Trucos para freír las berenjenas y que no queden aceitosas
Cómo evitar que la berenjena chupe el aceite
Las berenjenas fritas son tan sencillas de hacer como deliciosas. No obstante, el efecto esponja con la que se caracteriza la hortaliza hace que este plato resulte demasiado aceitoso para poder disfrutarlo muy a menudo. Incluso su sabor puede resultar desagradable con tanto aceite como absorbe.
En el sur son todos unos expertos en cuanto a la berenjena frita, dándonos desde sus tierras recetas tan emblemáticas como las berenjenas fritas con miel.
Platos cómo éste u otros igual de populares, como pueden ser las berenjenas rebozadas con cerveza, nos dan la solución y trucos originales para evitar que la berenjena absorba demasiado aceite al freírla.
Sal, huevo, cerveza o leche, toma buena nota de estos ingredientes para preparar una berenjena frita mucho más ligera y saludable. ¡Verás qué sencillo resulta! Tanto, que te sorprenderá no haberlo descubierto antes.
Cómo freír berenjenas y que no queden aceitosas
Partimos del hecho de que la berenjena tiene la característica de absorber el líquido como una esponja, por lo que nuestro objetivo antes de freírla será bien hidratarla para evitar que absorba más líquido, crear una película con otros ingredientes naturales que bloqueen el aceite o bien deshidratarla cocinándola antes. ¡Vamos allá!
Sal para quitar el amargor y evitar que chupe aceite
El mismo procedimiento que hacemos para quitar el amargor a las berenjenas nos sirve para freírlas sin que absorban tanto aceite.
Para ello, corta la berenjena por la mitad, en rodajas, láminas o en la forma que gustes y espolvoréala con sal. Deja que repose así y, a poder ser, sobre un colador durante 30 minutos. Tiempo durante el que cual observarás que la berenjena soltará humedad.
Pasado este tiempo, seca la berenjena presionándola ligeramente con papel de cocina o un paño limpio. Evita restregarla o hacer demasiada fuerza, así como enjuagarla con agua, te aseguramos que no quedará salada.
Una vez seca dentro de lo posible, procura cocinarla en la mayor brevedad de tiempo posible para evitar que se oxide.
El truco de la sal sirve tanto para quitar el amargor a la berenjena, como para evitar que absorba tanto aceite al extraerle una cantidad considerable de agua a la hortaliza.
Clara de huevo o cerveza
Sin llegar a hacer una berenjena rebozada, con este truco buscamos crear una clase de capa que proteja la superficie porosa de la berenjena y bloquearla así, en cierto modo, para que no pueda absorber el aceite.
Bien lo podemos hacer bañando la berenjena con clara de huevo o cerveza.
Leche y harina, el truco cordobés para la berenjena
Con un enfoque ciertamente contrario, con el truco de la leche buscamos el mismo resultado, pero con un método diferente.
En este caso, dejamos reposar la berenjena en leche sumergida completamente durante 30 minutos para llenar dichos poros que os mencionábamos en el truco anterior. El objetivo es llenarla y evitar que así que entre más líquido en ellos, es decir, no dejamos espacio para que entre el aceite.
Desde el sur, descubrimos que su truco para hacer una berenjena frita sin demasiado aceite está también en la temperatura. Con la leche fría e, incluso, añadiendo hielos, conseguimos que la berenjena quede más compacta y algo dura, lo que favorecerá el resultado que buscamos.
Cómo extra y aprovechando que la berenjena está húmeda por la leche, podemos pasarla por harina. Ésta se adherirá mucho mejor a la berenjena y creará así una clase de barrera que no permitirá el paso de tanto aceite.
Al horno o al microondas (antes de freír)
Otra opción es cocinar previamente la berenjena al horno o calentar unos minutos la berenjena en el microondas. De esta manera, alteramos la estructura esponjosa característica de la hortaliza evitando que absorba tanto aceite.
Con la incorporación de las freidoras de aire a nuestras cocinas, también se han convertido en una opción más en este caso. Podéis calentar previamente la berenjena en la airfryer para luego freírla en la sartén.
Cómo cocinar la berenjena
Otra alternativa para hacer la berenjena con menos aceite es cocinarla mediante otros medios que no requieran tanta cantidad de grasa.
Al horno podemos hacerla tanto jugosa, como crujiente. Os dejamos por aquí la receta de berenjena crujiente al horno por si lo que os gusta del hecho de hacerla en la sartén es el resultado crujiente.
Igualmente, podemos hacer la berenjena en freidora de aire con resultados muy diferentes. Desde tiernas y cremosas, hasta berenjena tan crujiente como las patatas de paquete.
Si quieres evitar encender alguno de estos electrodomésticos, siempre puedes hacer la berenjena a la plancha, al vapor o en un buen guiso al estilo del mojete de berenjena.
Lo que no recomendamos es hacer la berenjena hervida. A menos que sea para hacer una crema y, aun así, solemos optar por asarla. Al ser tan esponjosa, no se trata de un ingrediente adecuado para este método de cocción, ya que pierde textura y sabor.