuela y añade 40 g de harina para comenzar a hacer la roux de la salsa. Remueve a fuego lento durante un par de minutos para asegurarte de que la harina se cocine adecuadamente, evitando así un desagradable sabor a harina cruda.
Luego, vierte poco a poco 600 ml de leche entera templada, incorporándola lentamente mientras remueves. Usa unas varillas si es necesario para evitar que se formen grumos. Una vez incorporada toda la leche y formada la bechamel, sazona con sal y pimienta recién molida.
Ralla 200 g de queso cheddar y 50 g de queso parmesano, y añádelos a la salsa bechamel. Remueve bien hasta que el queso se haya derretido por completo y la salsa esté suave y cremosa.
Por otro lado, pon a hervir abundante agua con 1 cucharadita de sal y cuece 300 g de pasta de coditos al dente, siguiendo las instrucciones del fabricante. Escurre la pasta, reservando un par de cucharadas del agua de cocción para añadir a la salsa de queso y aligerarla ligeramente.
Vierte la pasta escurrida en la salsa de queso y mezcla bien, asegurándote de que la salsa cubra completamente la pasta y se introduzca en los agujeros. Luego, transfiere la mezcla a una fuente para horno y colócala bajo el grill. Gratina los mac and cheese hasta que se forme una costra dorada y crujiente en la superficie.
Para finalizar, corta el cebollino en trozos pequeños y espolvoréalo sobre los mac and cheese recién salidos del horno. Esto aportará un toque de frescor y color a este delicioso plato.
Funde la mantequilla y añade la harina. Remueve a fuego lento 2 minutos. Vierte poco a poco la leche removiendo con las varillas. Salpimienta y agrega el queso rallado. Remueve hasta fundir.

Cuece la pasta de coditos en agua con sal siguiente las instrucciones del fabricante. Escurre y reserva dos cucharadas del agua.

Agrega la pasta a la salsa y mezcla muy bien. Para a una fuente para horno y gratina hasta que se forme una costra dorada y crujiente.

Sirve los mac and cheese recién hechos con un poco de cebollino picado por encima.

Consejos y trucos
Para que los mac and cheese sean aún más deliciosos, espolvorea un poco de pan rallado o panko sobre la superficie antes de gratinarlos. El contraste crujiente con la cremosidad de la pasta realzará el plato, llevándolo a otro nivel.
Tradicionalmente, se utiliza pasta de codo (elbow macaroni), cuya forma curva y hueca permite que la salsa de queso se adhiera bien.
También se pueden emplear otras formas y tipos de pasta como conchiglie (conchas), fusilli (hélices) o cavatappi (tornillos), que igualmente capturan la salsa cremosa de manera deliciosa.
En esta versión, hemos usado coditos, también conocidos como tiburones o mini conchas.
Cocina la pasta al dente: La pasta seguirá cocinándose en la salsa de queso y al gratinarla, así que es mejor que esté ligeramente firme cuando la escurras para evitar que se vuelva demasiado blanda.
Para esta receta, la salsa Mornay va especialmente cargada de queso cheddar y un toque de parmesano, aunque es versátil y permite el uso de otros quesos fundentes como gouda, gruyère o mozzarella, para variar el sabor y la textura.
Añade un toque de mostaza, especias como ajo o cebolla en polvo, pimentón o nuez moscada para aumentar el sabor del plato.