Sopa castellana, la receta de la abuela

31 mar 2024 - 12:00 Actualizado: 15 jul 2025 - 10:08
CTIS1139 receta sopa castellana
CTIS1139 receta sopa castellana

De sabor tradicional y reconfortante, en esta ocasión aprendemos a hacer una sopa castellana como la del pueblo, ¡como la que hacía nuestras queridas abuelas!

La sopa castellana, también conocida como sopa de ajo, destaca por su intenso sabor. Hecha con ajo y pan duro como base, agregamos jamón, pimentón y buen caldo de carne para potenciar su sabor y disfrutarla en su mejor versión.

Aún siendo muy fácil de hacer, para que quede como la verdadera, la elaboración tiene sus truquitos, los que, obviamente, os hemos ido dejando durante el paso a paso para que no os perdáis detalle.

Y, como toda receta tradicional, este plato típico de Castilla y León, triunfa en cualquiera de sus versiones. Nosotras, por ejemplo, la hemos preparado también con bacalao en la receta de sopa de ajo al tratarse de un plato clásico de Semana Santa y, especialmente, de la Cuaresma. Es así, que ver la sopa con huevo o bacalao es muy popular para hacerla más saciante.

Ya sea en Semana Santa, así como en invierno o cuando más nos apetezca, ¡la sopa castellana es uno de esos platos que siempre triunfan! Descubre cómo hacerla paso a paso para que te quede perfecta y guarda muy bien esta receta, ¡que seguro que repetiréis! ;)

Ingredientes

  • ·

    10 dientes de ajo

  • ·

    12 rebanadas de pan duro

  • ·

    3 litros de caldo de carne o agua

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    150 gramos de jamón serrano

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    2 cucharadas de pimentón dulce o picante

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    aceite de oliva virgen extra

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    sal

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    pimienta negra molida

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    6 huevos (opcional)

Raciones

6

Coste

Bajo

Dificultad

Fácil

Preparación

20 m

Cocinado

20 m

Tiempo total

40 m

Informacion nutricional

Valor nutricional (*por ración)

Cantidad %
Energía 405,21 kcal 20,26%
Proteína 21,29 g 28,39%
Hidratos de carbono 33,03 g 12,01%
Azúcares 3,49 g 6,98%
Grasa total 21,74 g 27,82%
Grasa saturada 4,24 g 23,21%
Grasa polisaturada 2,46 g 22,36%
Grasa monosaturada 7,92 g 18%
Colesterol 263,5 mg 87,83%
Fibra 2,88 g 9,6%
Sal 2,3 g 46%
Sodio 0,77 g 0,03%
Calcio 92,99 mg 7,75%
Yodo 22,05 mcg 14,7%
Hierro (hombres) 3,47 mg 34,7%
Hierro (mujeres) 3,47 mg 19,28%

Valores nutricionales calculados por Dietista-Nutricionista

Alérgenos

Gluten.png Gluten
Eggs.png Huevos

Paso a paso

Si te encantan, pero no sabes cómo hacer una sopa castellana, ¡atentas a lo fácil que es!

Comienza por preparar los grandes protagonistas de esta receta, ¡los ajos! Pela y lamina los ajos.

No hace falta que los ajos queden demasiado finos, ya que lo que nos interesa de estos es que, además del intenso sabor y olor que aporta, favorezca la emulsión entre el aceite y el agua, lo que también la diferencia de otras sopas.

Caliente un poco de aceite en una cazuela grande para hacer la sopa. Con la base de aceite bien caliente, agrega los ajos laminados y saltéalos hasta que tomen un color dorado. Incorpora el jamón serrano en taquitos y remueve para integrar ambos sabores.

Agrega seis de las rebanadas de pan duro (no hace falta trocear) y dales un par de vueltas para tostarlas ligeramente. Retira la cazuela del fuego y añade el pimentón dulce o picante, a tu gusto.

Importante retirar la cazuela el fuego para evitar que el pimentón se queme y se estropee su sabor quedando amargo.

Remueve para integrar los distintos ingredientes en la medida de lo posible y con la cazuela otra vez sobre el fuego, rehoga un par de minutos. Sin dejar de remover, añade el caldo de carne.

Podéis hacer la sopa castellana con agua, sin embargo, con un buen caldo casero de base quedará mucho más sabrosa.

Mantén al fuego bajo para que no rompa a hervir (un truco que distingue esta sopa del resto) y cuece unos 15-20 minutos.

Aprovecha este tiempo para tostar las 6 rebanadas restantes de pan duro en una sartén con un poco de aceite de oliva.

En los últimos minutos de cocción de la sopa, coloca estas rebanadas de pan tostado sobre la superficie de la misma sopa y deja que se vayan reblandeciendo sin tocarlas. Agrega sal, teniendo en cuenta el sabor que ya aporta el jamón serrano, y un toque de pimienta negra al gusto.

Si prefieres que el pan quede completamente blando, añádelo al principio de la cocción.

Para terminar, opcionalmente, ¡agrega los huevos! Cáscalos sobre la sopa y deja que cuajen unos 2 o 3 minutos.

Hay quién agrega sólo las claras a la sopa o separa la clara de la yema para añadir primero la clara y después la yema y así quede más líquida.

¡Y listo! Sirve la sopa castellana bien caliente y disfruta de esta receta tradicional ¡en su mejor versión!

Historia de la sopa castellana:

Historia de la sopa castellana

La sopa castellana viene arraigada a la religión como parte de las recetas más típicas durante la Cuaresma al no incluir carne entre sus ingredientes y tratarse de un plato económico y saciante. 

En la antigüedad, la sopa castellana era uno de los platos más populares entre la gente del campo, los cuales, tras el desayuno y tras algunas horas de trabajo, reponían fuerzas con esta sopa de ajo

Se trata de un plato de aprovechamiento, de ingredientes sencillos, que con los años ha ido siendo adaptado según la región y los tiempos. Existen versiones tan populares como las que incluyen ingredientes como bacalao, lo que la hace más característica de Semana Santa si cabe, o el huevo que agregamos en nuestra receta.

Ingredientes ricos en proteínas que la convertían en un plato todavía más interesante y saciante en tiempos de duro trabajo y escasez de alimentos. 

Consejos y trucos

¿Qué pan se utiliza en la sopa castellana?

Dado su origen, no es sorpresa si os decimos que el mejor pan para la elaboración de esta receta es el propio pan castellano, el de trigo blanco concretamente.

Es propio en fechas señaladas como Semana Santa que se comience a comercializar pan de sopa, supuestamente sin corteza y adaptado a este tipo de preparaciones. Esto viene de la creencia popular de que la corteza del pan no hace que la sopa castellana quede tan bien, pero, personalmente, poca y menos es la diferencia. Haciéndola bien, la corteza queda tan tierna y blanda como el resto.

¡Eso sí! Ojo con el grosor que cortáis las rebanadas de pan. Lo idóneo es que no resulten demasiado gruesas (entre 5 y 15 milímetros) para que queden en la textura perfecta y se ablanden bien.

¿En qué se diferencia la sopa castellana de la sopa de ajo?

Realmente son recetas prácticamente iguales, no obstante, una sopa castellana bien hecha dista en la misma elaboración.

Como os indicábamos en la mismo paso a paso de la receta, el distintivo principal de esta sopa tradicional, más allá de su intenso sabor, es que no llega a hervir en ningún momento. Parece que no, pero el resultado queda más especial.

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