Bollos de leche de miga suave e irresistible aroma

¿Quién puede resistirse a unos bollos de leche recién hechos, con una miga tierna y esponjosa y ese inconfundible olor a hogar? Estos bollos suaves son perfectos para cualquier momento del día y una delicia tanto para desayunos como meriendas.
Se pueden disfrutar tal cual, recién salidos del horno o bien rellenarlos con tus ingredientes favoritos, tanto dulces como salados: un poco de mermelada, queso, jamón, o simplemente untados con mantequilla.
Su versatilidad los convierte en un clásico irresistible que siempre invita a repetir. Además, hacerlos en casa es mucho más sencillo de lo que parece.
Índice de contenidos
Ingredientes

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500 gramos de harina de fuerza
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1/4 cucharadita de sal
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75 gramos de azúcar
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7 gramos de levadura seca de panadería
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200 mililitros de leche a temperatura ambiente
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2 huevos
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50 gramos de mantequilla en punto de pomada
Raciones
12
Coste
Bajo
Dificultad
Media
Preparación
30 m
Cocinado
2 h 30 m
Tiempo total
3 h
Informacion nutricional
Valor nutricional (*por ración)
Cantidad | % | |
---|---|---|
Energía | 224,75 kcal | 11,24% |
Proteína | 6,02 g | 8,03% |
Hidratos de carbono | 37,78 g | 13,74% |
Azúcares | 5,78 g | 11,56% |
Grasa total | 6,44 g | 8,24% |
Grasa saturada | 2,79 g | 15,27% |
Grasa polisaturada | 0,55 g | 5% |
Grasa monosaturada | 1,97 g | 4,48% |
Colesterol | 73 mg | 24,33% |
Fibra | 1,36 g | 4,53% |
Sal | 1,7 g | 34% |
Sodio | 1,72 g | 0,06% |
Calcio | 31,71 mg | 2,64% |
Yodo | 3,44 mcg | 2,29% |
Hierro (hombres) | 0,8 mg | 8% |
Hierro (mujeres) | 0,8 mg | 4,44% |
Alérgenos



Paso a paso
Para preparar unos irresistibles bollos de leche, comienza mezclando los ingredientes secos en un bol o en una amasadora: 500 g de harina, 1/4 de cucharadita de sal, 75 g de azúcar y 7 g de levadura seca. Si no tienes amasadora, no te preocupes, estos bollos se pueden hacer fácilmente a mano. Coloca los ingredientes en un bol grande y amplio para empezar.
Incorpora los ingredientes líquidos sobre la mezcla seca: 200 ml de leche a temperatura ambiente, lo que facilitará una masa más suave y homogénea, y 2 huevos también a temperatura ambiente.
Amasa la mezcla con el gancho amasador durante unos 5 minutos o unos 10 minutos si lo haces a mano.
Cuando la masa esté integrada, añade 50 g de mantequilla en pomada, poco a poco, permitiendo que la masa absorba bien la grasa antes de añadir más. Sigue amasando unos 5 minutos más a velocidad media en la amasadora o 10 minutos adicionales a mano, hasta obtener una masa lisa, suave y elástica.
Coloca la masa en un bol engrasado y cúbrela con un trapo. Déjala reposar en un lugar cálido durante 2 horas, o hasta que haya doblado su tamaño. Este proceso es crucial para que los bollos adquieran su textura esponjosa.
Una vez que la masa haya levado, divídela en 12 porciones de unos 75 g cada una. Forma bolitas redondeadas con cada porción, boleándolas entre tus manos.
Colócalas en una bandeja de horno forrada con papel de hornear, dejando espacio entre cada una. Cubre de nuevo con un trapo y deja reposar otros 30 minutos para un segundo levado.
Mientras la masa reposa, precalienta el horno a 200ºC con calor arriba y abajo.
Pasados los 30 minutos, pinta los bollos con huevo batido para que adquieran un color dorado. Hornéalos durante 15-20 minutos, o hasta que estén dorados y esponjosos.
Sácalos del horno y colócalos en una rejilla para que se enfríen ligeramente. Disfruta de los bollos de leche recién hechos, con su miga suave y su irresistible aroma.
En un bol o amasadora, mezcla la harina, la sal, el azúcar y la levadura. Incorpora la leche y los huevos.

Amasa 5 minutos con el gancho amasador o 10 minutos a mano. Añade la mantequilla poco a poco. Sigue amasando 5 minutos en amasadora o 10 minutos a mano.

Coloca la masa en un bol engrasado y cubre con un trapo. Deja reposar en un lugar cálido 2 horas, que doble su tamaño.

Divide en 12 porciones y forma bolitas. Coloca en una bandeja con papel de horno dejando espacio entre ellas. Cubre con un trapo y deja reposar 30 minutos. Pinta los bollos con huevo y hornea 15-20 minutos a 200 grados.

Sácalos del horno y deja enfriar sobre una rejilla. Disfruta de los bollos de leche recién hechos, con su miga suave y su irresistible aroma.

Consejos y trucos
Si no consumes los bollos de leche el mismo día, puedes darles una segunda vida tostándolos al día siguiente. Quedan deliciosos con un toque crujiente por fuera y tiernos por dentro.
También se pueden congelar una vez fríos. Aprovecha el tiempo y el horno ya encendido para hacer una tanda mayor y guardar algunos para otra ocasión.
Si prefieres una opción más saludable, sustituye la harina blanca por harina de fuerza integral. También puedes experimentar con otras harinas como la de espelta, que aportan un sabor más rústico y un toque diferente a la textura.
Convierte los bollos de leche en una versión más golosa añadiendo pepitas de chocolate, pasas o incluso frutos secos a la masa. Esto les dará un toque especial y diferente, perfecto para los más golosos.
Si prefieres una opción salada, puedes incorporar hierbas como romero, orégano o condimentos como ajo en polvo, cebolla en polvo o pimentón a la masa. Esto le dará un sabor más intenso, ideal para acompañar quesos o embutidos.