¿Se puede comer la piel del kiwi? La respuesta te va a sorprender
Curiosidades
Descubre si es segura, qué aporta y cómo aprovecharla sin notar esa textura tan rara
¡Me encanta contar esto desde que lo descubrí! ¿Sabías que la piel del kiwi se come? Ahí donde a ves, con sus característicos pelitos y ese toque áspero, resulta que es comestible y, no sólo eso, sino que, además, nos ofrece una gran cantidad de beneficios. ¿Serías capaz de superar la aprensión y probarla? ;)
Es cierto que la gran mayoría de nosotras la descartamos por costumbre y porque, seamos sinceras, su aspecto y textura no nos parecen lo más apetecible. No obstante, es verdad también esa piel esconde una bomba de fibra, antioxidantes y vitamina C, además de otros compuestos beneficiosos para la digestión que nos pueden hacer replantearnos el probarla. Además, los expertos aseguran que no hay problema en comerla si se limpia correctamente.
Ahora, la cuestión es: ¿Y a qué sabe la piel del kiwi? ¿Cambia su sabor entre variedades? Aquí te cuento todo lo que dicen los nutricionistas, cómo quitar esa sensación de aspereza de la piel y cuándo no deberías comerla. Ya solo por curiosidad y poder sorprender a tus amigos, ¡te aseguro que merece la pena!
Beneficios de la piel del kiwi
La piel del kiwi se come, y no solo eso, ¡sino que se recomienda hacerlo! Si tu estómago lo tolera bien, claro. Según la Fundación Española de Nutrición (FEN) y diversos estudios publicados en Food Chemistry, la piel del kiwi contiene hasta un 50 % más de fibra y antioxidantes que la pulpa. Es decir, al pelarlo estamos tirando parte de lo mejor.
Además, la piel está repleta de flavonoides y vitamina E, compuestos que ayudan a proteger las células del envejecimiento.
Eso sí, ten presente que no todos los estómagos la toleran igual. Si tienes digestiones delicadas, lo mejor es probar con pequeñas cantidades para ver si tu eres una de las que lo toleran, o no.
Cómo limpiar y preparar el kiwi con piel
Antes de darle un mordisco a cualquier fruta que vayamos a comer sin pelar, ¡hay que lavarla bien! Igual que harías con una manzana, pera o fresa, toca limpiar la fruta.
En caso del kiwi, los pelitos que lo cubren no son peligrosos, pero sí que es más sencillo que pueden acumular polvo o restos del campo. Así que atenta:
Lava el kiwi bajo el grifo con abundante agua. Frótalo suavemente con un cepillo de frutas o una servilleta para retirar la pelusa, así se te hará algo más agradable si no te convence el tema de los pelitos. Una vez listo, déjalo secar o sécalo con papel antes de cortarlo ¡y ya estaría!
Para empezar, te recomiendo que pruebes primero con las variedades de kiwi dorado o gold. Tienen una piel más fina y casi sin pelitos, por lo que se te hará mucho más fácil y, seguramente, agradable a la hora de comerlo directamente sin pelar.
¿A qué sabe la piel del kiwi?
La piel del kiwi tiene un sabor ligeramente terroso y ácido. Sabor que realmente combina muy bien con la dulzura de su pulpa. Es verdad que la primera vez que la pruebas puede sorprenderte y no siempre gustarte, al final es algo a lo que no estamos acostumbradas. Por eso mismo, empezar a comerla cortando el kiwi sin pelar en rodajas finas o en batidos es una manera de lo más sencilla en la que la piel para prácticamente desapercibida.
Mi técnica fue, por ejemplo, empezar a añadirla en smoothies, que al ser más cremoso se me hacía más fácil, y en macedonias, donde al mezclarlo con otras frutas me la comía sin pensarlo demasiado.
Recetas para comer el kiwi sin pelar y no darte cuenta
No hace falta comerla directamente para beneficiarte de sus propiedades. Si te de algo de cosa, pero quieres de verdad aprovechar sus beneficios, prueba con alguna de estas ideas.
- Smoothie verde revitalizante: Mezcla 1 kiwi con piel, 1 manzana, un puñado de espinacas, medio pepino y 200 ml de agua o leche vegetal. Tritura todo ¡y listo!
- Ensalada de frutas tropical: Corta a cubos 1 kiwi con piel, 1/2 mango y 1/2 papaya. Añade unas hojas de menta y un chorrito de zumo de lima.
- Parfait de yogur y kiwi dorado: Corta en rodajas finas 1 kiwi dorado con piel y alterna capas con yogur natural y granola.
La piel del kiwi queda prácticamente imperceptible o integrada con los ingredientes restantes, mientras que aprovechamos ese extra de fibra y antioxidantes que tanto nos interesa. Asimismo, como te comentaba antes, usa el kiwi dorado si prefieres asegurarte de que no se note en absoluto ya que su piel es más suave y fina que la del kiwi verde.