3 trucos de cocina que hacen que las castañas se pelen solas

Hacer castañas en casa puede dar un poco pereza y no precisamente por su elaboración, que ya sean asadas o cocidas es de lo más sencilla, sino por el después, el tener que pelarlas. Hay veces que la piel marrón se agarra de tal manera, que parece no haber modo de despegarla.

La buena noticia es que existen trucos realmente efectivos que hemos puesto a prueba en casa y realmente funcionan. La verdad es que resultan de lo más sencillos, sin necesidad de ingredientes o técnicas complicadas. Un poco de agua, un trapo y golpe de calor, eso es lo que necesitaremos.

Así que, si tienes unas castañas en casa listas para asar o estás pensando en comprarlas, te recomiendo leer esto antes para asegurarte siempre que te queden perfectas, fáciles de pelar y jugosas por dentro. ¡Vamos al lío!

1. El método clásico: remojo y horno

Este es el truco más popular por una razón y es el simple hecho de que: funciona (y muy bien, por cierto). Es especialmente útil para cuando preparamos cierta cantidad de castañas, la suficiente para compensar encender el horno. También es interesante para castañas con piel especialmente seca, ahora verás porqué.

Paso a paso para que realmente funcione este truco

Antes de nada, lo primero será hacer un corte en la piel de cada castaña. Lo ideal es hacer una «X» o un corte lateral profundo, lo suficiente para atravesar la cáscara dura sin llegar del todo a la pulpa. Con esto evitaremos posibles explosiones en el horno y, sobre todo, permitiremos que el agua entre bien en el siguiente paso: el remojo.

Pon las castañas en un bol con agua caliente y una cucharadita de sal. Déjalas 30 minutos en remojo. La sal no es imprescindible, pero sí que ayuda a ablandar ligeramente la piel, así que es un extra que, bienvenido sea. Verás que algunas flotan: suelen ser las malas o vacías, así que aprovecha a hacer limpieza y descártalas.

Una vez pasado el tiempo indicado, escúrrelas, colócalas en una bandeja y hornéalas 20 minutos a 200°C. Termina con 3-5 minutos de grill para que la piel se contraiga aún más y ayude a despegarse.

Al sacarlas, cúbrelas con un trapo durante 5 minutos para que el vapor interior levante la piel y termine por despegarla. ¡Y listo!

Remojo, trapo y un último golpe de calor más intenso. Pruébalo y déjate sorprender por el resultado. ;)

2. Freidora de aire: rápido, limpio y sorprendentemente eficaz

Si tienes una freidora de aire en casa, ¡este método lo tienes que probar! La textura queda como asada y se pelan muy bien. La ventaja es que airfryer no hace falta remojo, por lo que es más rápido y manchamos menos.

Para este truco sólo deberás tener en cuenta: el corte previo, el tiempo y la humedad final con un paño. ¡Verás qué sencillo!

Tiempo y temperatura exactos para castañas en freidora de aire

Haz siempre un corte previo, igual que en el método tradicional. Recuerda que, sin corte, ¡revientan! El caso es que, con al calor, el vapor se puede acumular en su interior y sin un corte en la cáscara que lo deje escapar, puede hacer que explote el fruto tanto en el horno, freidora de aire, microondas, cazuela...

Ponlas en la cesta sin amontonar demasiado y cocínalas 15 minutos a 180°C. Si tu freidora de aire es potente, revisa a los 12 minutos para evitar que se quemen o resequen. Al sacarlas, cúbrelas con un paño unos minutos para que terminen de soltar la piel interna con el calor y vapor acumulado en su interior ¡y listo!

Es el método perfecto para preparar pocas castañas y para saciar un antojo rápido.

¿Por qué en airfryer no hace falta remojo?

La airfryer funciona con aire muy caliente circulando rápidamente, lo que provoca que la cáscara externa se abra y la piel interna se seque y se desprenda con facilidad. Por lo que el remojo, en este caso, no aporta una mejora clara, incluso puede afectar negativamente a la textura final, dejándolas más cocidas que asadas.

• El remojo es útil cuando van al horno. Ayuda a ablandar la piel y funciona especialmente bien con castañas viejas o muy secas.
• El remojo es innecesario cuando las hacemos en la freidora de aire. Con un buen corte y unos minutos tapadas con un trapo después de cocinarlas, se pelan perfectamente.

3. El truco de los profesionales: escaldado rápido

Este método es lo aprendemos de la cocina profesional. Es muy interesante para cuando se necesitan las castañas peladas para hacer purés de castaña, cremas para rellenos o postres como el bizcocho de castañas que tanto nos encanta cada otoño.

Cómo escaldar castañas para que la piel salga mejor

Haz un corte profundo en la cáscara como en los anteriores métodos y coloca las castañas en agua hirviendo durante 5 minutos. Sácalas en tandas pequeñas y pélalas calientes, justo recién escaldadas (con cuidado de no quemarte).

¡La clave es no dejarlas enfriar! Y es que, a medida que bajan de temperatura, la piel vuelve a pegarse y endurecerse, por lo que será mucho más difícil quitarla. Este truco es ideal si necesitas una piel muy limpia para triturar después.